lunes, 20 de diciembre de 2021

ESTÍO

 




            ESTÍO


         Oscar Carrasquel


Tras la última hoja del calendario

el poeta eterno 

se dio a recorrer los senderos del alma

De frente vio como un océano

El estío aparece con el sol que ilumina

Ayer, casi al atardecer 

llegaste tú a reverdecer el huerto

A remover las hojas secas 

del tiempo que no tiene espera

A pintar la noche de luceros.

A cambiar el ocaso

por un crepúsculo azul

A ver unos ojos grandes despertando.

A mirar con los ojos de la aurora

el paisaje umbrío a su rededor.

En un pastorear la noche

como si fuera el día.

                                  Oscar Carrasquel, 12/2021

 

 

 

TODOS SABEMOS QUE LA MADRE TERESA DE CALCUTA ERA VENEZOLANA

 


TODOS SABEMOS QUE LA MADRE TERESA DE CALCUTA ERA VENEZOLANA

Por Oscar Carrasquel


La Madre Teresa de Calcuta, en 1979  ganó el Premio Nobel de la Paz. El Papa Francisco la proclamó Santa en la plaza de San Pedro. Llegó a Venezuela como lo reseña la crónica  por intercesión del entonces Arzobispo de Barquisimeto Monseñor Críspulo Benitez Fortuvel. Vaya esta pequeña nota con dedicatoria a la gran familia católica villacurana y a los seguidores de las bondades de esta insigne cristiana dedicada a practicar en el mundo obras de bien y de caridad.

La nacionalidad venezolana le fue otorgada en julio de 1965. El comprobante de identidad venezolana fue reproducido por los diferentes medios de comunicación social. Y aunque existen minúsculos errores en el nombre y la fecha de nacimiento de la misionera,  se comprobó por la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) que el documento es auténtico.

La beata vivió en nuestro país en la población de San Jerónimo de Cocorote, capital del municipio Cocorote, estado Yaracuy.  Residenciada en la Casa Parroquial de la Iglesia de San Jerónimo que data del siglo XlX. situada frente a la plaza Bolívar   El párroco para los oficios religiosos en aquel tiempo era el padre diocesano Francisco Tomás Mompo. La madre Teresa de Calcita se bebió el hermoso paisaje yaracuyano con sus montañas lo que le generaba gran emoción.

Agnes Gonxha Bojaxhiu Bernai (Madre Teresa de Calcuta) nace el 27 de junio de 1910 en Albania, Skopje (actual Yugoeslavia de Macedonia). Como puede apreciarse  no era nativa de Calcuta como se cree, sino indo-albanesa, pero adoptó también esa nacionalidad. Falleció a los 87 años el 5 de septiembre de 1997 en la congregación religiosa de la localidad de Calcuta, en la India, donde había fundado un grupo denominado Las Misioneras de la Caridad, quienes dedican su vida a la atención y al servicio de la gente pobre.

En Venezuela dejó plasmada su obra de caridad en el bucólico pueblo de Cocorote donde fue creadora en 1979 de una Fundación Religiosa de servicio social. Es bueno hacer notar que el Presiente Luis Herrera Campins mediante decreto del 23 de septiembre  de 1979, le otorgó la máxima condecoración "Orden  El Libertador". “No fue cosa sencilla. Se necesitó intervención divina”, fue lo único que declaró en su idioma la beata a los periodistas en el Palacio de Miraflores... Allí está su retrato mirando al cielo para recordarnos que Dios siempre estará con todos. En su vida terrenal nos dejó frases maravillosas, "No dejes que alguien se aleje de ti sin una sonrisa", quizá la más sencilla.

Fuente: varias

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís de Cura, diciembre 2021

martes, 30 de noviembre de 2021

PORTÓN DE ENTRADA Y OTROS DE LA ANTIGUA CASONA DE LOS ROLDAN EN VILLA DE SAN LUIS DE CURA

 




PORTÓN DE ENTRADA Y OTROS DE LA ANTIGUA CASONA DE LOS ROLDAN EN LA VILLA DE SAN LUIS DE CURA 

A Matilde Roldan, miembro de nuestro grupo cultural, In memoriam

Por Oscar Carrasquel


Nombrar dentro del entorno histórico de Villa de Cura a la casa de los Roldan, es como evocar a la casa Paradisera, la casa de las Matos, la casa de Los Carvallo, la casa de los Tejadas Nieves, la casa de los Matute y otra más. Son ajenas pero las sentimos como  nuestras por el sentimiento de amor que sentimos por la ciudad donde nacimos y aprendimos las lecciones de la vida. Ya murieron o están graves la mayor parte. Una de las mas tradicionales del casco central fue la casona que habitó a mediados del siglo xx la familia Roldan Palumbo. Fue también Clínica Dental en un compartimiento. Abierto su portón a todas las horas laborables. Se ubica en la calle Real (Bolívar) frente a la Plaza Miranda de Villa de Cura, al lado de una Joyería del señor Ángelo Locurto y del Cine Ayacucho. Una casa tipo colonial con su jardín central siempre humedecido de rocío, sembrado de helechos, malangas y rosas, cubriendo sus corredores de brillo y frescura  Su edificación se estima hacia mediados del siglo xix. De la construcción original, para la fecha, queda muy poco.

Víctor Manuel Roldan nació en el Departamento de Antioquía, República de Colombia, el 15 de enero de 1904, fueron sus padres don Luís Eduardo Roldán  y doña Angélica Torres de Roldán. Aprendió la primaria  en su lugar de origen. Y los estudios de secundaria fueron realizados en la ciudad de Medellín en la Escuela “Plaza de Flores”, llamada de esta forma porque quedaba en frente de la famosa “Placita de Las Flores” dando identificación a su entorno. Después de egresado de este liceo ingresó  a la Universidad de Antioquía a seguir estudios de Dentistería. A la vez que se llenaba de conocimientos y experiencia en la clínica dental de sus familiares.

