LA COMETA
a mis biznietos Avril y Gonzalo, dedico,
Por Oscar
Carrasquel
Te fuiste a volar en silencio
una tarde de abril
antes de los aguaceros de mayo
Te vi jugar
con la sombra de una nube
columpiando de espaldas al cielo
columpiando de espaldas al cielo
Pareces pintada por Dios
en una hoja de cuaderno
en una hoja de cuaderno
como el primer dibujo un niño
Juguete de mi niñez
dándole zancadillas al viento
atrapada
por el túnel de la brisa
Bajas, subes, rebotas,
abres tus frágiles alas,
sacudes tus jirones de trapo
moviendo la colita
Libre, suspiras lejanías
como un pájaro sin jaula
en un cielo fatigado de azul
y de pinceladas blancas
Te posas en silencio
en los espacios siderales
Te sostienes en el aire
igual que una gaviota
de nuestros mares
de nuestros mares
Mariposeas
jugando con la brisa
jadeas, planeas
El hilo se rompe en la mitad,
y desde arriba
te hundes en el espacio
te hundes en el espacio
Desde aquí te veo
¿triste o alegre?
balanceando en lo alto
¿triste o alegre?
balanceando en lo alto
enredada en el cable de la luz.
La Villa de San Luis, verano 2020
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