jueves, 29 de abril de 2021

EL ENCAMISONADO UNA HISTORIA DE MEDIADOS DEL SIGLO XX

 EL ENCAMISONADO  UNA HISTORIA DE MEDIADOS DEL SIGLO XX

Por Oscar Carrasquel

 

Desde que yo era un niño hasta hoy han pasado muchos inviernos y veranos. Se refiere este relato a los últimos años de la cuarta década del siglo XX, cuando la Villa de San Luis de Cura, mi pueblo nativo, era un conglomerado casi rural, y era común oír en una posada, en reuniones de parroquianos; en los salones de barberías; entre artesanos de la alpargata, los cuentos de fantasmas y aparecidos. Se comentaba de manera común que en determinado sitio salía un muerto, así mismo se hablaba de espantos, duendes, la Sayona y el Carretón. La mayoría de la población creía en estas leyendas, pero había otro sector que siempre manifestaba sus dudas.

Cuando yo estaba de once años de edad, más o menos, se sintió en el pueblo una alharaca de pesadilla terrible, mejor dicho se corrió que, en el solar de una casa bajo la espesura de una mata de cotoperiz salía en la alta noche un espanto. Unos decían que se trataba de un alma  en pena, de algo sobrenatural o de demonios. La voz noticia  circuló a lo largo y ancho del pueblo.  

Se contaba que en la oscuridad de las 12 de la noche, favorecidos por el claror de la luna algunas personas observaban a una figura disfrazada toda de negro, con un pañolón alrededor de la frente que le cubría hasta los ojos, y que a medida que  iban acercando los pasos el espectro iba aumentando su tamaño, hasta alcanzar más o menos dos metros y medio de estatura, y  lo veían que saltaba como un canguro la cerca que dividía  dos solares; siempre lo hacía en la misma hora, desde entonces le endosaron al espanto el cognomento de EL ENCAMISONADO.

En aquellos días, eso de la aparición de EL ENCAMISONADO fue motivo de muchos miedos y comentarios en el vecindario y  base de conversación entre grupos de mujeres y hombres. En mi época de niño se nos impedía sentarnos con los mayores, incluso ni siquiera pasar  por el medio cuando conversaban ellos, ya que era reprobado y uno era objeto de una reprimenda.

Yo por supuesto  sabía el reglamento, pero como muchacho siempre es muchacho, sin que supieran, me asomaba sigilosamente por la abertura de una cortina que había en la puerta de la habitación, y ponía atención a la conversación de los presentes.

Un día llegó a casa, una señora con fama de relatadora de noticias frescas en el vecindario, quien siempre iba a casa a llevarle figurines para que mi mamá le confeccionara los vestidos. Era la doña portadora de “un tubazo” o primicia. Resulta que según su testimonio habían descubierto que el  ENCAMISONADO era un pulpero de la cuadra que se la daba de vivo, andando por los solares utilizaba unos zancos que le hacían aumentar de tamaño, brincaba una empalizada de cuatro pelos de alambre, a decir de lo expresado por la señora, “a coger maíz en conuco ajeno”. También otra vecina, una señora de larga visita, que irrumpió de golpe en la sala, refiriéndose al sonado caso manifestó:

                      --! Viejas!... No se han enterado que el tan nombrado ENCAMISONADO, es el bodeguero que “afila su hierro  en piedra de moler ajena”.

En ese tiempo, yo muchacho inocente, ya sabía lo del mito por boca de los muchachos, pero no comprendía los dichos o las metáforas utilizadas para condenar al bodeguero. Lo que si me acuerdo que a toda la cuerdita de la cuadra después de varias semanas nos reanudaron el permiso para asistir al cine  a ver las series de vaqueros en el cine El Corralón.

 Oscar Carrasquel La Villa de San Luis/2021

lunes, 26 de abril de 2021

UN PHILLIP QUE TODAVÍA SUENA

 


UN PHILLIP QUE TODAVÍA SUENA

 

                                                Por Oscar Carrasquel

 

Parece mentira pero este antiguo  radio receptor Phillips de fabricación holandesa que presento en la imagen todavía suena. Con este radio Phillip de corriente y de tubos mi papá se enteraba en la última década del cuarenta de las noticias sobre la última guerra mundial y de los sucesos en la Europa occidental  en el periodo de posguerra, y de noticias de muchos países del mundo. Por medio de un noticiario muy conocido que se llamó “El Reporter Esso”.