Su señora madre la maestra doña Angélica de Roldan es muy bien recordada en Villa de Cura por haber ejercido la docencia, mejor conocida como doña Angelina de Roldán. Maestra de carácter férreo, de varias generaciones. En la década del 50 fue creadora de una escuela elemental donde enseñaba todas las materias, a descifrar lo que es Urbanidad, ubicada en la calle Blanca (Miranda)..Funcionaba  en un cuartucho, recuerdo que desde allí salía a la calle la gran vocería de muchachas y muchachos. En esta escuela peregrinó su niñez nuestro amigo Roger Barreto Álvarez.. 

Roldan bastante joven decide trasladarse a Venezuela. Después de pasar una temporada en Caracas en compañía de su madre, decide marchar y detener su periplo.en La Villa de San Luis donde llegó el año 1930, aquí le toca comenzar de cero su carrera, a realizar sus actividades en el ramo de la Dentistería. En resumen, convirtió a  Villa de Cura, capital del Distrito Zamora del estado Aragua en su tierra adoptiva.

El 20 de mayo de 1933 contrajo matrimonio con la joven villacurana Matilde Palumbo de Roldan. de familia descendientes de italianos que llegaron a La Villa en la  tercera década del siglo xx. Los mayores galardones fueron cinco hijos, tres hembras y dos varones,  Zoraida Roldan Palumbo, la primogénita, tomó estado con el doctor Luís Acosta Rodríguez, guariqueño nacido en Ortiz, primer Cronista Oficial de la Ciudad de Villa de Cura;  “El Negro” Víctor Manuel Roldan Palumbo, Jorge Roldan Palumbo, que fue de profesión odontólogo de la UCV; Lilian Roldan Palumbo, casada con El Negro Tosta, y la última, Matilde Roldan Palumbo, señora de Bello, graduada de odontólogo en la UCV, fallecida en julio de este año. A sus hijos les proporcionó educación y les enseñó el valor del esfuerzo.

El doctor Roldan era un hombre de inteligencia y finura, circunspecto, familiar, de anteojos blancos de carey, siempre embutido en una bata blanca, nunca le faltaba una pluma Parker 51 en el bolsillo superior de la camisa. Cualquier día lo podíamos ver parado en el portón de su residencia viendo pasar los atardeceres villacuranos, teniendo a su frente la arboleda de la plaza y la estatua pedestre del Generalísimo Francisco de Miranda. Lo conocimos de trato, brillaba en la educación y la sencillez.

Según refiere el Sr Yusti Prieto el nombre de Víctor Manuel Roldan figura en la galería de fundadores de la Respetable Logia “19 de Abril” de Villa de Cura, junto con Manuel Linero Salazar, Primer Venerable Maestro de la Logia; entre la lista también figuran Manuel Melo, Blas Paradisi, Lorenzo Rubín Zamora, Pedro Prisco RodrÍguez, General Marcial Azuaje, Luís Rosendo Hernández Pérez, Francisco Matute Ramos, y otros.

Me recuerdo muy bien cuando la gente del pueblo de distintos extractos sociales desfilaba para entrar  a su consultorio. Demostró que su interés fue servirle a Villa de Cura el que fue siempre su pueblo. Por su preparación y sus conocimientos importantes en la odontología lo llamamos con respeto el Doctor Roldan.

Pero cuando menos se espera irrumpen los designios de Dios, quien es el encargado de  marcar el tiempo  de la existencia.. Su corazón dejó de latir en Villa de Cura, la tierra que amó tanto el 24 de septiembre de 1977. En enero había cumplido 73 años de edad. Su desaparición física causó hondo pesar en la población, sus restos reposan en el viejo camposanto al final de la calle Comercio.. Que en paz descanse. Por esta casa de alero paseó su ejemplo de trabajo y de buen ciudadano.



Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, 12/2021

Las fotos fueron tomadas del Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano año 2005

Publicidad Ramón Alfredo Corniel. 

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lunes, 29 de noviembre de 2021

UNA SÍNTESIS DEL QUE SE LLAMABA CHARLES CHAPLIN OTROS LE LLAMARON CHARLOT

 

Foto tomada de un afiche

                                      Por Oscar Carrasquel

Para reescribir sobre este personaje es menester tener aptitud de critico de cine, cosa que no disfruto, pero voy a tratar de sintetizar algo de su vida espiritual.. .Con el nombre de CHARLES CHAPLIN fue conocido en el mundo de la comedia este dramaturgo, actor, guionista y director de cine de nacionalidad suiza llamado. CHARLES SPENCER CHAPLIN como era su verdadero nombre. Bastante vimos sus actuaciones mudas en el cine El Corralón de La Villa a comienzos de la década del 50. .

Se le tiene como el cómico mas grande de la historia cinematográfica universal. Solo con mirarlo fijo en la cara causaba una ola de risas.Y a veces de lágrimas. Movía las fibras del corazón a todo el que lo viera actuando. Abonó toda su inteligencia al teatro, al cine mudo y luego al cine sonoro,también  a la poesía, rodeado de filosofía. El personaje más perfecto y significativo de sus películas fue conocido con el nombre de “Charles”,.Hay gente dotada de inteligencia que afirman que este nombre  traducido al lenguaje criollo significa “Carlitos”.Me enamoré de sus películas en la infancia, de manera tan fuerte que algunas me hicieron llorar y otras me produjeron risadas. Una grata remembranza.

