DOÑA JUANITA CASTILLO DE OLIVEROS.ELABORADORA DE PIÑATAS Y ARREGLOS FLORALES :
Por Oscar Carrasquel
Bueno es
recordar el tiempo ido y retrotraer nuestras viejas costumbres y tradiciones, sobretodo aquellas personas que con su accionar y su talento hasta el final le dieron realce a la tierra que nos vio nacer. Hay muchas cosas que
contar sobre la historia de las artesanos en Villa de Cura, basta tender la mirada por la periferia de la ciudad para darse cuenta sobre la infinidad de personas que derrocharon su arte, realizaron cualquier
actividad en beneficio del interés colectivo y aprovecharon su trabajo para ganar
algún dinerito, que les servía para granjearse el sustento, y ayudaron a levantar a una familia.
Quien tenga interés y la delicadeza de buscar momentos vividos, puede preguntar en la calle Guárico, como quien sube para el sector La Represa, sobre el historial y característica humana de doña Juana Castillo
de Oliveros. Ya ella no está, falleció en 2012 cuando contaba 98 años de edad. Aunque la creamos lejos en esta casa están sus reminiscencias, viven sus descendientes...Un día decidimos acercarnos para conocer y divulgar algunas de sus vivencias. Había nacido Juana Castillo en Villa de Cura en 1914.
Cómo olvidar que doña Juanita, como era conocida en el sector, fue una referencia silenciosa de mujer trabajadora, de esas mujeres de temple, llena de fe y esperanza, la gente que deseaba conocer y adquirir su artesanía le bastaba con transitar la calle Guárico (hoy Rafael Bolívar Coronado), sencillamente en una noble casa de tejas al frente a U.E.E. Simón Rodríguez, donde se ubicaba su residencia familiar,
y seguro se iba a topar con una de las artesanas hacedora de piñatas más relevantes de Villa de Cura. La sala-recibo de su casa siempre estaba lleno de piñatas.
Su labor consistía
en elaborar piñatas para cumpleaños y fiestas infantiles, las hacía con la
figura y versiones fidedignas como de Dumbo, Pluto, Mickey, (remedo de personajes del legendario dibujante Walt Disney), también figuras de muñecos, camiones, aeroplanos y helicópteros que parecían de verdad; así como imitación de latas
y envases de refrescos, cerveza y otras características. Confeccionaba arreglos florales y buqué de novias, fabricaba papagayos, barriletes y cometas; aprendió a confeccionar trajes y
máscaras de disfraces para comparsas de carnaval con sus atractivos colores y diseños.
Sus arreglos florales recorrieron fiestas patronales de pueblos y ferias en ciudades en diferentes partes del país, sirvieron para decorar salones de reuniones, bautizos,
cumpleaños, así como hacer detalles para celebraciones del "día de la madre" y "día del padre". Eso sin contar que tuvo la costumbre de colocar para la venta sus diseños de piñatas y arreglos en tiendas y comercios de Villa de Cura, pero también las
fabricaba por encargo en el tamaño y diseño que escogiera
el cliente, para ello tenía un muestrario siempre abierto en el extremo de un mesón para comodidad de la escogencia, algunos clientes confiaban en su capacidad creadora, lo relegaban al criterio de ella.
Doña Juanita fue una mujer emprendedora, productiva, trabajaba en su propia casa. En una pieza acondicionada tenía su taller, debajo de un tinglado de planchones de
zinc, . En estos
menesteres trabajó desde muy joven cuando el papel moneda tenía una
mayor fortaleza.
Esta dulce mujer, primeramente comenzó
haciendo piñatas tamaño estándar y de diferentes modelos, posteriormente las
fabricaba tamaño gigante. Ella se caracterizaba y esforzaba en atender bien a su
clientela, muy a pesar de que los costos subían cada cierto tiempo.
No se puede dejar de mencionarse el comportamiento solidario de doña Juanita Castillo de
Oliveros en el sector en donde luchó toda su existencia, pero quizá lo más importante
fue su acendrado amor por la familia y el cariño y respeto que recibió siempre por parte de la colectividad villacurana. Apadrinó a muchos niños de la barriada y de otros sectores en La Villa. Personas que la conocieron muy bien testimonian que se admiró mucho su labor. Se supo ganar la estimación de
todos los villacuranos y los de fuera, por tanto aporte, esfuerzo y dedicación al trabajo que puso en practica hasta el final de sus días..
Oscar Carrasquel. La Villa de
San Luís, agosto 2019
Las fotos del álbum familiar
Diagramación:
Ramón Alfredo Corniel
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