En ese tiempo no se iba la luz ni existían los radios de batería. A toda la audición de casa divertía un programa verdaderamente cómico denominado “El Bachiller y Bartolo”, con el villacurano Amador Bendayán y Abel Barrios de protagonistas. Cuando este aparato estaba nuevecito la radio era un verdadero pasatiempo.

 En lo que mi papá comenzaba a escuchar la narración del noticiero dejaba la máquina de escribir, dejaba papeles a un lado y todo lo que estaba haciendo. El radio periódico lo transmitía diariamente Radio Caracas en la banda de amplitud modulada (AM), en su última edición de las 8 de la noche.

El noticiario “El Reporte Esso”, era patrocinado por una empresa llamada Creole Petróleum Corporetion. La crónica dice que el servicio de noticias lo proveía la agencia internacional United Press.  Los narradores de sucesos eran el tachirense Francisco Amado Pernia y el colombiano Jesús Maella, éste lo pregonaba primero en su vozarrón.

                                         "!El Reporter Esso!"… "!El Reporte Esso!"

 El aparato de radio lo había adquirido, según me contó mi papá en la década del cuarenta en una distribuidora de electrodomésticos en la urbanización “El Silencio” en la capital de la República. Faltaban muchos años para que llegara la TV en blanco y negro.

 Lo cierto es que para quien escribe representaba un problema, debía esperar que terminara el noticiero, porque a las 8 de la noche era precisamente la hora cuando yo me disponía a escuchar los grandes encuentros de la recién inaugurada LVBP, los juegos entre Cervecería Caracas y los Navegantes del Magallanes, y otros partidos del campeonato dónde participaban el equipo "Venezuela" de Juan Antonio Yanez "Yanecito" y los sabios del "Vargas" que después según oí decir  pasó a llamarse "Industriales de Valencia".

Bastaba girar la esferita a la derecha para que entrara la frecuencia de la emisora “Ondas Populares”,  y enseguida  aparecían las voces de Pancho Pepe Cróquer y Musiú Lacavaleri , además de Buck Canel y Felo Ramírez, especialmente contratados para la Serie del Caribe. El locutor comercial era el internacional Luis Eduardo Pineda. 

Para captar una buena señal en este antiguo radio receptor no se necesitaba de técnica especial. Se le adaptaba una antena aérea, un alambre desde la cuerda de tender ropa introducido en una lata full de tierra, y ya.

El viejo aparato con el paso de los años encontró sucesor en el pickup, en los radios de frecuencia modulada (FM) y posteriormente llegaron los televisores blanco y negro. Nuestro Phillips cayó en el olvido, pero tuvo la virtud que cumplió su función por muchos años sin quejarse nunca. Por ahí me sigue acompañando, viviendo sus últimos inciensos. Todavía suena en perfectas condiciones en onda corta. Menos cuando se le da mucho volumen que emite un sonido como cuando llueve relampagueado.

 

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis/ 2021

Encargado de publicidad Ramón Alfredo Corniel

 

 

sábado, 24 de abril de 2021

PIROPEAR Y ENAMORARSE SOLITARIO TIENE SUS VENTAJAS

 

PIROPEAR Y ENAMORARSE SOLITARIO TIENE SUS VENTAJAS

 Oscar Carrasquel


En la década de los años 50 anduvo recorriendo las calles de Villa de Cura, un popular personaje que adquirió  el nada cariñoso epíteto de “Luis Saldiguera”. Con fama de coqueto y enamorado.

Supe que Luís había venido de Belén de Carabobo. Trabajó por vocación la albañilería. Por muchos años lo vimos andar por las calles  a bordo de una envejecida bicicleta marca “Raleigh”,  ring 24. Gustaba vestir siempre de ropa de lino aplanchada y alpargatas nuevas. Alto, flaco, pecoso, medio calvo, de ojos azulosos y sombrero de pajilla. La verdad es que yo nunca lo observé   tomando tragos de licor, ni faltando el respeto a alguna  persona y menos a una dama.

