domingo, 24 de mayo de 2015

LA "CASA DE LOS CARVALLO" INTERPRETACIÓN HISTÓRICA DEL INMUEBLE ÚNICAMENTE

La casa de 2015. Impresionaba su belleza, foto archivo Argenis Díaz

Villa de Cura
Estado Aragua


Por Oscar Carrasquel


En lo que puede considerase el casco histórico de la ciudad de Villa de Cura, en el cual respira el quehacer de los pueblos, exactamente en la céntrica calle Miranda, cruce con la calle Doctor Rangel, a escasos  100 metros de la plaza Miranda, se ubica la famosa CASA DE LOS CARVALLO. 
En sus espacios tienen su sede dos instituciones culturales de gran  importancia, la Biblioteca Pública "Ezequiel Zamora", un sitio de encuentro pedagógico-cultural, creada en 1975... Y aloja también el  "Museo de Tradición de la Ciudad" con el nombre de " Inocencio Utrera", fundado el 09 de abril de  1976. Acá en este contexto pretendemos señalar sus orígenes y significación.

¿Porqué LA CASA DE LOS CARVALLO?. Se le otorga este denominativo porque en una época fue su dueño el señor Stefhan Carvallo-de aquí concretamente viene la expresión- ciudadano  perteneciente a una familia prominente en Villa de Cura... Stefhan la ocupó como asiento familiar durante más de cuatro décadas. Como amante de su legado,  por temperamento y formación familiar, nos dice que la entregó totalmente original, pintura, techos, pisos y paredes, sin sufrir modificación alguna en su estructura, manteniendo íntegramente su diseño colonial tal como fue fabricada.

En ningún tiempo el inmueble ha  permanecido desocupado,  siempre fue habitada por núcleos familiares o instituciones sociales y educativas. Por consiguiente se le han  conocido pocos inquilinos.  En la década de los años 50 fue utilizada como sede de una institución educativa privada. Pasado un tiempo usada como oficinas del INOS; y sus espacios fueron durante algunos años sede del Club Social de Villa de Cura. Carvallo se ufana de que siempre estuvo pendiente de su cuido y conservación. Como niña bonita.


En primer término tenemos que decir que esta casa es una de las pocas sobrevivientes del portento histórico en el casco central de La Villa; a pesar de todo, no ha cambiado su rostro, conserva todas sus líneas arquitectónicas y de construcción originales que data de comienzos del siglo XX... Imponente su fachada, con un alto y grueso portòn de doble cuerpo a la entrada. Esta edificación encierra más de un siglo de historia, de vida, y de imborrables recuerdos.


 Como es sabido, acá en el centro de la urbe ninguna de las casonas de aspecto colonial se salvó de la implacable “piqueta”. No hay un ejemplo más elocuente que la  Casa del Santo Sepulcro que fue amputada a mitad del siglo pasado.  Fue algo especial la casa de don Pancho Paradisi; en un recodo de la plaza Miranda, su techo de cornisa y sus gruesos portones de madera fueron derribados para ser lo que es hoy día, paredes pulidas como marfiles para sede de un Banco. Igualmente la casa de don Candelario Matos, arrancada de raíz. La del Marqués Montenegro, desaparecida. La casa de Los Palumbos, hoy es zapatearía y tienda de ropas. La Casa de los Cuadros, de los hermanos Juan Bautista y Luis Rosendo Hernàndez, una quincalla que vende ropa para niños. La de don Manuel Hernàndez Utrera, frente a la plaza Miranda, es un centro comercial. La casa de los Roldan, tienda de ropa hecha. El hermoso paraje de Las Lilas fue transformada en una quinta moderna. La de don Rafael Castillo. una botica. La de don Francisco Matute Ramos, quien fue su último habitante frente a la placita Bolívar; primero fue casa de habitación de  don Damíán Álvarez y familia, y años más tarde de los Bendayán. En su lugar fue levantado un edificio como un elefante blanco. Y tantas más de igual valía histórica.