Vivía en la calle tranquilo, querido y apreciado por el mundo. Recostado a los postes de la luz. Se sabe que llevó una vida sencilla y humilde, se crió y se levantó en un barrio londinense sumamente humilde, y durante los años de su niñez vivió un buen rato relegado en un asilo de ancianos, abrazado a su mamá, acompañando los últimos años de la madre que padecía de demencia senil, hasta que a la matrona la recoge la parca.

Pero no todo fue reveses y temores en el terreno de su vida, ya sabía que la partida la tenía ganada, se levanta de manera trascendente  y comienza  a adquirir fama en el mundo de la actuación. Como cineasta crea personajes caricaturescos que le llevarán a la fama universal. Pienso que un tramo de su paupérrima vida, seguramente la copió para dramatizar, crear, escenificar y dirigir la singularidad de su primera película en filmada en 1918  del cine mudo la cual denominó “VIDA DE PERRO”. Era quizá como verse a sí mismo en un espejo. Ver su destino por carambola. Por ultimo, .se vistió y se pintó la cara de viejo payaso para que Candilejas triunfara en el cine, el teatro y en el disco de acetato, terminando en la gloria..

Como  hombre realista y humanista supo comprender al mundo, llegó a filosofar creando frases espectaculares como ésta que me dispongo a releer y que a mi juicio compagina la misma manera como fue su vida. . “NO TEMAS COMETER EQUIVOCACIONES PUES HASTA LOS PLANETAS CHOCAN Y DEL CAOS NACEN LAS ESTRELLAS.”. Digamos que para muchos este razonamiento filosófico fue su mejor pensamiento. Como humanista que fue, jamás abandonó la lucha de sus convicciones.

 

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís/ 12/ 2021

Foto  bajada de un afiche de la Web

sábado, 27 de noviembre de 2021

GERARDO BARRIOS FORMÓ PARTE DEL EQUIPO TÉCNICO DE LAS TABLITAS CAMPEÓN Y SUBCAMPEÓN NACIONAL

                                                      


                                                 

                                                    "El Indio" Gerardo Barrios. Foto archivo

 

Por Oscar Carrasquel


Sin lugar a duda del sector Las Tablitas de Villa de Cura ha salido cantera de peloteros, los cuales  una vez retirados por la edad, no se fueron del todo, sino por el contrario, se quedaron desarrollando su experiencia  en el rol de técnicos, en beneficio de aquella generación de peloteros ya hechos, y de provecho para los muchachos que se vienen levantando. Tal es el caso de Gerardo Barrios quien ha sido el invitado a nuestra sección deportiva .

Debo señalar primeramente que Gerardo Barrios proviene de la zona alta carabobeña, es oriundo de la fresca y pintoresca región de Santa Rosa del Sur, donde nace el 23 de septiembre de 1942. En Villa de Cura cursa sus estudios de primaria en escuelas publicas. Su incursión en el béisbol arranca desde sus años infantiles, acostumbrado a ver jugar a los muchachos en la calle y dejaba de hacer los mandados a la bodega para ponerse a jugar las partidas callejeras. Luego, un poco más curtido lo vimos participar en las populares  “caimaneras”, en un cuadro ubicado al lado de las instalaciones del CVN de Villa de Cura., los compañeros de Gerardo le acuñaron inmediatamente por cariño el apodo  de“El INDIO BARRIOS".

Posteriormente “EL INDIO BARRIOS” se despliega como pelotero amateur causando sensación en el campo de juego, buen fildeador y bateador de excelente promedio. Y con mucha fuerza en la piernas para correr las almohadillas. Un pelotero respetable de garra defendiendo los jardines. En 1960 jugó para el conjunto representante del sector Los Colorados de Villa de Cura.  En los años 90 pasa a formar filas en la popular divisa "Cristo Rey BBC" bajo la dirección del señor Rómulo Guerra... En la "Liga de Veteranos" de la población de Palo Negro fue integrante del equipo "Los Verdugos". De estos torneos  se trajo para La Villa dos champions outfielder. También le tocó defender en una oportunidad la camiseta de "Los Piratas"   en la ciudad de Turmero, capital del municipio Mariño del estado Aragua; y fue jugador refuerzo del conjunto IENCA de Cagua, clase "AA". En su poder hay una reseña de su actuación como pelotero que salió insertada en las páginas del diario “El Periodiquito” de la ciudad de Maracay.

En su hoja curricular aparece como defensor de los jardines de una unidad del ejército venezolano, cuando cumplió servicio militar en el cuartel "General Germán Freites" en la ciudad de Barcelona estado Anzoátegui. En este club fue un bateador y fildeador respetable, con diplomas y reconocimientos que le fueron otorgados. Los amigos lectores comprenderán que por tratase de un cuartel las estadísticas no salían para la calle.

Después de todo este recorrido como jugador activo retorna como técnico  del equipo "Las Tablitas", con cuya selección asistió al estado Falcón el año 1966...titulándose campeón del 1er Campeonato Nacional de la Liga Los Criollitos categoría Junior en la ciudad de Punta Cardón. Como se recordará en el cuerpo técnico del club campeón figuraron los nombres de Gerardo Barrios y Pablo Jaspe "Nani", además de José Breto "Blakaman" en su rol de manager.

En los últimos años se dedicó a la asesoría técnica de algunos equipos de la localidad. En lo atinente a la pelota suave estuvo acompañando al equipo "Tigres" de la avenida Paradisi, de Gonzalo Hernández y Pedro Zapata. Gerardo Barrios Jugó inicialmente béisbol  con el conjunto  "Convoy", donde militó también su compadre Nerio López que venía de otros equipos de categoría doble A.  Posteriormente el famoso equipo “Comboy” pasó a competir en la disciplina de Softbol con una actuación bastante destacada.

