Henry José Quiñones.
Por Oscar Carrasquel
Quién más que el señor Henry José Quiñones para hablar de lo
que es la música bailable, del trato y del conocimiento de un famoso conjunto
orquestal con el cual recorrió pueblos y ciudades llevando la musiquita y la rumba al público de diversos salones de fiestas de Caracas y de toda la geografía de Venezuela, dondequiera que la orquesta había sido contratada para un festejos..
Henry José Quiñones es nacido en Villa de Cura, un ser bien formado, el primer
hijo de doña Carmen Quiñones, una laboriosa y aguerrida mujer apureña nacida a la orilla del río Matiyure, de Achaguas, estado Apure, que dicho sea de paso es comadre de quien esto escribe. La familia Quiñones ha vivido siempre atrincherada
en un apacible hogar de la calle Páez, en el consentido paisaje del sector Las Tablitas
centro de Villa de Cura.
Antes de los 18 años se desentendió de los estudios y se hizo conductor de vehículos automotores, desde muy joven sabe lo que es trabajar y el valor del esfuerzo. Hoy en
día es uno de los autobuseros, por cuenta propia, de los más populares que se
conocen en Villa de Cura y toda la región del centro. Ser dueño y conductor de un autobús ejecutivo ha sido una de sus más preciosas cualidades.
En el año 2002 se produjo la entrevista con por el conocido empresario Luis Frometa, sucesor del maestro dominicano Luis María Frometa, creador de "La orquesta más popular de Venezuela", fallecido en 1988, fue avisado para que se encargara como “Trailero” de la orquesta Billos Caracas Boys. Labor que consistía en transportar el personal en su unidad autobusera, el mismo que se encarga de transportar los instrumentos del conjunto bailable, así como a los integrantes de la orquesta hasta el lugar dónde tenía que viajar la prestigiosa banda para realizar una fiesta.
Quiñones recuerda como si fuera hoy las primeras normas impartidas por su contratante: “Este es un trabajo de mucha responsabilidad tienes que ser muy puntual y disciplinado”. De todo esto, y de ser un hombre honrado, y mucho más, tuvo lecciones en la vida por tradición familiar desde que era un imberbe, y aún mantiene esos principios..
Henry José Quiñones, es un hombre responsable y de mucho carácter, no fue músico como tal, ni cosa que se le parezca, pero en cambio, le tocó vivir día a día la música, viéndola y oyéndola en los salones de baile donde hacía magia. Tiene mucho que contar de la vida musical de la década del año dos mil en adelante, y del mundo bailador; cuando le correspondió durante más de seis años trasladar de un lugar a otro, y de recorrer junto con los músicos de la Billos Caracas Boys, pueblos y ciudades dónde tenía baile la prestigiosa orquesta caraqueña..Entre los itinerarios más significativos viajó con la orquesta por carreteras de países circunvecinos entre ellos Colombia, tuvo la oportunidad de viajar con la orquesta a la República de Brasil, a donde estos embajadores llevaron su espectáculo.
Y es que la música bailable ha andado con sus ritmos y sonidos de la mano de Henry José
Quiñones. Viajó, rodó muchísimo por carreteras. Esta labor la realizó también, en otra época, con la orquesta Los Melódicos, otra de las mas importantes del siglo xx, fundada y
dirigida por el Maestro Renato Capriles. ---"Él me llamaba y yo le mudaba la
orquesta de un lugar a otro, todos los músicos me conocían”.
En este trabajo no hay que tener pereza. Era
común pasar horas y horas de trasnocho, disponer solo del tiempo
necesario para comer y tomar una tacita de café negro, y pasar unas horas
descansando en los hoteles. Ahí en esa organización musical dejó Quiñones unos cuantos años de su vida, sin embargo, le proporcionó muchas satisfacciones.
Cuenta Quiñones que, a cualquier hora que la orquesta terminara de tocar el último set, había que tener revisado y equipado el autobús para salir para
otro destino donde tenía compromiso el conjunto. Los músicos descansaban y
dormían durante el trayecto. El “Trailero” villacurano Quiñones, dice que nunca tuvo mayores tropiezos en la vía,
gracias a Dios. Bien se sabe que las
carreteras y autopistas para Ciudad Bolívar, oriente, occidente y el centro del
país, en ese entonces siempre estaban libres
de huecos y baches. La Isla de Margarita, Puerto La Cruz y Maracaibo fueron otros de
sus destinos.
El autobús tenía que andar siempre bien pulido, pulcro y el autobusista bien arreglado al vestir y de
trato amable, cortés. Era costumbre que aquel
grupo de hombres serios, pero de buen humor, músicos, y
cantantes que allí llegaban, guardaran consideración y respeto al conductor del
autobús, por el carisma de compañerismo que poseían y por honestidad del conductor. Tampoco faltaban los
chistes, anécdotas y parodias durante el viaje.
El hombre andaba para todas partes rodeado de músicos y cantantes. Fueron tantos que tocaría escribir un libro nombrarlos a todos. Siempre le quedó la satisfacción de conocer a muchos artistas que participaron en la Billos que le
dieron buen trato; cuenta de tantos artistas que conoció, a los cantantes Ely Méndez y Memo
Morales, ya fallecidos, y otros músicos muertos y vivos de la época de oro de la orquesta.
Pero como todo tiene su tiempo, el maestro Henry José Quiñones se retiró voluntariamente por razones diversas buscando pasar más tiempo con la familia. Ya prácticamente tiene firmado un armisticio para no conducir por los
momentos autobuses de pasajeros, hoy en día con mucha humildad, empeño y
esfuerzo, luchando contra las adversidades de la crisis, es chófer de un transporte
de carga de insumos para proveer negocios y mercados en todo el estado Aragua.
Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, septiembre 2021
Fotografía Ramón Alfredo Corniel