La vida del pueblo de La Villa era apacible y tranquila. Los viernes en el atardecer estacionaba su vehículo de dos ruedas en una de las esquinas más traficada. Se acomodaba sobre el asiento de su bicicleta después de haberla pedaleado bastante, colocaba la pierna derecha encima del manubrio, como si fuera una carabina y comenzaba a piropear a cuanta muchacha le pasaba por el frente. Nadie le había instruido, cómo es que se piropea con elegancia a una dama.

Alguna jovencita de mal genio le respondía con hilaridad y poco le importaba que lo calificara de “catire mala sangre”.  Otras lo  tildaban de “loco”.

Como nuestro galán era muy dichoso, alguna mujer de irresistible sonrisa se prendía de su corazoncito. Y en su humildad la seleccionaba como su “novia”, sin necesidad de declárale su amor. Don Luís se esmeraba en obsequiarle algunos regalos tontos, como bombones de chocolate, polvo “sonrisa”, toallitas perfumadas, y hasta le mandaba  versitos machucados en forma de coplas. 

“Enamorarse sólo, tiene su ventaja, porque a uno no lo  tumba nadie”.

¿Cuánto de filosófico tendrá esta frase?Era el comentario que se corría en el corrillo de amigos del viejo galán. El  hombre dejó a muchos villacuranos de la época innumerables anécdotas y una estela de sonrisas que arrancaban sus barrabasadas.

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis/entrada de aguas/2021

martes, 20 de abril de 2021

EL LOCO MAS INGENIOSO

 



EL LOCO MAS INGENIOSO 

                                                                                        Por Oscar Carrasquel

 

Quizás él,  aquel buen hombre que todos llamaban “loco” pueda volver voluntariamente a La Villa por sus pasos. ¿Qué se haría?. Que no hemos visto más aquel adulto que nunca quiso darnos su nombre, pero que de tanto conocer provocaba ponerlo "EL LOCO MAS INGENIOSO·. En alguna  circunstancia uno lo encontraba y le podía ofrecer una canilla de panadería. Se nos desapareció como una sombra lejana entre la dispersión de la ciudad, perdido ya, borroso como un dibujo abstracto.

Siempre lo veíamos en la calle sentado sobre el pretil de la acera del frente. Pernoctaba en el callejón, más allá, en la esquina, en los sitios más  concurridos de la calle Comercio de Villa de Cura. Nunca lo vimos ingiriendo licor, fumaba colas de cigarrillos que le daban. Se valía de la claridad del sol de la mañana para estirar un periódico completo el diario Meridiano,  rastreando las noticias con avisos y todo. Combatía su ocio leyendo, o haciendo que leía, parecía apasionado por la lectura.

Que grato era ponerse frente a él un día cualquiera, arrastraba su pobreza silenciosamente. Cabezón, alto, pelo enroscado, andrajoso, con el pecho al descubierto y los pies descalzos, lucía una espesa barba como un papel de lija, a veces se parecía a un gran pájaro de la noche. No utilizaba cinturón, el calzón lo sostenía con la mano derecha para evitar que se le cayera.

Nunca se le oía murmurar, tampoco sonreír; en la vida  no se le vio enrojecido ni se le oyó   pronunciar palabras fuertes, ninguno se metía con él, ni viceversa; debe ser por su rostro serio capaz de inspirar respeto.  Tenía su particular modo de arrastrar su indigencia, prefería participar en el festín escarbando la bolsa negra de la basura hasta encontrar algo que le alegrara el estomago, pero no le gustaba que lo socorrieran con billetes del Banco Central, respondía negativamente subiendo o bajando la mirada.

En la tarde terminaba su monotonía, se iba derechito a sentarse en los bancos de la Iglesia San Luís a oír la misa de cinco. Se decía que en la noche se refugiaba al lado de la puerta de algún comercio, a veces a cielo abierto, dejando desplomar su musculoso cuerpo sobre la acera. En las noches de luna clara le picaba el ojo a las estrellas y la luna aprovechaba para vigilar su sueño.

Durante meses, quizás años, lo vimos con sus pasitos cortos, hundía sus pies descalzos sobre el asfalto, bajando y subiendo  aceras en línea recta, su andar era despacito como la rotación de molino de oxidadas aspas.

