LAS CHUCHERIAS Y GOLOSINAS DE MODA EN NUESTRA ÉPOCA

 

LAS CHUCHERIAS Y GOLOSINAS  DE NUESTRA ÉPOCA

Por Oscar Carrasquel

En más de una ocasión en esta columna hemos escrito sobre la dulcería criolla villacurana. Sobre los Aliados y  los insuperables “caramelos de papelón”, orgullo de la gran cocina en Villa de Cura;  pero nunca hablamos de las golosina de otras épocas, preferidas y perseguidas por los niños y niñas de Villa de Cura y del mundo. Hay quien mira con indiferencia estas cosas sencillas con sabor a pueblo, pero estoy seguro que hay  otros que lo leen y se acuerdan con goce en el corazón. Para seguir endulzando la vida. Y porque me acordé cuando yo visitaba las bodegas, y de recordar aquellos frascos bocones sobre el mostrador que  cunado le abrían para la ñapa despedían olor a caramelo.

Aparte de los helados de carrito, los infantes tenían gusto por las chucherías y algunos caramelos  y golosinas nacionales e importadas que en aquel tiempo eran de facilísima adquisición; los consumía un niño o niña de cualquier condición económica. Por esta razón los que fuimos niños y también los adultos los gustábamos cualquier día, en  distintas ocasiones y celebraciones, lo considerábamos una dicha.

Se conseguían en cualquier pulpería, kiosco, y a la entrada del cine y no era necesario cargar billetes con la cara de Jorge Washington, ni tarjetas plásticas de bancos. A La Villa los traían en especial los agentes viajeros de empresas de Caracas, de la industria nacional y procedentes de importadores de Cúcuta, Puerto La Cruz, y Margarita para surtir a su clientela. Hay nombres de golosinas y chucherías muy prestigiosos. De por allá de los años 50 y un poco más adelante traemos algunas...Los ricos conocimientos del escrito Miguel Peña del diario El Impulso de Barquisimeto con su exquisita memoria nos hizo hizo recordar marcas y métodos para la inspiración de este articulo..

La golosina que más reinaba en los paladares era una barrita de chocolate relleno con avellanas y almendra;  le sigue el  Cricri,   Toronto,  Bolero, Dorito, Ping Pong en bolsitas, Pepito,  el  Cocosette corriente,  había otro llamado Cocosette sándwich;  paqueticos de galletas Oreo, recuerdo que uno se gozaba primero el relleno; caramelos de coco; caramelos Halls de puro mentol… El conocido Life Salver o Salvavidas, venía en tubitos de 12 rueditas de diferentes sabores,  la Chocomenta,  con sabor a menta; ademas de Pentro.  Los Mints, eran unos chiclet en miniatura  que uno se los llevaba a la boca por puñados; Vaca Vieja, un caramelo blando de chocolate; caramelos de café;  Fruna, chupetas Boom Boom de diferentes formas, tamaños y sabores; recuerdo barquillas, no de helado sino de suspiro.

Los chicles Adams con sabor a yerbabuena, menta,  canela, naranja y demás frutas; el  Papaupa que traía una goma para hacer globos mientras se miraba una película; las  Gomitas eran  de consistencia blanda y al masticarlas se adherían a las muelas; cotufas de maíz de copo y otras cubiertas de miel; tostones y tostoncitos, Pepitos, Chees Gues,, Cheese tris, además de galletas de María y galletas Club Social. También eran exquisitos los caramelos de azúcar envueltos en papel celofán.

Comentario aparte merecen unos caramelos de licor para los más grandes que traían una pizca de whisky, ron pampero o anís el mono. Yo los llegué a conocer y probar, pero de verdad el dato me lo refrescó mi amigo Ramón Alfredo Corniel. El maní salado en bolsitas le gustaba mucho a los niños pero las personas mayores lo usaban de pasa palo. 

En tiempos modernistas es un verdadero lujo, se perdieron estas golosinas del gusto de la mayoría de los niños y adultos, hoy se adquieren en panaderías, supermercados, negocios de chinos. Y muy  especialmente en Confiterías  para cumpleaños y otras ocasiones, en arreglos florales, además de globos con mensajes personalizados y otros detalles, con el añadido que te  lo llevan a cualquier parte por un moderno método llamado Delivery

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, 2021.