Nota acerca de la imagen: Al centro María Peralta, a su lado Cupertina Lugo, entre dos personas difícil de identificar. Las dos mijeres hicieron de la política un juego placentero. Foto colección Ramón Alfredo Corniel.
MARIA PERALTA Y CUPERTINA LUGO, EJEMPLO DE MADUREZ Y CONVIVENCIA POLÍTICA
Por Oscar Carrasquel
No pretendemos hacer valoración política con el presente trabajo, no es el estilo de esta columna. Aprendimos a contar cosas del pasado reciente. Es lo que nos anima. A mediados del pasado siglo xx albergaba la población de Villa de Cura un par de damas, hoy olvidadas entre tantos olvidos. Dos personajes de la cotidianidad de nuestro pueblo, que se mantuvieron tiempo metidas con cierta profundidad en la política. Poco a poco, como hoja que se lleva el viento fueron cobrando fama en la población.. Una de nombre María Peralta, y la otra, Cupertina Lugo, ya desaparecidas. Desde aquel entonces seguí de cerca su pasión partidista..Conocimos a Cupertina y a. Peralta, a la cual mi mamá le hacía calaches y le confeccionaba camisones para la Peregrinación.
La Negra María Peralta era militante de Acción Democrática, según su consigna el partido del
pueblo, que daba hasta los ojos en defensa de esta organización, y la segunda, Cupertina Lugo, que era capaz de ofrendar hasta la vida
por el partido COPEI. Ellas supieron manejar con inteligencia los matices de la política. Ninguna de las dos asumieron esta
actitud a cambio de regalías, puestos en el gobierno o prebendas, sino con un apasionamiento
desbordado por defender a sus líderes y respaldar un ideal. En el respeto, la convivencia y la tolerancia, estuvo la singularidad para superar obstáculos y diferencias de caracteres..
La pelea casi habitual entre ellas se centraba
frenéticamente en discusiones como un par de chiquillas, sin ofenderse, defendiendo cada una su
partido. Ambos personajes gozaban, rabiaban, lloraban y se reían, siempre
planteando su antagonismo, pero sin necesidad de irse de las manos. Una y otra de
características propias y un lenguaje coloquial no agrio. Voy a procurar describirlas y de contar, no
anécdotas, sino algunas de las cosas de su vida, con certeza.
MARÍA PERALTA
Seguro muchos la conocieron. Al principio llegaba de transeúnte. Buena como pocas y humilde en exceso, alta, delgada, de piel oscura, pelo canoso enroscado, era mujer rezandera, le servía a la Iglesia católica,
formada en el campo en labores agrícolas, le fascinaba reírse a carcajadas, usaba un par de zapatos Keds ; llevaba una pañoleta blanca tapándole la cabeza. Su lugar nativo según don Juan Colmenares fue un vecindario rural
llamado "La Ceniza", en jurisdicción del antiguo Distrito Zamora del estado Aragua, capital Villa de Cura. Bajaba de aquella cima
vestida de largo camisón de crehuela blanco, atravesando campos y veredas, montada sobre un burrito pardo, con las canillas juntas colgándole del lado izquierdo. Era costumbre de su lenguaje llamar "ñero" o "compañero", al primero que se topara con ella en el camino y en el perímetro urbano.
Andaba con el marido, ella encaramada en el burrito y él atrás servía de arreador, un hombre de voz ronca, pálido, de ojos azulinos, su nombre Heriberto
Carrizalez. Un labriego que cuando venía al pueblo se ponía blusa y pantalón
blanco, sombrero de media ala blanco y alpargatas suela de goma- para no perderse las sesiones que se daban en la
casa de su partido AD en la calle Miranda, que se celebraban todos los fines de semana. En toda la esquina de la calle Miranda, cruce con Dr Manzo, donde funciona hoy la "Licorería Los Hermanos".
La pareja se entregaba al furor de los bailes de
joropo aragüeño, la música la dibujaba Saturno Linero que llegaba de El Cortijo, cantando Quintín Duarte. Saturno y Quintín eran compañeros de partido de la señora Peralta. La fiesta se daba en la casa del partido Acción
Democrática, en un salón grande y aireado, poco después de haberse realizado el acto
político. Día domingo a plena luz del día, con más frecuencia que cualquier otro
día de la semana. El Secretario General Seccional Zamora de AD para la época
era el conocido médico internista y parlamentario José María Carabaño Tosta. En 1947 que llegó de visita don Rómulo Gallegos a la Villa, se bajó del auto en el sito "Las Rosas" donde lo esperaban. En una fotografía inédita aparece María Peralta. Por cierto, copio las primeras palabras pronunciadas por el Presidente Gallegos, bajando del auto: "Vengo a mi terruño donde reposan las cenizas de mis ancestros villacuranos" (de la obra del escritor Gutierrez Hurtado). .