Nosotros como buscadores eternos de estos personajes populares, comenzamos a preguntar a sondear la ciudad colmada de silencios y de caras alargadas, y ya casi nos ahoga la desesperanza de volverlo a encontrar, como  era antes que, lo veíamos pasar por la acera de enfrente cuando la tarde ya arrojaba su sombra y sus últimos destellos.

 

La Villa de San Luis, 2021

 

 

 

 

 

 

LA TARDE

                



 LA TARDE

Oscar Carrasquel

Era yo
bajo un encaje de ramas
de un árbolIto de nombre olvidado
Cae un rayito de luz como una cuerda de lira
El sol declina y avanza la sombra
haciendo espesa la tarde
Una mariposa danza en su ir y venir
Se posa sobre la campana de una fragante flor
Busca los caminitos verdes y
se pierde entre las flores sedientas
Así han pasado las horas de la tarde
La brisa resopla en el horizonte.
La Villa de San Luis/2021


lunes, 12 de abril de 2021

EL PODEROSO "EVYDSA BBC" DE LA DÉCADA DEL 60

 


Foto archivo Félix Herrera 

EL PODEROSO  EVYDSA BBC  EN LA DÉCADA DEL 60

Por Oscar Carrasquel

En la historia del béisbol aficionado de Villa de Cura, no se puede dejar de nombrar al equipo EVYDSA BBC,  al cual mostramos en la gráfica. Desde esta columna estamos nombrando a uno de los clubes que era un trabuco en aquellos años sesenta, en un pueblo lleno de alegría dominical y de expectativa en el pasado siglo. Fue en una etapa excepcional del béisbol villacurano.. El club compitió en la categoría "A" y en ocasiones tuvieron que medirse con equipos "AA. Entre sus integrantes se contaron a José Ramón Izzo (refuerzo "AA") ; Emilio Tirado, Roso Martínez,  Ramón Arias, Oswaldo Ojeda, Marcelino Villegas y Carlos Flores. El equipo fue dirigido por el recordado Manuel Sánchez.  

De esas décadas 1950/60 vienen también a nuestra mirada los conjuntos "Campo Elías BBC" "Cerveza Caracas BBC", "La Villa BBC*, "Los Rojos BBC", "Cristo Rey BBC" y otros  que escribieron hermosas páginas en el béisbol aragüeño, teniendo como escenario el recién inaugurado terreno de “Los Cerritos”. En sus inicios con hierbas y marca de las huellas de ganado, convertido hoy en día en el modernista “Estadio Ramón María Acosta".  

Esta novena como vale recordar era patrocinado por la empresa EVYDSA,  constructora de autopistas, donde laboraban ingenieros,  operarios y una cantidad de trabajadores, ubicada en el sitio de la hacienda "Barrancón", en la carretera Cagua-La Villa. Me acuerdo que la labor administrativa la manejaba el señor Germán García, gran colaborador con el deporte.

Una de las características de esos tiempos es que los partidos no terminaban en peleas pero se jugaba con el corazón. En ese anterior campo están marcadas todavía las huellas de los spains de muchos peloteros villacuranos clase "A" la mayoría compañeros en un terreno de juego con su equipo tales como Raúl Mendía "camburito", Agustín Ascanio, Oscar Carrasquel "patón", Nerio López, Armando Flores, Rubén Palencia, Ramón Elías Carrizales "correita", José Pereira "balandrón",  Marcelino Blanco "el mono", Florencio Colmenares "conejo", Alí Ortiz "piopollo", Ramón Castillo, Peruchito González, Anselmo Zapata. Faltan muchos por agregar la lista es larga.

Y como todo lo que viene se va, aquella época marcó el principio y fin del recordado club EVYDSA BBC, de grata recordación.

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, 2021

Foto cortesía del señor Félix Herrera

Corresponsal René González.

Encargado de publicación Ramón Alfredo Corniel.


domingo, 11 de abril de 2021

SE NOS FUE DON OMAR GUTIÉRREZ

 


SE NOS FUE DON OMAR GUTIÉRREZ 

 

Por Oscar Carrasquel

 

La noticia que nos embarga hoy es la lamentable muerte en esta ciudad de Villa de Cura de don Omar Gutiérrez, quien siempre será recordado con cariño por haber formado parte de nuestros afectos, padre del desaparecido poeta Omar Gutiérrez Peña.