Acá en esta nuestra tierra como que se hubiese terminado el amor por la ciudad o que el bien patrimonial es secundario. .El frente de algunos viejos caserones, en tiempos actuales, se encuentran mutilados y acondicionados para comercios chinos, loncherías, ventas de lotería, verduleras, y depósitos de mercaderías .


A mucha gente y en especial al visitante, le cuesta trabajo creer el abandono y la indiferencia que se aprecia en una ciudad con demasiada historia  como es Villa de Cura. No había quien hiciera el mínimo esfuerzo por conservar y menos para recuperar estos inmuebles del universo histórico de la ciudad.


Tanto la parte externa como el interior y el perfil de LA CASA DE LOS CARVALLO son majestuosos, maravillosos, en el patio central pareciera que hubiese un pesebre permanente. Si se observa bien su fachada  en una vieja fotografía da la impresión  que estuviera pintada al óleo sobre un gran lienzo.

Está claro que no se trata de abordar un tema para hacer señalamientos ni acusar a nadie en particular, sin embargo da lastima su abandono;  sino de señalar algo que nos identifica con el gentilicio y la villacuranidad, para esto contamos con información recogida de nuestro amigo Stefhan Carvallo, que nos permitió hurgar sus archivos y un caudal de documentos. Tuvimos que andar, recorrer y adentrarnos en sus habitaciones en compañía de la profesora María Teresa Fuenmayor, conocedora de sus ambientes, para que tomara las gráficas que presentamos.


La mayoría de sus ambientes han mantenido su esencia original. Otros no. La casa tiene su entrada principal por la calle Miranda, con aleros sobresalientes en lo alto de su techumbre. Más allá del zaguán, el primer patio  con cuatro corredores, con sus arcos y con gruesas columnas de mampostería. Los pisos revestidos de arcilla cocida de las Tejerías de fogón de las margenes del río Tucutunemo... Desde cualquier ángulo de su plano, desde arriba, pudiésemos mirar su lindo tejado de color rojo.


En todo el medio destaca un jardín que atrae, con rosas y pequeños árboles de tallo largo y una fuente color blanco de arte contemporáneo. Y ventanales en el área central para combatir los calores veraniegos. Al fondo tiene un segundo patio con portón y salida por la calle doctor Rangel. Los cuartos quedan al frente del primer patio, con portones de entrada individual y grandes ventanales  de “poyo”, de barandales de hierro que hacen ángulo entre las calles Miranda y Doctor Rangel. De sus impecables techos de madera, en todos sus cuartos, colgaron en un tiempo hermosas lámparas de  luces de estilo colonial. 



Quién sabe, cuántas voces desfilarían por estos ventanales, durante una noche de serenata, iluminada por la luna villacurana...Y cuántas zapatillas resbalarían en sus salones siguiendo la música  de un vals venezolano o de uno clásico vienés, en ocasiones de rumbosas fiestas en este caserón.

 

Stefhan nos refiere que la CASA DE LOS CARVALLO, un solo macizo de casa, la terminó de edificar  construir un artesano  del pasado siglo xx, terminada de construir hacia  1905, no le fue posible recordar cual fue el nombre del maestro, pero sin duda fue utilizada mano de obra villacurana. Fue erigida construida cuando gobernó en Venezuela el  General Cipriano Castro, jefe de la Revolución Restauradora. .


El  inmueble lo adquiere el señor Stefhan Carvallo con los protocolos de rigor de los sucesores de doña Amalia Rodríguez de Rangel, quien a su vez la hereda de su padre don Emiliano Rodríguez, próspero  ganadero oriundo de San Juan de los Morros, de padres trujillanos. A don Emiliano le corrió fama de hombre acaudalado en todo el estado Guárico, Aragua  y Apure.  Gallero empedernido, Apostador de gruesas sumas de pesos en riñas de gallos y jugador impenitente de cartas y dados.Ocupó la casa durante años junto con su grupo familiar.


