Por Oscar Carrasquel
Con su latido tradicional
hoy repicaron al mismo tiempo
las anticuadas campanas
de la Iglesia parroquial
Desde un banco de la plaza
las diviso allá en las ventanillas
las diviso allá en las ventanillas
de su remozada fachada
Pesadas y grandes
los bronces,
parecen las alas
de un Cóndor de los Andes
de un Cóndor de los Andes
Planean rasantes las palomas
para ingresar al Templo
cuando la tarde señorea.
Se oprime
el viejo corazón
recordando antiguos pasos
recordando antiguos pasos
Paréceme oírlas repiquetear
un Domingo de Ramos
cuando muchacho.
La Villa de San Luis, agosto 2019
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