Permítaseme sintetizar sobre la vida de su hijo de su mismo nombre, aquel esclarecido joven escritor y poeta villacurano que murió a la corta edad de 23 años. Y la tristeza que siento por haber sido Omar junior, amigo de nuestra familia desde que era un excelente alumno del liceo Alberto Smith de Villa de Cura y después como estudiante en la facultad de derecho de la renombrada Universidad Central de Venezuela.

Omar Gutiérrez Peña era un joven bien preparado con inclinación desde pequeño por las letras, siempre se ve aparecer su nombre como cultor, poeta, dramaturgo y fundador de un grupo de titiriteros. Al parecer dejó mucho trabajo literario impreso e inédito como para hacer un libro de muchas páginas.

Falleció iniciando el mes de diciembre de 1991 cuando se rompió el lazo que lo ataba a la vida,  había viajado a cumplir una gira junto con uno grupo de compañeros a la ciudad de Puerto Ayacucho, hoy Estado Amazonas. Hijo de la licenciada Yvoni Peña de Gutiérrez, una mujer que no obstante andar de la mano de Dios le ha tocado enfrentar la vida derrochando coraje y fortaleza. Por lo demás, don Pedro Ezequiel González el amigo que  quedó en nuestro corazón con demasiados vínculos de afecto, era el abuelo materno del poeta. 

Quiero expresar que, por esta hermosa familia que le ha tocado vivir días duros por esa emboscada que le tendió el destino sentimos especial querencia. Yo estaba todavía viviendo en Puerto Ayacucho cuando ocurrió la tragedia a su hijo. De verdad me impresionó mucho la infausta noticia que nos transmitieron por teléfono en la mañanita siguiente a la hora del canto triste de la Soisola.   

La otra tarea que nos conmueve hoy es hablar sobre  la muerte hace pocos días de nuestro amigo inolvidable Omar Gutiérrez, padre del poeta Omar Gutiérrez Peña, un hombre con un trato cordial, familiero de esencia, humilde, con su sonrisa característica y jovial,  asediado por las enfermedades del corazón, sientiéndose mal pero siempre contento y armónico. Su nacimiento tuvo lugar  en la población de Cazorla, del municipio Guayabal estado Guárico el 28-12-46; supimos que llegó a Villa de Cura de corta edad en donde falleció el 21 de marzo de 2021.

De vez en cuando nos topábamos y platicábamos, en ese caminar por la ciudad, en la cola para llegar a la taquilla bancaria para hacer efectivo la pensión de Seguro Social o andando por las callejuelas de la plaza Miranda, siempre lleno de optimismo y esperanza por un mundo mejor. Disertábamos sobre las vivencias y de las cuestiones más fraternas y sencillas de nuestro pueblo que tuvieron lugar en aquellos lejanos tiempos cuando éramos muchachos, siempre en un lazo amoroso con el pasado villacurano.

Hoy en día no es fácil ni sencillo decir “adiós” a un amigo en la hora que le llega la noche de la vida, máxime cuando por el encierro no  puedes estar en el último viaje y de cumplir con el deber que ello implica.

Por eso venimos  a testimoniar y reiterar por medio de esta nota a nuestra apreciada amiga profesora Yvoni Peña de Gutiérrez y familiares nuestro dolor por la sensible partida de este gran amigo y paisano que la muerte hace pocos días le ganó ventaja y nos precedió en el viaje final.. Descansa en paz querido amigo.

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, verano 2021

Encargado de publicación: Ramón Alfredo Corniel.

 

martes, 6 de abril de 2021

REMINISCENCIAS

 

                                    J.M. Morgado. Foto Editorial Miranda

Oscar Carrasquel

Me acuerdo la vez que conversaba yo en casa con mi hermano del alma el poeta José Manuel Morgado, recuerdo que era un día en la tarde cercano de mi cumpleaños; y por ocurrencias fortuitas del destino se agrega a la plática otra amiga, la educadora  Yudith Buitrago Ramírez, los momentos de aquel reencuentro fueron buenos, un hibrido de la cotidianidad que incluía efemérides, literatura, humor y mucho más. Finalizada la reunión, se alejó primero del escenario la doctora Buitrago, ya que tenía que viajar para otra ciudad.