En fecha 28 de noviembre de 2007, la casona pasa a ser propiedad del Ayuntamiento del Municipio Zamora, recordamos que esta casa fue adquirida a fin de que cumpliera una función cultural para disfrute de los villacuranos -atendiendo a varias iniciativas- sin embargo se oyó decir que la última palabra para aprobar su compra surge del Alcalde de ese momento señor Stefano Magiore.En la visita que realizamos en 2015 pudimos observar muchas artesanías y piezas de arte de fina factura, y de figuras religiosas, retratos de personajes históricos como el fundador de la ciudad de la Villa de San Luis de Cura, Don Juan de Bolívar y Martínez de Villegas, abuelo del Libertador; documentos, diplomas y cuadros de diversos autores. 


Como es sabido, el concepto de utilización para la cultura, gracias a Dios se ha mantenido, por la lucha tenaz e impostergable que como soldadescos sostiene una sociedad de amigos, mujeres y hombres, amantes de estas dos instituciones culturales que hoy hacen vida dentro de sus instalaciones. 

Tuvimos conocimiento que hace poco tiempo ocurrió un evento poco amigable. Según pudimos leer en un comunicado de´fecha  2015, la Cámara Municipal villacurana tuvo intención de adosar una de sus dependencias administrativas dentro de los espacios de este recinto de difusión de arte y exposición de antigüedades. Al parecer no prosperó  dicho propósito y  hubo sensación de alivio. Por la presión desplegada por toda esta gente que se pasa saciando sus conocimientos en libros y escribiendo poesía entre sus paredes,. Incluyendo también  educadores, músicos y juglares.


 La batalla la piensa seguir la misma gente, ahora para evitar el deterioro progresivo que actualmente presenta la edificación,  por los rigores del tiempo, de una parte; pero fundamentalmente por falta de mantenimiento, lo cual puede corroborarse en el estado de sus paredes interiores y su fachada, que de repente dan la sensación de un descarado abandono.


Son muchos más los encantos y maravillas que encierra esta casona, propia de las más antiguas. Pudiera decirse que casi todos sus espacios poseen su atractivo antiguo. Ojalá en el futuro se logre  restaurar su estructura por completo y se le construya un escenario y un auditorio acorde que tanta falta le hace.


                                      La fachada de la casa cuando la visitamos en en 2015


 No hay duda que algunos de sus ambientes interiores y exteriores se resienten,  hay una gran parte deteriorada, el techo en algunas de las habitaciones es un manare. El moho crece libre. Las paredes del frente las han tomado para pintar consignas y grafitos.

Existen suficientes razones para hacer un llamado a la solidaridad a pedir por su  conservación y  vigilar su destino cultural, que no pierda su natural esencia. Visitémosla   los días que dispongan abrir  su portón.  Hemos notado que los sabdos y domingos como si fuera una oficina permanece de puertas cerradas.. Que no fallen ni desmayen en este camino, ésta ni las posteriores generaciones, es algo que nos pertenece..



Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, mayo 2015.



Fuentes: Archivo y testimonio oral del señor Stefhan Carvallo
Plática con el señor Félix Hernández Castillo 
 
Nota: Gracias por leer y hacer comentarios sanos.



El alero sobre la entrada pricipal




La columna




El reducido piso de arcilla cocida que aún se conserva



Las tejas 

Detalle del techo de tejas sobre la salida del patio trasero hacia la calle


El piso antiguo fue sustituido por cerámica


La blanca fuente que se ve verdosa por problemas del lente

La planta de rosas


Así quedó inmortalizado en lienzo Don Inocencio Utrera

 El portón trasero hacia la calle.



Detalle interior del techo

Las ventanas antiguas tenían el poyo donde solían sentarse las personas a entretenerse mirando el ir y venir de los escasos transeúntes de la época




Las lámparas originales se cayeron. Sólo queda esta.



Las paredes cubiertas de fotos de personajes históricas

 Don Juan Bolívar y Villegas, abuelo del Libertador y fundador de la Villa de San Luis 

General Ezequiel Zamora



Uno de los cuadros religiosos



El antiguo piano 


La esquina, observase el estado de la pintura en 2015


Sólo un trozo del piso al fondo del patio conserva el revestimiento de arcilla cocida de las Tejerías villacuranas


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Deja tu huella en este blog con tu comentario.