martes, 30 de julio de 2019

ACRÓSTICO PARA UNA CUMPLEAÑERA



A mi nuera Milagros

Mil violines al unísono

Irán a dibujar su música.

La noche se abrirá brillante ante

Aquellos ojos vergeles con que miras.

Gotas de rocío aventarán el aire

Rompiendo la nostalgia de la noche

O el canto que desgarra una guitarra

Sintiendo el sopor de una nueva primavera.



Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis, 30 julio 2019.

jueves, 25 de julio de 2019

"LOCO LINDO" SIMBOLIZÓ LA FIGURA DE LOS LOCOS .


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                                                                                                        Por Oscar Carrasquel

La ciudad de Villa de Cura es andada todo el tiempo por locos de verdad, de personas inocentes carentes de cuidado para afrontar su tragedia, los cuales por su deambular se convirtieron en iconos de la ciudad. Por eso se dice que esto de nombrarlos no es peyorativo y es bueno recordarlos con una festividad que se mantiene desde hace más de 200 años en el país.. Se conocieron por su leyenda y apodos en épocas remotas. Poseen su día en el calendario religioso, el 28 de diciembre día de fiesta de los Santos Inocentes. Cada región de Venezuela tiene sus características distintas de formularlo. Los conocedores aseguran que el origen viene de cuando Herodes quiso dar muerte al Mesías, el recién nacido, desde entonces se conmemora la fiesta en el mundo con diferentes diversiones, danzas y música. Una de las curiosidades típicas de la fecha es "agarrar a alguien por inocente", en tiempos cuando todo era lindo.    
El primero que se endosó el nombre de "Loco Lindo" en Villa de Cura fue Juan Bautista Alayón en los años 50, lo adoptó del loco SOTA, un hombre andrajoso, manchado de sucio la ropa, de la época de los años 40, el cual tuvo la manía de arrastrar y barrer el piso con un puñado de ollas y bacinillas por el centro de las calles. El sobrenombre lo adoptó el loco por su semejanza física con la carta "Sota de Basto", de un juego de Naipe. Con sus excentricidades hacía rabiar a la maestra cuando pasaba por enfrente de la Escuela Arístides Rojas, porque tenía que hacer un alto a la clase.
Me perdonan sus fundadores y habitantes actuales, pero debo recordar que en Villa de Cura existió una populosa comunidad llena de casas de gente trabajadora que se llamó mucho tiempo “Barrio Loco”, el epíteto fue por el desorden como la gente construyó sus viviendas en esa área de terreno. También en la avenida Paradisi quedó simbolizado en un sitio que llaman "El puente La Loca".
En los tiempos modernos empezaron a surgir una cantidad de locos en La Villa, que la verdad no son hacinados, pero que a veces tienen su encuentro con la locura, y a muchos nos los tropezamos y le estrechamos la mano por las calles de nuestro pueblo. 
Estos individuos generalmente poseen un componente cultural, les gusta el teatro, el baile, la música, el vino, pero sobre todo, se entregan a enriquecer el folclor vernáculo. La sociedad los comenzó a llamar irónicamente “locos". porque se embadurnan el rostro con pintura como un payaso circense,cargan el pelo alborotado, por lo cual los niños no se dejan tocar fácilmente con ellos, pero saben aglutinar cordialidad y dondequiera son recibidos con abundante cariño.
Fue tanta la invasión de locos en la Villa que se vieron multiplicados, y entonces se pensó mejor en agruparlos en una locaina en una comparsa de locos bastante conocidos. Hace poco tiempo en la ciudad de Villa de Cura se creó un gremio muy singular que lleva el nombre de ASOLOZA (Asociación de Locos de Zamora), capitaneados por mi querido compadre Juan Bautista Alayón. Sus actuaciones publicas para divertir han sido numerosas. La directiva de  ASOLOZA quedó en formación, su sede queda en la calle Páez oeste de Villa de Cura, en la llamada cuadra de la alegría; dentro de poco la calle Páez va ser declarada Patrimonio Histórico. Cultural. 
Juan Alayón natural de Villa de Cura desde pequeño fue una persona de formación cultural, antes de esto incursionó como jugador de béisbol, cantante de tangos, se moría por la música argentina, peleón, bailador, serenatero, comerciante de panadería,  declamador y poeta; brilló escribiendo versos de una manera asombrosa. A Juan Bautista Alayón se le abona el hecho de haber sido designado en un periodo como Director del Museo de Tradición “Inocencio Utrera” de la ciudad de Villa de Cura.
Se llamó LOCO LINDO por ser un bufón fundido en el alma del pueblo venezolano.. Fue nombrado oficialmente Patrimonio Cultural de Venezuela, representativo del arte folclórico autóctono. Hubo varias fechas que el personaje acaparó espacios en radio y en cámaras de televisión  de la capital de la República. Ya no está "Loco Lindo" le llegó la hora de volar a otro plano, sabemos de sobra que no somos eternos. Se hizo diálogo muy serio para sustituirlo, el candidato más etiquetado para suplantarlo con sus auténticas locuras es Alfredo Corniel ("Loco Lindo II") que tiene un elevado parecido a uno de verdad, ha demostrado su semejanza en la totalidad de los eventos en que ha participado.
Figúrense que  LOCO LINDO (Juan Bautista Alayón) en una celebración un 28 de diciembre hizo que lo subieran sobre una carreta halada por un caballo, con el fin de participar en una competencia de carretas al estilo de las realizadas en la antigua Grecia y de Roma. El carruaje se encuentra en exhibición en el Museo de Tradición “Inocencio Utrera” de la ciudad de Villa de Cura.