En el rol de dirección le fueron entregado las riendas  del aguerrido club "PTJ BBC" clase A, de Villa de Cura con participación en torneos organizados por la Liga de Béisbol del Municipio Zamora. club que mantuvo una hegemonía y una figura campeonil. En el mencionado club también se encontraba Julián "viejo" Zambrano, quien en una demostración de buen pitcher le propinó un "no hit no run" al equipo  Las Tablitas.

Luego que decidió retirarse del club “PTJ BBC” Gerardo Barrios es incorporado como entrenador del equipo de Las Tablitas. Después de la hazaña lograda en Punta Cardón de 1966, el conjunto de Las Tablitas tuvo presencia en el 3er Campeonato Nacional Junior de Los Criollitos de Venezuela celebrando en Lagunillas estado Zulia en 1968. En esta competencia lograron el puesto de subcampeón, para volver a dejar nuestro béisbol villacurano en alto, perdiendo el partido decisivo con la representación del Estado Miranda.  Los técnicos que acompañaron al equipo en esa oportunidad fueron Víctor Nieves, Argenis Pastrano y Gerardo Barrios. El béisbol zamorano le debe mucho a estos deportistas en materia dirigencial. . 

En síntesis, son estas las virtudes que adornaron la ruta deportiva de este villacurano por adopción, En una disciplina que empezó a desarrollar desde muy pequeño hasta que dejó de ser un pelotero activo, pero la verdad es que nunca estuvo  alejado del béisbol. Aparte de eso, Gerardo Barrios es mencionado por todos con una buen referencia en el béisbol de veteranos,y  como un ser de una gran calidad humana.


Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis,  noviembre 2021


ALEXIS GUEVARA PËREZ. LA POLITICA, LA RADIODIFUSIÓN Y EL AMOR A DIOS, CONFORMAN SU PERFIL HUMANO

 En la gráfica historiador Antonio de Armas Chitty, Diputado Edgar Benarroch, el niño Pedro Pablo Guevara Pulido, Alexis Guevara Pérez; Gobernador José Casanova Godoy y Martín Aponte Marrerro. 


 ALEXIS GUEVARA PÉREZ. LA POLÍTICA, LA RADIODIFUSIÓN Y EL AMOR A DIOS,  CONFORMAN SU PERFIL HUMANO. 