Lo cierto es que inmediatamente después que ella se ausenta, el poeta que fue un hombre terriblemente sensible me pidió prestado una hoja de papel (el cargaba siempre un “Paper Mate” en el bolsillo de la camisa). En su sigilo, imbuido en ese sentimiento personal de pensar y soñar de los poetas, comenzó a escribir sobre una hoja del cuaderno que me pidió, mientras que yo aprovechaba para atizar un fogón de leña, no portaba su agenda ese momento.

Como es sabido el Poeta José Manuel ya no está nos dejó, escogió la misma ruta de su amigo Aquiles el esposo de María. Pero esto fue lo me dejó un día que el calendario marcaba la fecha 28 de julio de 2008. Guardo el manuscrito de puño y letra como un recuerdo inolvidable.

Hoy le seguí el rastro con el corazón y  lo encontré entre unos papeles viejos. Yo a veces, orgullosamente, era como un mecenas  del poeta y después lo disfrutábamos con un festín. A mi en particular me dejó muchos ejemplos y enseñanzas al igual que hicieron otros amigos que nos rodearon que ya nos dejaron... Dios ampare siempre su alma. Esto dice el citado poema de Morgado.

REENCUENTRO

Después de algunos años, hoy me he reencontrado

con Yudtih Buitrago

Metida su amable y culta figura

en un bello traje de un color que se me antoja

Como el verde-azul del mar

o de “Los paisajes Abrileños”

Inteligente en el hablar y con la eterna dulzura

que lleva en su corazón: Una flor de amistad

Como un buscador de diamantes

le descubrí un nuevo pétalo en la flor de su cara

Y una nueva sonrisa

Y una nueva voz

Propicia para guardarla

en el cofre de los silencios…De los recuerdos

Para abrirlo

en los momentos precisos

en que mi alma de poeta

los requiera

Su voz -recordarla-

es para acompañar las soledades.

                            JM/2008

 

Oscar Carrasquel, abril 2021

Fotografía y montaje Ramón Alfredo Corniel

jueves, 1 de abril de 2021

GUILLERMO INFANTE GLORIA DEL BÉISBOL VILLACURANO

 GUILLERMO INFANTE GLORIA DEL BÉISBOL VILLACURANO


Guillermo Infante con el uniforme del "América".de Cagua. Foto archivo  Félix Herrera
  .

Por Oscar Carrasquel


Vengo a referirme en esta oportunidad a la figura de este carismático beisbolista, nuestro recordado coterráneo Guillermo Infante, uno de los peloteros de mayor performance en la ciudad de Villa de Cura a mitad del siglo XX, de los más espléndidos germinado en esta tierra villacurana. 

Bien nos recuerda el destacado periodista de Maracay Alonso Briceño, que Guillermo Infante participando con el equipo "Los Sapos" de Caracas, fue candidato para ser designado como "el mejor beisbolista amateur en 1948". 

Guillermo Infante Rivero nació en el seno de un hogar humilde, lo trajo al mundo  la señora Nicolasa Rivero, su padre el agricultor Manuel Infante, el muchacho nació el 25 de junio de 1927, vivieron en la casa No 4 de la calle "Isidro Díaz" en la comunidad Las Mercedes, pegada del cerro de Los Chivos en Villa de Cura, municipio Zamora, estado Aragua. Tal como era la costumbre de antes para el ingreso de la familia,  poseían un buen corral  de chivos para engorde y ordeño .

Infante estudió la educación primaria elemental en la escuela Arístides Rojas en Villa de Cura.  Comenzó defendiendo la camiseta de un club infantil representando a esta casa de estudios, bajo la tutela del maestro don Víctor Ángel Hernández, quien más adelante guió sus pasos en casi toda su carrera beisbolística.  Lo conocí, y muchas veces estuvimos hablando. Nunca jugué béisbol bajo sus órdenes, pero sí nos proporcionó práctica de fildeo y bateo en el antiguo campo de La Aduana, puedo decir entonces que fue uno de mis entrenadores. He contado que mi mánager en clase "A" fue Carlos Graterol, que bastante lo conoció..

