viernes, 9 de noviembre de 2018

RAÚL MORENO, UMPIRE DEL BÉISBOL ORGANIZADO. NATIVO DE VILLA DE CURA, MUNICIPIO ZAMORA, ESTADO ARAGUA.

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El árbitro, juez, umpire u ampayer, no importa como se le quiera designar, es uno de los principales protagonistas en un partido de béisbol, desde su inicio hasta el final. Quiero recordar que sobre su figura descansa el buen desarrollo de un partido y en definitiva es la persona encargada de las decisiones de juego entre dos novenas que se disputan la supremacía en un campo de pelota, el encargado de vigilar las condiciones de terreno, de la disciplina de jugadores, lidiar con los manager y coaches, para todo esto es rigurosamente autónomo la figura del umpire.
Por tales conocimientos es quien se conoce todo el articulado de estatutos y reglamentos de un juego de pelota. Hasta hace poco sus decisiones eran forzosas e inapelables, pero con el paso del tiempo por lo avanzado del béisbol organizado, sus sentencias por jugadas en las bases, o bien por la legitimidad de un batazo, pueden ser objetos de revisión, confirmación o rectificación, hoy día se emplea una nuevo método tecnológico, se recurre al recurso de vídeos para tales fines.

Cualquier individuo no está facultado para desempeñar este trabajo, debe atravesar un duro camino, la persona requiere de una extrema responsabilidad, obligaciones y de un entrenamiento práctico, y sobretodo de estudios para ejercer el oficio, necesita aprender otros lenguajes, avanzar sin miedo y tener una excelente visión, y eso requiere como complemento de una certificación avalada por una institución académica como cualquier otra profesión del saber humano.

A  Villa de Cura capital del municipio Zamora le ha tocado celebrar el hecho de haber dado su cuota de árbitros al servicio del béisbol profesional de Venezuela, el de mayor categoría. De nuestro sector Las Tablitas emergieron en los años 60-70 un dúo de umpires injustamente olvidados, como fueron el experimentado Luis Flores y José Breto, mejor conocido este ultimo como “Blakamán”, ambos lamentablemente fallecidos; estos señores se desempeñaron como árbitros de béisbol, primero en el sector amateur o aficionado, y poco tiempo después actuando durante varias temporadas en las diferentes plazas de la LVBP Liga Venezolana de Béisbol Profesional.

El otro árbitro profesional que nos enorgullece traer hoy a la crónica de más reciente cosecha es al conocido Raúl Moreno, un joven de 31 años de edad, venido de las propias extrañas de Villa de Cura, de humilde familia villacurana, callado sin mucho espaviento; desde pequeño hizo del deporte su sitio de encuentro y su más significante inquietud. Quizás debió lamentar no haber persistido en sus estudios, ininterrumpidos por haberse aparecido esta carrera en su camino, convirtiendo la pelota en pluma y libro porque en lo más recóndito de su mente y su alma solo habita la disciplina del béisbol.
 
Raúl fue en su niñez y adolescencia un aprovechado estudiante y destacado jugador en las diferentes categorías del béisbol menor de la recién creada Corporación Criollitos de Venezuela seccional de Zamora, siempre estuvo bajo la conducción de su manager y maestro Julián “Viejo” Zambrano, quien fue fundador además de la Escuela de Béisbol menor “Jesús María Luna”.

Pasado el tiempo a sus oídos comenzó a susurrarle la posibilidad de convertirse en umpire, siguiendo la luz de su propia determinación. Sus participación en la pelota juvenil y la relación con sus compañeros de equipo quedaban atrás, otras vivencias y sueños comenzaban a revolotear en su mente y se le quedaron metidos allí dentro de su morral escolar. El muchacho demuestra aptitudes y reúne condiciones físicas e intelectuales, y lo más importante, le fue gustando el oficio y estaba dispuesto a asumir el reto, paulatinamente esos sueños se fueron convirtiendo en realidad.

Lo cierto es que inicia su carrera como árbitro profesional de béisbol en la Academia de Umpires de Venezuela el año 2012, la primera y única de la especialidad en el país. Lo más sorprendente es que ese mismo año asume su primer compromiso en la Liga de Béisbol Profesional de Venezuela (Venezuela Súper League) extendiéndose su trabajo por espacio de cinco temporadas que tuvieron su inicio el mes de octubre de los años 2013, 2014, 2015, 2016 y 2017. Durante tres años seguidos se desempeña en la llamada Liga Paralela o desarrollo del béisbol profesional en Venezuela. Entra igualmente en la Federación Venezolana de Béisbol Amateur (FVBA) adonde fue contratado para laborar en la liga de béisbol aficionado de la ciudad de Carora, municipio Torres del estado Lara, le tocó adicionalmente participar en dos campeonatos nacionales categoría juvenil AA.