 Por Oscar Carrasquel 

 A pesar de la pandemia y sus circunstancias al fin pudimos sostener una conversa detenida en el tiempo con esta figura de nuestro gentílico villacurano llamado Alexis Guevara Pérez. Desde luego, no nos ha costado mucho entrevistarlo y recopilar datos para elaborar esta pequeña crónica sobre su personalidad. Un hombre muy activo difundiendo la palabra de Dios, protagonista de una sencilla historia con sabor popular. Al parecer desde muy joven la política le guiño el ojo. Es nuestro propósito dar a conocer las diversas facetas de su vida personal, profesional y ciudadana.   A este ciudadano es preciso mirarlo desde diferentes ángulos a medida que va transcurriendo  el tiempo. Como cualquier muchacho de corta edad que creció aquí en La Villa, supo lo que son los paseos por el campo, aprendió a montar bicicleta, manejar patineta, volar una cometa y girar trompos de madera. Ya en pocos días va a sumar 72 años de edad, transcurridos la mayoría en su lar nativo, viviendo toda su vida allá en la calle Jaime Bosch en los límites  con la Parroquia Nuestra Señora de Las Mercedes. De manera que de esta laboriosa comunidad conoce todos sus alrededores, a su gente, sus trochas,  veredas y caminos polvorientos. Nació Alexis José Guevara Pérez en Villa de Cura el 10 de diciembre de 1949. Hijo de don Pedro Guevara, quien por años trabajó como piloto de camión y agente viajero en el almacén de la firma “Martin Hernández R”, y de doña Berta Pérez de Guevara,  luchadora en el hogar. Repasando los años de su infancia tenemos que estudió la primaria en la escuela nacional Arístides Rojas. Al respecto Alexis nos va relatando lo siguiente: “Recuerdo gratamente a mis Maestras de 1° y 6°; Petra Aponte y Argelia Cancines, que para la Gloria de Dios aun viven” La educación secundaria la inicia en el Liceo Alberto Smith, que por cierto nos confesó emocionado: “Recuerdo a mi profesora de castellano y literatura, una espigada pelirroja de nombre Etelvina Lopenza quien me enseñó a amar a nuestro idioma”… Por inducción de su progenitora  estudio 4° año de bachillerato en el Liceo Roscio de San Juan de los Morros y terminó graduándose de bachiller en el liceo nocturno “Adolfo Ernst” de la ciudad de Maracay. De esa etapa guarda inmensos recuerdos, sobre todo de los que fueron sus profesores y condiscípulos. En el liceo Alberto Smith de la época se constituyó una importante fuerza de la Juventud Demócrata Cristina del partido político Copey  punto de referencia para la lucha estudiantil reivindicativa, en la cual tomaron parte los estudiantes Luis Rosendo Hernández, José Manuel Guirados, Ramón Zerpa Guzmán, Francisco Díaz y Alexis Guevara, entre otros.       Según nos manifiesta, desde hace tiempo pertenece al cristianismo libre, es decir de aquellos que creen en una doctrina distinta de la fe católica y de su forma de proclamar  la palabra del Señor. Lo importante es entender que todos nos sentimos bendecidos y cubiertos de la paz de Dios. Desde cuándo era un estudiante de bachillerato no ha podido escaparse del bombardeo de la política, ha militado en forma intermitente y con lealtad en el partido Socialcristiano Copey, sin nunca torcer el rumbo ni brincar la llamada "talanquera". Ha sido Secretario Político de esa organización y en  representación de este partido fue electo Concejal, beneficiado del voto popular en las elecciones  del año 1973,  cuando se le invistió en el cargo de Concejal de la Cámara Municipal de Zamora,  estado Aragua para el periodo 1973 a febrero 1978. Como funcionario público tuvo el privilegio de tratar con presidentes de la República de Venezuela, Gobernadores de Estado, Senadores y Diputados y demás personalidades influyentes. Fue presidente del Concejo Municipal de Zamora y tuvo la suerte de seguir curso presencial en el Instituto de Estudios Superiores( IESA) de Gerencia Pública.  El hombre es apreciado y respetado por todos los núcleos sociales de la población, y  mantiene amistad con personas de distintas corrientes políticas que hacen vida en Villa de Cura. La política, la familia y la actividad en la radio lo han hecho conocer en todos los ámbitos del municipio Zamora y también regionalmente. Su nombre y su clara voz son  bastante conocidos a través de la radio. En la actualidad conduce con ética y equilibrio, como moderador, un espacio por Radio Artesana, especial de entrevistas donde plantea a los invitados de todos los colores las angustias de su pueblo. Igualmente destacamos su empeño por trasmitir enseñanzas y valores  a la sociedad local. Entre sus programas favoritos conduce por Radio Artesana un espacio a su estilo llamado “AQUÍ EN FAMILIA” de mucha expectación todas las semanas. Alexis goza de una capacidad de análisis, educada voz para ser locutor, con una pronunciación clara y pausada. Hace mucho tiempo está vinculado a la radio, comenzó animando su propio programa como productor independiente por Radio Artesana. La radiodifusión es una actividad que le ha proporcionado muchas satisfacciones y alegrías. Alexis Guevara Pérez es el locutor que todos los días tiene contacto con la audiencia a través de las ondas hertzianas, junto con destacados profesionales de la locución, director musical y operadores. ‌Es el padre que supo apartar tiempo para formar una familia. Combina la atención  de su hogar con el uso del micrófono, pertenece al staff de Radio Artesana 105.5 FM en Villa de Cura, a cuyo frente está el señor Domingo Rafael Mendoza, su director. En este sentido nos habla Alexis Guevara: “Mis comienzos en la Radio, como productor fueron junto a mi hermano y amigo Luis Alberto Torres, con quien me enorgullece haberlo acompañado por más de 5 años”. Hoy en día se le reconocen a  Alexis Guevara diversos valores; trasmitir sus opiniones, estar en comunicación con su pueblo,  crear espacios a su estilo abriendo surcos a la cultura y a la educación. Ciertamente en la radio ha conquistado muchos amigos y querencias. En otra parte de la conversa,  Alexis Guevara,  de manera jocosa y simpática cuenta que hizo su irrupción como pequeño comerciante, posee un kiosko para la venta de empanadas, arepas y café negro calientico, instalado a escasos metros de la parada de autobuses de El Búcaro, en el que pasaba casi todo el día y tiene una buena cartera de clientes, cuenta con un encargado del negocio,  hoy en día todo cambió, usted sale de su casa y no sabe si va regresar vivo.   ‌Contrajo nupcias con la dama villacurana Reina Pulido de Guevara, (hija del finado Domingo Pulido, de grato recuerdo) de cuya unión nacieron Pedro Pablo Guevara Pulido, Reina Alejandra Guevara Pulido, Carlos Eduardo Guevara Pulido y Marysabel Guevara Pulido. Según fuimos informados sus hijos decidieron seguir su ejemplo,buscando nuevos caminos, sin ser lideres les corre por las venas la  lucha social a favor de los más necesitados. Alexis Guevara es un voraz lector de libros, extraordinario conversador y amigo incondicional, le fascina el deporte y oír música cristiana. La oración y la predicación de la palabra de nuestro Señor ha sido un objetivo primordial. Personas que lo conocen bastante dicen que él tiene un hermoso hogar, además ha sido un hombre abstemio que sabe valorar lo que es el trabajo, conoce el trabajo del campo, anteriormente cultivaba una parcela de actividad agrícola en el sector El Samán de Villa de Cura. Le preguntamos finalmente a Alexis Guevara si se encuentra replegado de la política y nos expresó lo siguiente: “Nada que ver, lo que estoy es en la reserva”. Total que, ahí les dejo pues la semblanza de un buen hijo de Villa de Cura, amante de su gentilicio, despojado de protocolos, irradiando simpatía, llevándose bien con todo el mundo, alguien con presencia viva en los avatares cotidianos de la radio y con una humildad digna de admiración. Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, noviembre 2021 Fotos de archivo Alexis Guevara Publicación Ramón Alfredo Corniel.        

JOSEFINA COELLES SECRETARIA DEL LICEO ALBERTO SMITH Y ARQUETIPO DE LA VILLACURANIDAD



          

 Por Oscar Carrasquel
  
Hoy vengo a narrar  una síntesis  desde el punto de vista humanístico de doña Josefina “Pepina”  Coelles,  lo queremos hacer aprovechando la cercanía de la celebración del  Día de la Secretaria, un espacio tradicional casi olvidado. Anteriormente las virtudes de estas profesionales  eran muy reconocidas y premiadas.  Josefina Coelles Jaén,  con su estilo de vida de un solo camino ha trazado su propia historia. Mostrar a este patrimonio humano villacurano es el objetivo de materializar este modesto ensayo. 
 El Liceo  Alberto Smith de Villa de Cura, aparte de su director,  personal docente y alumnado, en diferentes épocas tuvo también su cara visible en el trabajo administrativo. Desde el año de su fundación  en 1949 la dirección del recién estrenado Liceo se enfocó en seleccionar el personal que debía encargarse de las  tareas administrativas de dicha institución, la búsqueda de la secretaria fue en su misma sede de Villa de Cura. La designación  de principios de la década del cincuenta recayó en la señorita EMILIA JOSEFINA  COELLES JAÉN. Este es su nombre de pila pero entre el núcleo familiar y en el ambiente de sus amistades más cercanas, desde que era una párvula se conoció con el cariñoso renombre de PEPINA COELLES, algunos la llaman cordialmente JOSEFINA COELLES. 
   
