Sencillote, familiero, distinguida persona en el acontecer político, social y deportivo, por su bonhomía querido por todo el mundo. Así era Pedro
Ezequiel González o Don Pedro a secas, como se le conoció. Fue
bastante prolija la existencia de este viejo solar villacurano cuyo nombre de pila era Pedro Ezequiel González Martínez, Tranquilos y felices debieron de transcurrir los lejanos años
de su niñez en su casa paterna, allá en el hogar de la calle Comercio sector La Alameda de Villa de Cura.
Realizó
estudios de primaria en su pueblo natal en la escuela básica Arístides
Rojas, la cual este año 2019 ya pasa de
las nueve décadas de fundada. .Aprendió la contabilidad y mecanografía y otras materias de la carrera de Comercio en la escuela de Artes y Oficios de Villa de Cura hoy Instituto Leoncio Martínez.
Su lugar de
nacimiento fue Villa de Cura el 10 de abril de 1921. Sus padres fueron don Arístides González y
doña Josefa Matilde Martínez Peña. Los hijos habidos de esta unión fueron
cuatro: Pedro Ezequiel González, Josefina González, casada con don Julián Martínez; Irma Aminta González,
casada con don Luis Manuel Botello Rumbos, y la menor de los hermanos Yolanda Guillermina González, ésta última no
tomó estado, de profesión Tipógrafa.
Su padre era un pequeño comerciante que poseyó una pulpería en una
casa solariega, aquellas bodegas cuya estantería de madera llegaba hasta el techo y vendía artículos mixtos, ubicada
en la calle Comercio debajo de una
arboleda de samanes y bosques frutales en la Alameda Crespo.
Pedro Ezequiel González casó el año 1939 con la villacurana
Hilda Romero de González. De esta unión nacieron: Pedro Domingo, Juan Vladimir,
José Arístides, Walfredo de los Reyes, Dadila Yajanira, René Alcibíades,
Vladimir, Rosa Matilde y Rebeca del Rosario. Don Pedro Ezequiel fue padre también de nuestros amigos Ivonne Peña, Pedro Baltasar Peña, Demóstenes Argimiro Peña e Iris Peña.
Muy útil y bondadoso en el amor por los niños y diciendo "presente" como animador donde hubiera una vendimia o un acto a favor de una persona necesitada, solo con espíritu de servicio. En lo particular, don Pedro siempre fue un hombre de trato sencillo, campechano, enfrentó la vida con alegría sin pensar lo que iba a pasar el siguiente día.
Con su
progenitor aprendió el oficio de bodeguero. Pedro Ezequiel poseía
desde muy pequeño vocación de comerciante, su padre lo encaminó a abrir una bodega de aquellas de la ñapa y el fiado, cometido que compartía con su esposa Hilda, especialista ella en el
cuido de sus hijos y el hogar pero ayudaba en la atención del pequeño negocio, la fundó por la calle Juan de Dios Agraz, en lo que se conoce hoy como esquina “La Muchachera”.
Fue un hombre siempre aferrado al trabajo con el
cual pudo sostener y levantar a su familia, poseyó una elegante caligrafía y
mejor ortografía, muy amigo de mi padre José Eugenio Carrasquel, sabía escribir en maquina con los dedos indices. Ejerció como facturador de despacho de
mercancías en un almacén mayorista situado en
la calle Bolívar, cuyo dueño era don José Rafael Hernández Pérez, también ejerció
en otros establecimientos la especialidad de la contabilidad. .
Sus instintos de inteligencia lo llevaron al
periodismo, colaboró como columnista en la Revista Expresión, el quincenario El Vigía, El
Unitario y en el periódico humorístico “El Cotejo Mocho” suscrivía una columna humoristica con el titulo de "Con la piña debajo del brazo". Corresponsal de diarios regionales en el renglón deportivo . Sus crónicas deportivas y sociales siempre fueron
frescas, utilizaba el sinónimo PEGOM para refrendarlas. Tuvo en suerte tener amigos con
gente relacionada en el mundo de la Comunicación Social, amigo de: Jesús
Ghersy, Parminio González, Jesús Bandres, Luís Evaristo Ramírez, Luís Alberto. Contreras, Federico Leon Torres, Carlos Cortez Mota, Raúl
Osorio, Inocencio Adames Chencho, Rafael H. Medina, Tito Sierra Santamaría,
Oldman Botello (su sobrino), Miguel Quintana Delgado,y el educador gracitano Próspero
Infante, entre otros.
Especialista
en organizar y promover homenajes y eventos deportivos. en los años 50 y 60 cuando estaban en su apogeo los equipos "Campo Elías", "Cerveza Caracas", "Araguita" y "Las Tablitas". En los años de su juventud jugó
pelota béisbol clase amateur con el poderoso club “San Luis BBC”, “Los 9 BBC,”, y jugó softbol con el equipo “Los Eternos”. Fue fundador de los equipos de softbol "Los Halcones" y "Piratas". Participó en las llamadas "caimaneras" que se realizaban en el
campo de La Aduana y el estadio Ramón María Acosta de Villa de Cura, figuró siempre como pitcher de
gran clase y muy temible en una caja de bateo. Lo metían los estrategas a cubrir la tercera base..
De su vieja
militancia urredista tuvo
amistad y vínculos con encumbrados jefes políticos que se desplegaron en la clandestinidad, por ese motivo sufrió persecución y
detenciones cuando la dictadura perejimenista... En 1958 a raíz de la caída del
gobierno de Marcos Pérez Jiménez formó parte de la Junta Patriotica en representación del partido URD. En una de las elecciones fue presidente de
la Junta Electoral Municipal Zamora y en otra ocasión designado Secretario de
la Circunscripción Militar. Por sus conocimientos y acumulación de méritos fue designado Administrador de Rentas Municipales del Distrito Zamora, por la Cámara
Municipal presidida por el señor José Tomás Ojeda. Cargo que desempeñó con probidad y rectitud.