Lo cierto es que tanto María como Heriberto compartían su militancia y su espíritu festivo con todos sus compañeros de
partido. No se perdían una reunión, una marcha en grupo, un maratónico mitin o una concentración; ella. meciendo en su mano derecha
una banderola blanca. Y el marido, un pendón con un retrato gigante de Rómulo Gallegos.
De pronto compartían una que otra comelona en AD donde se bebía guarapo de limonada endulzado con papelón. La pareja pasaba la noche en casa de algún compañero de partido en La Villa, hasta que lograron vivienda propia en el sector Los Tanques. En la calle se le oía repetir. ”Adeca hasta la muerte”, con
una absoluta fidelidad a sus máximos líderes Rómulo Betancourt y Rómulo Gallegos..Ambos gobernaron a Venezuela.
CUPERTINA LUGO
La conocí en casa de don Aníbal Martínez, casado con una PIno. La señora Cupertina Lugo, era una mujer de mucha
nobleza, con un corazón hecho de bondad, católica toda su vida, de mucho
temple. Necesitaba del auxilio de anteojos.. Era hacedora de tortas por encargo, dulcería de todo tipo y de arepas asadas para la venta. No tenía ni un pelo de intelectual, pero tampoco de tonta. Siempre andaba en permanente movimiento por la calle. Donde quiera que llegaba nunca ocultaba su color político,
incansable; insistente, su desvelo por su militancia copeyana, andaba muchas
veces vestida completa de color verde, que mostraba con ganas donde quiera que llegaba. "Compeyana hasta que Dios decida otra cosa", ésta era su consigna..
Además de todo esto, cuéntase que laboró como empleada
doméstica en la casa de familia del máximo líder de Copei doctor Rafael
Caldera, Presidente de la República en dos periodos democráticos, quien tenia su residencia en la Urbanización Los Chorros al Este
de Caracas en la quinta “Tinajero”. Es de suponer que era mujer de confianza de
la familia Caldera-Pietri, cocinó y le sirvió mesa a sus antiguos patronos y a
muchas personalidades y dirigentes nacionales y regionales de su partido.
En otra ocasión en la cual el pueblo de Villa de Cura recibió la visita del presidente doctor Rafael Caldera, me cuentan que fue muy
emocionante y aplaudido el momento, cuando se confundieron el Presidente de la República y Cupertina en un solo abrazo y una breve conversación. Jamás Cupertina se sintió tan
alegre como en esa ocasión.
Una escena similar se vivió el año 68 cuando el doctor Luis Herrera Campins dio un mitin en La Villa en campaña electoral en la Plaza Miranda. Al salir y terminar el acto se entregaron el candidato y Cupertina en una amena conversación, ya que se conocían desde antes.
La casa del partido verde en Villa de Cura se encontraba
situada en la calle Comercio a pocos pasos de la Casa Parroquial, el jefe de
esa tolda política en el Distrito Zamora era el señor Pedro Pablo Poleo y
después lo fue don Aníbal Martínez. Apenas abrían la puerta, allí
estaba doña Cupertina penetrando a la casa de su partido con beneplácito, un día cualquiera de la semana.
DOS PERSONAJES QUERIDAS DE MI PUEBLO
María Peralta y Cupertina Lugo fueron personajes míticos, de coraje, que a pesar de su humildad, sin ninguna preparación demostraron que las diferencias de carácter político no deben hacen perder el dominio de la síntesis y la razón,
Hemos evocado a dos seres humanos tan llenas de sencillez, que creyentes con éxito en el respeto, la paz y la tolerancia. Se aceptaron, compartieron, conversaron; quizá cuando la política era más seria y producía resultados para el pueblo.. Ambas muy queridas y respetadas en el seno de nuestra sociedad.
Luego de tantas alegrías y vicisitudes en la vida murieron. Primero María cayó enferma, y mucho después se fue yendo Cupertina, dos seres de alma buena, llenas de fe, honestas, sin arrogancia. .Sus restos reposan en el viejo cementerio municipal de la calle Comercio de La Villa.
Que Dios las tenga en la Gloria.
Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis, agosto de 2018
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