De esta manera se convirtió en una de las primeras que ocupó dicho cargo, quien para aquel entonces contaba con la edad de solo veintidós  años, en aquella etapa cuando inicia sus andanzas  por las áreas administrativas de este legendario Liceo villacurano. Desde pequeña fue una niña muy estudiosa e inteligente…Una de sus principales características fue su personalidad, y entre sus virtudes más comunes el dominio del conocimiento y la capacidad para asumir los lineamientos de su trabajo en una institución que comenzaba a dar sus primeros pasos.

Emilia Josefina Coelles Jaén nació, fue bautizada y confirmada en Villa de Cura, abrió sus ojos al mundo  el 18 de marzo de 1931, fueron sus padres don Francisco Coelles Briceño, natural de esta villa, un caballero de una gran probidad, personalidad y pensamiento brillante, quien dedicó mas de 30  años de su vida a trabajar en el Poder Judicial como Juez del llamado entonces Distrito Zamora.  Su mamá se llamó doña Olga Jaén Landa de Coelles, oriunda de Villa de Cura, de advocación religiosa, de misa diaria cuando el reloj de la Iglesia tocaba la hora; hermana de un hombre de la radio, del periodismo, el teatro y la poesía que se llamó  don Vinicio Jaén Landa.
 
Del matrimonio Coelles-Jaen nacieron en Villa de Cura diez hijos en total. Sobreviven: Emilia Josefina, Mireya, Olguita, Sara y Ruben. Viendo con tristeza hacia atrás fallecieron Francisco Rafael, Ivan, Rosarito, Iraida y Moira.   Yo conocí bastante algunos de estos jóvenes de ayer, algunas veces visité este hogar, disfrutábamos las pláticas y retretas los domingos en la plaza ya que ellos vivían a pocos metros de la estatua de Miranda, en una residencia contigua a la Iglesia Matriz,  en la vía donde se ponían las dulceras en tiempos de  Peregrinación.. 
Entre las paredes de esta casa de dos plantas se oía que alguien se entretenía con música de piano. No cabe duda que  Pepina, como suele suceder,  siendo la tercera, contribuyó con sus exhortaciones a formar la familia. Como se sabe,  el Liceo Alberto Smith en Villa de Cura estuvo inmerso en varias direcciones.  Comenzó sus actividades en un local ubicado en la calle Leopoldo Tosta, en el cruce con la calle Miranda; también en una casona diagonal con la casa de los Carvallo. Años después pasó a la histórica calle Real (Bolívar) frente a la farmacia Central, antes de mudarse a la que sería su última sede en el sector de La Represa, donde todavía perdura desde 1968. Emilia Josefina Coelles comenzó a trabajar como secretaria en 1952 cuando el Alberto Smith se ubicaba en la calle principal frente a la Farmacia Central de don Félix Valderrama. La casona fue antigua sede del Colegio Arístides Rojas.