En el dog-out y en el campo de juego Infante fue muy apreciado por jugadores, técnicos y mánager de los equipos... Como en cada "cueva"  los inventores de sobrenombre  no hacen falta nunca, lo llamaron de varias maneras, lo llamaron "Negro Infante": "Indio Infante", también  "Infante el villacurano". De cualquier manera Guillermo siempre respondía con una carcajada juguetona. Hay que resaltar que fue un jugador de disciplina y al mismo tiempo de carácter.

Una de sus experiencias más resaltantes después de jugar para la Arístides Rojas fue cuando formó parte del club "Ayacucho Star BBC", el cual conquista el campeonato nacional juvenil en Caracas en 1943, bajo la dirección del estratega Inocencio Adames Barrios. Debo significar que Infante logró el triunfo lanzando el juego crucial y decisivo contra el club "Boston", representante del Distrito Federal. Hay que hacer notar que el Negro Infante se convirtió con el tiempo en un pitcher de curvas, cambios de velocidad y una recta rápida  muy bien administrada, sin embargo no hay que olvidar que fue buen fildeador, bateador de respeto, y agresivo corriendo las almohadillas. 

Infante perteneció a lo más granado de los lanzadores aragüeños de su generación, entre los cuales se contaron a Rafael Esteban Kinsler,  Julio Bracho, Natividad Patiño, Ñemita Martínez, el bachiller Raúl Montenegro, Matías Islas, Arnaldo "Cuco" Ramírez, Félix "cubano" Chavez, Ángel Castillo "araguato", Victorio Cabrera y José Rafael Garaicochea, entre muchos otros jugadores estrellas de esa posición.

Con el correr del tiempo después de pasar la meta de los 18 años de edad los dueños de equipos le montaron casería.  El primero que se interesó por sus servicios fue el equipo "AMÉRICA BBC" de Cagua, categoría  AA, dirigido por Rafael Esteban Kinsler. Luego decide marcharse a Barquisimeto contactado por los cazadores de talentos donde jugó con el legendario club "Yaracuy BBC",  de clasificación doble A, el cual contó con estrellas de la talla de El Negro José Croquer, un pelotero amateur que dio mucho que hablar a nivel nacional. Dice  el periodista Alonso Briceño, por haber visto la reseña en el diario "El Impulso" de Barquisimeto que Guillermo Infante, una vez fue sacado en hombros por la fanaticada del estadio de Barquisimeto, como si fuera un torero, por haber ganado un juego de campeonato lanzando y bateando.



Guillermo Infante. Foto cortesía de Editorial Miranda



Vivió años en Caracas por tanto era conocido en algunas parroquias. En la capital actuó  defendiendo la camiseta del equipo "Cartografía Nacional BBC" en máxima categoría AA, bajo la dirección de José Antonio Casanova, donde resaltan sus condiciones como pitcher y outfilder, ocasionalmente defendiendo el jardín izquierdo y ocupando la posición de quinto en la alineación por su poderío con el bate. Este equipo contó con los servicios del estelar Andrés Quintero, Blas Rodríguez, Gavilán Castillo, Juan Tovar de Portuguesa, Argenis Gil, José Manuel Tovar y Teodoro Obregón entre otros.
 
En 1949 fue contratado para jugar en una liga semi-profesional que se formó en la década del 40 en la capital de la República, dicha liga nació en parte con los jugadores que participaron en la serie mundial amateur celebrada en La Habana Cuba en 1941, obteniendo Venezuela el campeonato; .obviamente todavía no había  nacido la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP)..

Mucho se habló en la prensa deportiva caraqueña de aquella época, sobre un  un duelo de picheo entre Guillermo Infante y el estelar Nicolás Berbesia, en un memorable encuentro dominical entre los conjuntos "Pampero" y "Los Sapos", en donde El Negro Infante ganó pichando y bateando.

