lunes, 15 de julio de 2019

DON OSCAR SALVATIERRA FUNDADOR DEL ANTIGUO “BAR GUÁRICO”

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Venimos en esta oportunidad a hablarles sobre otra de las cantinas más antiguas fundadas en Villa de Cura en el pasado siglo XX, reinante todavía; la presentamos y ponderamos como un sitio popular de esparcimiento de los lugareños, ya que forma parte de la memoria de nuestro pueblo y de la representatividad que significa para el colectivo en general.

Este rinconcito conocido por casi toda la población con el nombre de “Bar Guárico” fue fundado por nuestro coterráneo don Oscar Salvatierra, un hombre de trabajo intenso, comerciante y muy conocedor de la evolución del comercio de su pueblo. El botiquín toma este nombre porque casualmente abrió sus puertas en la antiguamente nombrada calle “Guárico”, sector “Aragüita”, en la parte este de la ciudad de Villa de Cura.

La nomenclatura de la calle fue cambiada por el Concejo Municipal en la década de los 80, y a partir de esa oportunidad se denomina hasta los tiempos como calle “Rafael Bolívar Coronado”, como se sabe, para tributar homenaje al compositor del inmortal joropo “Alma Llanera”. No obstante, un amigo tan amplio y estudioso como es don Miguel Alayòn, vecino del sector que trabajó un tiempo a las órdenes de Salvatierra, dice que la gente no se ha podido acostumbrar a este nombre tan largo y sigue nombrándola como “calle Guárico”.

Como se recordará don Oscar Salvatierra fue en los años 50 prominente figura del comercio local, fundador también de uno de los primeros almacenes mayorista de víveres en La Villa, además fue pulpero, abrió bodegas cuando todo era barato en los barrios aledaños que eran pocos en aquella época, responsabilidad que llevó con orgullo y gran pasión. Aficionado al deporte en especial a béisbol y asiduo colaborador con este genero deportivo.

Cómo no reconocerle a don Oscar Salvatierra que quiso mucho a su tierra y mantuvo la popularidad de este establecimiento toda su vida, desde hace más de seis décadas. Todo el mundo sabe dónde queda, en una de las esquinas del barrio “Aragüita”, en una casa de paredes de bahareque, casi llegando al Club Social “Los Amigos”, un poquito más allá de la quebrada “Curita” que a veces corre debajo de un puente con un sonido melodioso. Se llega en coche o caminando despacio buscando”El Calvario”.

Allí está todavía su obra en su mismo sitio; la gente que asiste a este negocio se siente como si estuviera en su casa; este es el secreto para que siempre se encuentre lleno de parroquianos. La calle Guárico en aquella época era empedrada y polvorienta y en las noches semi oscura. Hay que reconocer que en aquellos lejanos días ésta plácida calle era transitada por arreos y carretas de mula.

Recién abierto había en su patio de fresca sombra una gallera de madera donde se prendían los desafíos de gallos de raza los fines de semana; pasado cierto tiempo fue cancha para jugar bolas criollas, y ahora salón con su variedad se servicios, donde se sorbe la espumosa bien helada y una diversidad de bebidas espirituosas, con sus mesas para jugar dominó y banquetas de madera rústica. A veces llegan juglares a cantar al son de guitarras y entonces la rokola o el equipo de sonido queda en silencio.

Después de fallecido don Oscar Salvatierra ahora quedó a cargo su nieto Carlos Salvatierra quien desde pequeño tuvo la dicha de trabajar a su lado. En su amplio local concurre gente que habita los cuatro puntos cardinales de la población villacurana. Solaz para el que llega a visitarlo de fuera, de puertas siempre abiertas para sanas reuniones de gente de todos los rangos sociales. El problema de hoy día es el horario de trabajo restringido por la inseguridad.

Siempre se ha dicho que allí en la cantina “Guárico” de Salvatierra, usted se siente como en familia. Hemos tenido el placer de visitarlo hace unos largos años en una tarde con sol, hasta entrada la noche. Grato gusto recordar que yo andaba en compañía del acucioso periodista José Seijas Alayòn, del profesor Ramón Vásquez y del poeta “JM” Morgado. Don Oscar, el dueño, en esa ocasión nos recibió cordialísimo con su don de gente que lo caracterizaba.

Comprendemos que es sustancial y de gran interés reflexionar sobre la utilidad de estos lugares de esparcimiento de nuestra idiosincrasia pueblerina. Creemos que la vida hay que mirarla y gozarla también desde las cosas aparentemente simples, pero que dan entusiasmo y alegría al espíritu.

Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis, 05 de julio 2019

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 Esquina donde está ubicado el Bar Guárico en Villa de Cura. 
Óleo del artista plástico villacurano Cejota

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