Por tantos años Josefina Coellas permaneció cumpliendo con ahínco  el desempeño en ese cargo a dónde ingreso el 15-09-52 hasta el 15-09-68.  Dieciséis años consecutivos de servicios, ni más, ni menos... Pasó el tiempo y Josefina Coelles adquirió figuración y reconocimiento a su labor dentro del Liceo.  Es harto sabido que en aquel tiempo  no habían aparecido los adelantos tecnológicos de ahora, la única herramienta era la máquina de escribir de teclado. Una buena secretaria debía poseer varios atributos: ortografía, redacción, caligrafía y buena letra. 
 La señora Pepina  tiene una memoria envidiable vive una longevidad activa. Tiene grabado en su mente el nombre de los Directores de este Liceo con tantos antecedentes históricos, son ellos los profesores Francisco Anzola, profesor Raúl Montenegro, el profesor Sierra, profesor Romero, profesor Nuñez Guaimare y la profesora Flor Pereira de Argenti… Han transcurrido tantos años y se recuerda de muchas anécdotas de su adolescencia y juventud, menciona con precisión al personal docente y a muchos ex alumnos, hembras y varones, que pasaron por esta casa de estudios. 
Sin olvidar al personal obrero como fue el señor  Amador López, considerado un icono de esta institución, así como también a los señores Antonio Pulido y  Samuel Corniel que se desempeñaron como bedeles.   Hubo una época luminosa de unas cuantas secretarias muy nombradas que pasaron por  el Liceo Alberto Smith,  son ellas Josefina Coelles, Flor Espinoza, Mirian Ramírez, Ariany Zerpa,  Norma Oliveros y Caridad García. Desde pequeña su madre les inculcó a todos sus hijos  lo que es el sentimiento de la amistad y los principios del cristianismo católico, dos virtudes que  doña Pepina lleva muy adentro  en el corazón. Aparte de eso es una amiga excepcional, con su gran sencillez y amabilidad saluda a todo el mundo que encuentra o que la visita. ‌Es grato y llamativo el hecho de encontrarse uno con una dama amante del deporte. No lo van a creer, pero doña Pepina desde muy joven está vinculada en espíritu con la historia deportiva local, heredado de su padre que fue un gran dirigente y aficionado a la pelota béisbol.  Don Francisco Coelles Briceño fue presidente del legendario equipo San Luis BBC, y  fue como el alma del tradicional equipo de béisbol juvenil Ayacucho Star BBC.., En combinación con el bachiller don Víctor Ángel Hernández, y el tipógrafo y editor don Inocencio Adames Barrios y otras personalidades se preocuparon por mantener la dirección y la supremacía de este emblemático equipo.  Pepina Coelles Jaen recuerda que pequeña pudo presenciar en 1941, cuando se le rindió un cálido homenaje al gran pelotero nacido en Villa de Cura  " El Temible" José Pérez Colmenares, en el salón del Bar Savery en la calle Bolívar, llevada de la mano de su padre.   Por eso será que doña Pepina Coelles atesora el conocimiento de todo lo referente al béisbol. Si alguno quiere saber sobre esta disciplina puede consultarlo con ella, incluso se cartea con el legendario Juan Vené, de cuyo comentarista de Grandes Ligas posee todos sus libros.. Sea de la pelota profesional de Venezuela y también de las Grandes Ligas (MLB)…O, si alguien se le antoja conocer sobre el liderazgo, récord y estadística de un pelotero de Grandes Ligas, lo comenta sin problema. Ella es como una enciclopedia deportiva, similar a un anotador de una fuente de béisbol.  Lleva en la mente y en una libreta de anotaciones los números de los lideres en las mayores tales como Miguel Cabrera, el japones Shohei Otani, Vladimir Guerrero Jr, de Salvador Pérez y otros... A pesar de la edad tiene una jovialidad increíble, puede resumir cualquier asunto que tenga que ver con la disciplina del béisbol que es su gran pasión. Ha permanecido siempre como fanática del equipo Leones del Caracas. De sus relaciones con los melenudos adora una bandera gigante de esta divisa colocada en una de las paredes. El equipo mas ganador, según su afirmación, en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) es el CARACAS..  El célebre conjunto Ayacucho Star BBC un orgullo para este pueblo villacurano llamó la atención de los cronistas por contar con nueve bellas madrinas, entre ellas estuvo su hermana Mireya Coelles, casada con  el medico villacurano Rafael Villasana, el cual en sus años juveniles fue integrante del equipo campeón nacional. La familia Villasana-Coelles tiene varios años residenciados en Acarigua, estado Portuguesa. Villa de Cura  es un corazón grande de los Valles de Aragua que ha dado belleza de mujeres a montón.  La señorita Betzabeth  Coelles Araujo, sobrina de la señora Pepina, nacida en Villa de Cura; en representación de Venezuela fue la ganadora del concurso “Reina Mundial del Banano 1986”, certamen que se realizó en la República de Ecuador.   Después de casada no continuó con su puesto en el Liceo. El matrimonio  y  la atención de los hijos no le permitieron seguir su carrera. Contrajo matrimonio  Emilia Josefina Coelles Jaén con el señor Antonio La Rosa, italiano, de los que vinieron a América en la década del 50 de la dispersión de la Segunda Guerra Mundial en Europa, fundador en los años cincuenta  de la famosa Heladería Italia, ubicada a media cuadra de la plaza Miranda. Producto de esta unión nació la hoy abogada Ana Emilia La Rosa Coelles y Miguel Ángel La Rosa Coelles, quien trabajó el comercio con su padre. 
Posee tres hermanos por parte del padre ellos son Raúl Moreno, Rafael Antonio Moreno y Nelson Moreno.   El amor por su familia lo cual representa para ella algo muy especial y el compartir a diario con sus amistades, es lo que ahora llena todos los momentos de su vida.  
Llegar hoy en día a estas alturas con tanta vitalidad se puede considerar un triunfo, un gran privilegio y una bendición de Dios. Oír música y seguir a los escritores de béisbol en libros, revistas y periódicos es otra de sus aficiones y deleite en horas de reposo y calma, sin olvidar las oraciones de rigor al Corazón de Jesús… En la lucha  de llevar la vida recuerda que vio partir a la eternidad a su esposo, sus padres, cinco  hermanos y muchos amigos y familiares. 
El amor que atesora por su terruño natal la tienen apegada como un imán  manteniéndose al día con todas las cosas que ocurren en su pueblo, pensando y evocando  su vida pasada. Jamás se siente sola, todos los días se encuentra rodeada de sus hijos, sobrinos, familiares y sus amigos que la llenan de gran amor y cariño. 
   Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, octubre/2021 
 

POESIA A MARCOS LEAL

  POESÍA A MARCOS LEAL                  Oscar Carrasquel Aguacate en nevera no madura Ni mandarina con navaja se pela. Se ponen a madurar ceñidos en papel periódico hasta que se afloje la concha. Me acuerdo que mi abuela servía aquel plato en la cena escoltado de tortilla salpicada con hojas de hierbabuena. Arepa asada en anafre y caraotas amanecidas para darme de comida. Así, tres aguacates voy arreglar que recién logré de la cosecha del poeta Marcos Leal.                                     Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, octubre 2021  
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DOÑA TERESA SOJO CONOCEDORA DEL MUNDO DE LA AREPA VENEZOLANA Y BAILADORA DE JOROPO ARAGÜEÑO