Una vez creada la Liga Venezolana de Beisbol Profesional LVBP fue firmado por Benito Torres "Mister Beni" para el equipo CERVECERÍA CARACAS BBC, fundado por Martin Tovar Lange, el cual desde 1952 pasó a ser denominado LEONES DEL CARACAS; donde precisamente tuvo como mánager a José Antonio Casanova; su sede fue el viejo estadio Cerveza Caracas de San Agustín,  Guillermo fue lanzador de este club, pero una seguidilla de veces fue utilizado como leftfilder para aprovechar su poderoso bateo. Entre sus compañeros de equipo se recuerdan los nombres de Guillermo Vento, Valentín Arévalo, Luís "mono" Zuloaga y Enrique Fonseca, unidos también en la amistad..

Tuvo también de compañero en el "CERVECERÍA CARACAS"  al unmortal campo corto Alfonso "Chico"  Carrasquel, quien desde que hizo su debut en el profesional  se convertiría en un símbolo del equipo y de su fanaticada. 

·"El Indio Infante" después de varias temporadas con el equipo  por propia voluntad se despidió del béisbol rentado. Deduce quien esto escribe que, su retiro ocurrió en aquella temporada cuando el equipo "CERVECERÍA CARACAS" le dijo adiós al entonces llamado "purocriollísmo". Lo que le impediría llegar mas lejos.

Luego de retirado y dar por finalizada su actuación en el béisbol profesional de Venezuela regresó a su patria chica,, en su Villa de Cura natal fue mánager del club "Ayacucho Star BBC· (segunda edición clasificación AA) que fue campeón estadal. Dirigió el equipo "La Criolla BBC" también AA, adosándose muchos triunfos en partidos invitacionales y campeonatos regionales, rivalizando con equipos como "INOS", "Intendencia Naval"  "Valdespino", de Caracas, "OSP" de Puerto Cabello,  "Vargas BBC" de Cagua,  "Buses Demócrata" de Palo Negro, con "Radio Maracay BBC", "Papelera BBC". Muchos fueron los juegos celebrados en el estadiun San Luis de La Aduana. Algunos testimonios señalan que Infante fue mánager y jugador a la vez.

Guillermo Infante pudo asumir sin pedírselo una actitud pedagógica, fue formador de una generación de peloteros del sector aficionado que le dieron brillo deportivo y renombre a la ciudad de Villa de Cura, entre ellos se destacaron Luís Manuel Hernández,  Emiliano Hernández, José Madero "Fumanchú", José Ramón Izzo, el lanzador Rafael "Cuzio" Rivero, Víctor Sánchez y su hermano Manuel Sánchez..

Ya retirado, se desempeña como eficiente funcionario el Instituto Nacional de Deportes para dar clínicas de picheo y bateo a los nuevos pinos que se estaban levantando en la ciudad de San Juan de los Morros. En ese entonces también cumplió el rol de mánager en la capital del Guárico. 

El estadio de Las Mercedes parroquia del municipio Zamora, por todas las virtudes que adornaron a este versátil pelotero villacurano fue bautizado con su nombre, el cual se llama "Estadio Guillermo Infante" gracias al interés que puso la dirigencia deportiva de la época. Como es harto sabido en la Parroquia Nuestra Señora de Las Mercedes nació un fervor que  hoy se mantiene por el legendario equipo "Campos Elías BBC". Se me informó que Infante siempre tuvo ligado a este equipo como dirigente, entrenador de jugadores, se mantuvo como mentor en la larga existencia de "Los bombarderos de Manuare".

El tiempo pasa rápido, corre de prisa, con el transcurrir de  los años  se agotan aquellos días placenteros de la juventud, la rueda del tiempo algún día se nos detiene. Por eso en la vida hay también que aprender a decir "adiós". La muerte como un águila con sus alas poderosas lo devolvió a la misma tierra en donde nació, el 7 de marzo de 2015, a los 88 años cumplidos. Que en paz descanse su alma. 

Nuestro propósito, a pesar del resguardo por el asunto de la pandemia que hace difícil la comunicación, fue lograr una ligera semblanza de este extraordinario villacurano, cumpliendo una meta que nos habíamos trazado hace tiempo.

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís/ julio 2021


Colaboradores:

René González Romero
José Saúl Rodríguez Infante
Félix Herrera
Revista Expresión /Dic-2001/ artículo de Alonso Briceño
Elio Martinez, coleccionista. 
Fotografía y publicación Ramón Alfredo Corniel