                           Loco Lindo original (Juan Alayón) junto a Loco Lindo ll (Alfredo Coniel)

Loco Lindo II (Alfredo Corniel) decidió seguir con la tradición celebrada en el mundo desde el siglo XVII, el 28 de diciembre, año tras año,. Alfredo sabe como combatir la tristeza  y vigorizar el ánimo.
En aras de alegrar el espíritu en estos tiempos tan difíciles que vivimos, he querido recordar la fecha con la intención de homenajear a la figura inmortal de nuestro querido y recordado personaje LOCO LINDO (Juan B. Alayón). Que Dios lo tenga en la Gloria.


Oscar Carrasquel, La Villa de San Luís , 28 de diciembre 2019



domingo, 21 de julio de 2019

"LOS WÜISON". FUERON PERSONAJES MUY POPULARES EN LA VILLA DE CURA DE MEDIADOS DEL SIGLO XX


AHI VIENE LA WIUSON
Villa de Cura
Estado Aragua

                                                                  Por Oscar Carrasquel

Cualquier persona en la calle que le consultaran podría decir que “Wilson” es una marca de ropa  para el caballero distinguido, y también una marca de guantes y pelotas de industria norteamericana utilizados ambos en el juego de béisbol.

Pero no. La  “Wilson” de la que queremos hablar es  la designación que la población por allá en la última década de los años 40, le dio a un vehículo que trajeron para labores de patrullaje y otros usos del comando policial de Villa de Cura, como siempre cabecera del Distrito Zamora del estado Aragua, la gente en vez de decir "ahi viene la camioneta de la policía", decía "Ahí viene la Wilson".

Así es. La primera patrulla policial que se vio en Villa de Cura fue donada en 1947 por el Ejecutivo Regional. Recuérdese que antes de esta fecha el patrullaje o recorrida lo hacían los funcionarios policiales a pie, su único armamento era un rolo decente colgado al lado derecho de la cintura. La llegada de esta patrulla causó natural revuelo en la tranquila población de escasos habitantes y llenó de contento  a la policía municipal de la localidad, que entonces estaba ubicada en la Casa Amarilla en todo el frente de la plaza Miranda.

De acuerdo con lo que que nos dio a conocer don Félix Hernández Castillo, quien ya frisa los 94 años de edad; era aquel un vehículo, marca Chevrolet, tipo wagon, cerrada, sólida, pero una parte era de tabla, con capacidad para seis pasajeros, incluyendo al conductor, por los lados poseía una especie de cortinas tapando las ventanillas. No tenía  siglas de la policía.

En la parte superior de la casilla poseía adaptada  una enorme sirena de acero inoxidable donde se podía leer en letras grandes la marca “Wilson”, por esa razón la bautizaron como "La Wilson". Hasta el mismo comandante de policía, cuando alguien le iba a poner una queja de orden público, le prometía: “Ahorita te mando la Wilson”. Cuando éramos muchachos los que vivíamos en la “cuadra larga” le teníamos pavor a la "Wilson". Los que estaban en edad de servicio militar salían a la calle rogándole a Dios para que los librara de la recluta y de la “Wilson”. Igual que cuando los cerros se prendían en candela y comenzaba a buscar gente.

La aprendió a manejar un policía que posteriormente adquirió el sobrenombre de “ El Distinguido Wilson”. En aquel entonces no había casi delito. A veces llegaba la camioneta a la jefatura con una carga de borrachitos de esos que se quedaban dormidos frente a los botiquines de la Alameda; entonces se veía la patrulla cuando  desembocaba a toda velocidad por la calle Real con sus dos faros delanteros prendidos y la sirena a todo dar.

Los días cuando esto ocurría alguna gente se aglomeraba alrededor de las callejuelas y avenidas de la plaza Miranda para salir a curiosear y averiguar a quién traía detenido la patrulla.
 
Entre el grupo de curiosos había una pareja de jóvenes (hombre y mujer), mayores de edad, los cuales se la daban de bobos, lengua mocha los dos, pero eran muy rápidos,  siempre estaban con las pilas recargadas y salían en carrerón por el centro de la plaza advirtiendo en gritería:

                  !Llegò la Wüison!… ¡Llegò la Wüison!, (en vez de  Wilson).

El puñado de bromistas y tomadores de pelo que acostumbraba a sentarse en los bancos y seguir a la pareja de bobos en la plaza Miranda, les puso el sobrenombre  “Los Wüison”, y así quedaron bautizados como si fueran sus nombres propios hasta el final de sus días.