No desmaya y a punta de coraje consigue cupo el año 2015 en la Academia de Umpires de Estados Unidos, se dedica a estudiar hasta obtener la calificación entre 200 aspirantes, consiguiendo uno de los 30 primeros puestos que la organización otorga anualmente a sus discípulos más sobresalientes. En el Norte trabaja en la liga de novatos NYP League nivel clase A corta; en la MW League nivel clase A media; Carolina League, nivel clase A avanzada. Actuación en los juegos de Sprint Training AAA, AA y A mayor. Lo más significante hasta ahora en su exitosa carrera es que está esperando este año su ascenso ya que aspira a ser invitado para arbitrar con una plaza fija en la Liga clase AA de Estados Unidos.

Examinando sus pasos por esta importante profesión, ante una pregunta emergida en el desarrollo de la conversa, Raúl nos responde.

“Entre los detalles desafortunados que nunca he podido olvidar en el béisbol  Norteamericano, se produjo en un juego de campeonato, cuando un pitcheo lanzado a 98 millas por hora me rozó la tabla del cuello, perdiendo momentáneamente el conocimiento, lo cual me mantuvo cuatro días hospitalizado. Aquel incidente no fue un revés, sino que lo tomé como casualidades del oficio”

Este hijo de Villa de Cura fue traído al mundo junto con su hermano menor Rafael Antonio Moreno Benítez, quien también fue jugador de béisbol menor en La Villa, Teniente de las Fuerzas Armadas Venezolana en situación de retiro, por el matrimonio constituido por Rafael Antonio “NINO” Moreno, villacurano, y la merideña María Benítez de Moreno. Tanto María como “NINO” siempre fueron entusiastas seguidores de la carrera deportiva de su hijo. Su madre incluso formó parte de la directiva de los clubs donde militaban sus dos hijos. Raúl Moreno no está casado pero le han nacido dos hijos: Antonella y Sharllotte.

Posee en su vitrina  en casa de sus padres varios trofeos, medallas, diplomas y reconocimientos obtenidos por su joven trayectoria como jugador de Liga Los Criollitos y también como umpire, tanto en Venezuela como en los Estados Unidos de Norteamérica. Transmitir ánimo, conocimientos, ayudar a los más jóvenes, representar deportivamente a Venezuela en el exterior, reunirse en familia y de vez en cuando compartir con sus amigos es la mayor satisfacción personal y motivación de su vida.


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Raúl Moreno tiene tiempo para atender, asesorar y trasmitir experiencias a dos academias de béisbol en Venezuela, una asentada en el estado Falcón, y la otra con sede en Villa de Cura, ésta última asistida por su amigo de siempre el entrenador Julián “Viejo” Zambrano, de donde han surgido un grupo prospectos de otras partes especialmente de Villa de Cura. Ah! y últimamente se ha oído su experiencia y su voz,  temporalmente, como comentarista de béisbol profesional en el circuito de Radio Artesana  105.5 FM de Villa de Cura, compartiendo junto con otros amigos narradores y comentaristas.

Ojalá le ilumine la grandeza de Dios para que este umpire villacurano en un futuro no muy distante pueda ser convocado a la liga Internacional AAA, y posteriormente invitado a la MBL (Ligas Mayores  la Gran Carpa de Béisbol de Estados Unidos) considerado el mejor béisbol del mundo; el joven tiene imagen, preparación y mecánica para hacerlo, y posee condiciones con qué sustentar esta aspiración.
 
Demás está decir que se debe trabajar duro para ser seleccionado como umpire en el béisbol del norte, la vida de un arbitro en cualquier liga es dura,  muy austera, pues el monto de sus remuneraciones son relativamente bajas.

Raúl Antonio Moreno Benítez, es el nombre de pila que aparece en su registro de nacimiento, sin embargo es conocido en el ambiente de su profesión simplemente como Raúl Moreno. En el ámbito familiar, sus allegados en el compañerismo y el afecto, desde pequeño es nombrado con el cariñoso mote de “Paolo”. Es nuestro mayor deseo pedir a Dios que se cumplan todas estas metas. Te deseamos lo mejor de la suerte  amigo “Paolo”.

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Raúl Moreno segundo de izquierda a derecha

Agradecimiento:
Correctora de prueba, profesora Gilda Carrasquel
Montaje y diagramación, profesora María Teresa Fuenmayor

Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis, 07 de noviembre de 2018

3 comentarios:

  1. Excelente artículo. Dibuja los sueños y lo grande que somos como pueblo

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  2. Excelente artículo, dibuja como se hacen realidad los sueños.

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  3. Sin duda alguna un excelente reportaje . En nombre de mi familia y del mío propio quiero darle las gracias por su espacio, el reconocimiento a mis padres y la historia de mi hermano. Gracias

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