.
Escribiente. Conocedor de
códigos y resoluciones y empapado en la teoría del derecho. Un auténtico autodidacta que
absorbió casi todos los conocimientos del Derecho, tanto en lo civil como mercantil. Un hombre muy estudioso leía textos relacionados con esta temática. Redactaba
todo tipo de documentos. Con la ayuda de eminentes juristas de Villa de Cura, San Juan de los Morros y Maracay montó una Gestoría judicial en su propia casa de habitación para trámite
de documentos en Tribunales y Notarias Públicas. Abría la puerta de su oficina
todos los días laborables. Bien temprano
se levantaba a comprar los periódico del día que leía íntegros recostado a un silleta frente a su
oficina. Por décadas se mantuvo en este oficio.
Laboró en
organismos privados por años, fue Secretario Ejecutivo de la Cámara de Comercio y Producción de Villa
de Cura; funcionario de la Asociación Agropecuaria del estado Aragua capitulo
Zamora y secretario de la Asociación Regional de Ganaderos del mismo Distrito.
Se destacó en la narración y en el rol de comentarista con estilo propio, con habilidad para describir un juego de pelota desde la caseta de trasmisión del estadio
Ramón María Acosta. Lo que hacía que el publico disfrutara mejor el juego. En aquella atmósfera fue mentor de la gran mayoría de narradores como José Alí Moleiro, Francisco Matute Padrón, Víctor Córdoba, Eleazar
Rodríguez Vargas, Eladio Piñango, Bernardo "Niche" González y Juan Manzano.
Por su gran experiencia participó muchas veces como organizador de torneos de béisbol locales en todas las categorías, no hay que
soslayar que el béisbol villacurano tomó fuerzas por sus aportes. Fue
comisionado deportivo del Instituto Nacional del Deporte y presidente de la Liga
de Beisbol Amateur del Distriro Zamora, afiliada al Instituto Nacional del deporte (IND), junto con Víctor Martínez y Luis Almeida, . Siempre pudimos oír frases
de respeto y admiración hacia él por parte de la profesora Carmencita Hernández Paradisi, muy conocida por su incursión en la dirección del deporte venezolano y suramericano.
Se hizo
acreedor de placas, diplomas y reconocimientos por su gran labor deportiva en la ciudad
de Villa de Cura en diferentes torneos y campeonatos. En las paredes de su oficina exhibía
sus diplomas. Pero además fue impulsor y animador de fiestas patronales y
religiosas en la Villa y en la parroquia Nuestra Señora de las Mercedes.
Orador y
presentador en actos públicos y eventos culturales y deportivos. Humorista privilegiado y contador de chistes en el
compartir entre amigos. Más de una vez fue
redactor del documento testamentario de la quema del traidor Judas
Iscariote, rodeado de muchas jocosidad, al final de la Semana Santa..
Aquí en Villa
de Cura en donde nació, creció e hizo familia cosechó innumerables amistades y
compadrazgos en todos los sectores. Trataba igual el pobre que el de mayores rango. En ese tiempo no
había enemistad por cuestiones políticas ni la chocante diferencias de carácter
social. Sus actuaciones se multiplicaron en diferentes realizaciones y direcciones.
Cristiano
católico fue siempre su manifestación espiritual, por ello no era difícil
distinguir su presencia cuando se dirigía a la Iglesia San Luis a la Eucaristía dominical. Nunca ocupaba asiento
en los bancos de la iglesia, siempre en sus manos se le veía llevar una silla plegable de aluminio para oir la misa. Quién no lo va a recordar en las procesiones de Semana Santa y la Peregrinación, acompañando los actos litúrgicos..
Los fines de semana, a veces, se iba de farra
y libaba sus espumosas, narraba los juegos de pelota y en las canchas los torneos de bolas
criollas. Una de sus virtudes es que poseía una voz fuerte
para cantar, ostentaba un magnifico repertorio de boleros para alegrar el ambiente; cantó en algunos espectáculos, en cumpleaños y reuniones familiares, y era aficionado a dar serenatas a
la hermosura de la mujer villacurana,
quebrantando el silencio en las noches de luna clara. Muchas veces lo vimos
ubicado frente de una ventana, acompañado de una guitarra grande. El popular Gustavo Niazoa “Chingolo” con un cuatrico en las
manos era prácticamente su carnal.
Don Pedro tenía una cualidad muy particular. Vivía la vida con humorismo, tenía gusto por las bromas. . Según contaba su compadre el poeta José Manuel Morgado; una vez
un grupo de vecinos le fueron a solicitar la firma para respaldar una protesta porque iban a abrir una
tasca cerca de su casa, y Pedro Ezequiel les respondió que lamentablemente no podía porque ya había firmado
para que la pusieran.
Por nuestra parte tuvimos la
feliz satisfacción de conocerlo y quererlo como un hermano mayor, lo recuerdo con una gran fortaleza de hombre
respetado y admirado, gran humorista, formado en la universidad de la vida, por eso no tuvimos ninguna dificultad para
redactar esta demorada nota, al contrario fue un verdadero goce del espíritu.
Lo visitamos
innumerables veces en su casa, compartimos reuniones, tertuliamos, levantamos
copas juntos, inventamos serenatas en la alta noche; y nos sentamos muchas veces
a comer y tomarnos una taza de café con leche en la misma mesa. servida por doña Hilda-.
Pedro Ezequiel González, el concejal Neptalí Cabrera y el Presidente de la Cámara José Tomás Ojeda
Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis, octubre 2019
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