Estas breves reflexiones que les narro nos permite ver con claridad que la postura de sobrenombre,  es una costumbre folclórica muy vieja, no posee autor, resurgen solos, desde boca del pueblo. En aquel pasado no lejano, era muy común en el pueblo de Villa de Cura oír el refrán “Fulano es más pendejo que los Wüison”, cosa que se puso de moda en aquella época.

La Villa de San Luis,  julio 2019


lunes, 15 de julio de 2019

DON OSCAR SALVATIERRA FUNDADOR DEL ANTIGUO “BAR GUÁRICO”

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Venimos en esta oportunidad a hablarles sobre otra de las cantinas más antiguas fundadas en Villa de Cura en el pasado siglo XX, reinante todavía; la presentamos y ponderamos como un sitio popular de esparcimiento de los lugareños, ya que forma parte de la memoria de nuestro pueblo y de la representatividad que significa para el colectivo en general.

Este rinconcito conocido por casi toda la población con el nombre de “Bar Guárico” fue fundado por nuestro coterráneo don Oscar Salvatierra, un hombre de trabajo intenso, comerciante y muy conocedor de la evolución del comercio de su pueblo. El botiquín toma este nombre porque casualmente abrió sus puertas en la antiguamente nombrada calle “Guárico”, sector “Aragüita”, en la parte este de la ciudad de Villa de Cura.

La nomenclatura de la calle fue cambiada por el Concejo Municipal en la década de los 80, y a partir de esa oportunidad se denomina hasta los tiempos como calle “Rafael Bolívar Coronado”, como se sabe, para tributar homenaje al compositor del inmortal joropo “Alma Llanera”. No obstante, un amigo tan amplio y estudioso como es don Miguel Alayòn, vecino del sector que trabajó un tiempo a las órdenes de Salvatierra, dice que la gente no se ha podido acostumbrar a este nombre tan largo y sigue nombrándola como “calle Guárico”.

Como se recordará don Oscar Salvatierra fue en los años 50 prominente figura del comercio local, fundador también de uno de los primeros almacenes mayorista de víveres en La Villa, además fue pulpero, abrió bodegas cuando todo era barato en los barrios aledaños que eran pocos en aquella época, responsabilidad que llevó con orgullo y gran pasión. Aficionado al deporte en especial a béisbol y asiduo colaborador con este genero deportivo.

Cómo no reconocerle a don Oscar Salvatierra que quiso mucho a su tierra y mantuvo la popularidad de este establecimiento toda su vida, desde hace más de seis décadas. Todo el mundo sabe dónde queda, en una de las esquinas del barrio “Aragüita”, en una casa de paredes de bahareque, casi llegando al Club Social “Los Amigos”, un poquito más allá de la quebrada “Curita” que a veces corre debajo de un puente con un sonido melodioso. Se llega en coche o caminando despacio buscando”El Calvario”.

Allí está todavía su obra en su mismo sitio; la gente que asiste a este negocio se siente como si estuviera en su casa; este es el secreto para que siempre se encuentre lleno de parroquianos. La calle Guárico en aquella época era empedrada y polvorienta y en las noches semi oscura. Hay que reconocer que en aquellos lejanos días ésta plácida calle era transitada por arreos y carretas de mula.

Recién abierto había en su patio de fresca sombra una gallera de madera donde se prendían los desafíos de gallos de raza los fines de semana; pasado cierto tiempo fue cancha para jugar bolas criollas, y ahora salón con su variedad se servicios, donde se sorbe la espumosa bien helada y una diversidad de bebidas espirituosas, con sus mesas para jugar dominó y banquetas de madera rústica. A veces llegan juglares a cantar al son de guitarras y entonces la rokola o el equipo de sonido queda en silencio.

Después de fallecido don Oscar Salvatierra ahora quedó a cargo su nieto Carlos Salvatierra quien desde pequeño tuvo la dicha de trabajar a su lado. En su amplio local concurre gente que habita los cuatro puntos cardinales de la población villacurana. Solaz para el que llega a visitarlo de fuera, de puertas siempre abiertas para sanas reuniones de gente de todos los rangos sociales. El problema de hoy día es el horario de trabajo restringido por la inseguridad.

Siempre se ha dicho que allí en la cantina “Guárico” de Salvatierra, usted se siente como en familia. Hemos tenido el placer de visitarlo hace unos largos años en una tarde con sol, hasta entrada la noche. Grato gusto recordar que yo andaba en compañía del acucioso periodista José Seijas Alayòn, del profesor Ramón Vásquez y del poeta “JM” Morgado. Don Oscar, el dueño, en esa ocasión nos recibió cordialísimo con su don de gente que lo caracterizaba.

Comprendemos que es sustancial y de gran interés reflexionar sobre la utilidad de estos lugares de esparcimiento de nuestra idiosincrasia pueblerina. Creemos que la vida hay que mirarla y gozarla también desde las cosas aparentemente simples, pero que dan entusiasmo y alegría al espíritu.

Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis, 05 de julio 2019

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 Esquina donde está ubicado el Bar Guárico en Villa de Cura. 
Óleo del artista plástico villacurano Cejota