   DOÑA TERESA SOJO CONOCEDORA DEL MUNDO DE LA AREPA VENEZOLANA Y BAILADORA DE JOROPO ARAGÜEÑO. Por Oscar Carrasquel Esta crónica la dedicamos a la señora Teresa Sojo quien cultivó en tantos años de su vida el hábito de la buena cocina. Una de esas madres trabajadoras con grandes valores, muy conocida a mitad del siglo xx,  y que por su carisma llegaba a todos. Fueron tiempos que ya se marcharon pero la mente y el alma de quien la conoció queda pensativa.  Evocamos su nombre y un poco de su vida como parte de un pasatiempo muy hermoso. Ana Teresa Sojo Gómez es el nombre que aparece en su registro de nacimientos. Nació en el asentamiento campesino  “El Chorro” en el Valle de Tucutunemo, llegó al mundo y comenzó a ver aquel paisaje el 27 de noviembre de 1927, hija de los labriegos Juan Teodoro Sojo y de María Eugenia de Sojo  Después saboreó el hermoso mundo de la ciudad. Sus estudios alcanzaron hasta sexto grado en la escuela Teresa Carreño de Villa de Cura, lo demás fue trabajar sin pausa. La gente le resumió el nombre y la llamó simplemente TERESA SOJO. Tuvo varias direcciones en Villa de Cura. La familia vivió primero en la calle Sucre; después, se estableció en la calle principal de la Parroquia Las Mercedes, posteriormente en la calle El Ganado. Su casa propia de habitación fue en la calle Miranda hasta lo último de sus días..  Muy joven trabajó como obrera en una fábrica de pastas alimenticias que funcionó en La Villa en los años cincuenta. Trabajando en esta factoría sufrió un accidente en una mano y se retiró. Supo lo que es la faena de lavar y planchar ajeno. Pero en realidad lo fuerte de ella fue la cocina. Todo el día, No tenía hora de comenzar ni de terminar. La humildad fue una de sus principales virtudes. Con escasos recursos montó un kiosco que abría todos los días para la venta de arepas y empanadas en un cuartico de la casa ubicada en la calle Miranda, casi llegando al  Colegio de las Hermanas Catequistas de Lourdes. Era un sitio muy pequeño pero la gente se aglomeraba. Durante tantos años el negocio de la señora Teresa Sojo instalado en este estratégico lugar ofreció  empanadas, rosquitas y la popularísima “arepita frita”, así como también  se encontraba cualquier cosa de tomar,  leche en cartón, refrescos y jugos.  En diciembre disfrutaba haciendo sus hallacas para la temporada navideña. Se cansó de repartir el buen sabor de la gastronomía criolla que tenía muchos seguidores en el pueblo de Villa de Cura. También era experta en la elaboración de la dulcería criolla que ella servía en raciones individuales La neblina del mes de diciembre  le pintaba a este cielo villacurano un bello rostro como de mujer aragüeña recién bañada.  Era la época de  misas de aguinaldo el último mes del año. En los años cincuenta, el reloj de la catedral marcaba veinte y cinco para la seis, y la gente salía disparada de la Iglesia para.los acostumbrados paseos a pie a dar una vuelta por la calle El Ganado (avenida Lisandro Hernández) hasta que llegaba la luz del sol. La elaboración y venta de arepas fue lo que la catapultó a la fama. Sin duda alguna que, entre otras variantes, la humeante “arepita frita” criolla aliñada con semillitas de anís era la comida que más  se consumía en Villa de Cura como elemento principal en un desayuno, y muy particularmente buscada en la temporada decembrina. Doña Teresa sentía una gran pasión por su labor de tantos años, no existía nada que la detuviera. Desde la madrugada ya doña Teresa Sojo, la dueña absoluta del pequeño negocio, tenía lista  la primera camada de las crujientes “arepitas fritas”  que servía de antesala, así también tenía listo un rico cafecito negro colado en manga. No había nada más poderoso que estos dos elementos de la cocina criolla  para acompañar un delicioso desayuno. Cuando se agotaban las primeras “arepitas fritas”  la gente esperaba que estuviera el resto. La “arepita frita” de maíz pilado se convirtió como una expresión popular en el paladar de los villacuranos. La gente la solicitaba bien de mañana como buscar las noticias del día en la prensa. Los sábados y domingos la señora Teresa no se daba abasto. Entre algunas de sus facetas, laboró muchos años en el  Grupo Escolar Arístides Rojas de Villa de Cura donde realizaba trabajos de mensajería y de bedelía en dicha institución, hasta 1980 que el Ministerio de Educación Nacional acordó su jubilación por haber finalizado su actividad laborar su hoja de servicio. La actividad cultural en la comunidad también llenó una parte de su vida, figuró como bailadora dentro el ámbito de la familia joropera villacurana. En la décadas del 50 fue pareja en los grandes bailes de Joropo Aragüeño que se daban en el centro y en los campos aledaños a La Villa, esos de amanecer hasta el día siguiente, lo cual ilustraba su espíritu alegre y su buena salud. Dedo destacar que en el año 1988 le fue entregado la condecoración “Orden Samán de Aragua”, en su única clase, condecorada por el gobernador de aquel entonces profesor Didalco Bolívar.  Siempre llamó la atención como una persona que profesaba la religión católica devota del Nazareno, la imagen de Jesús cargando la cruz y del Santo Sepulcro, el mayor signo de  la multitudinaria procesión del Viernes Santo  en la que ella todos los años participaba con devoción. Doña Teresa tuvo una descendencia nutrida, fueron sus hijos: Rosa Teresa, la primogénita, le siguen Germán, José, Judith Josefina, Luís, Pedro, Ramón, Orlando, Freddy, Yanet, Roger y Mallerín, la bordona. La familia hasta ahora se ha visto multiplicada en 22 nietos y 26 bisnietos. Doña Ana Teresa Sojo Gómez falleció un Viernes Santo el 22 de abril de 2011 en Villa de Cura, municipio Zamora,  estado Aragua, sus restos reposan en el viejo cementerio municipal. Hay quienes creemos que la señora Teresa Sojo por su obra formó parte de la militancia cultural de un pueblo. Es encantador, por supuesto, rendirle este pequeño homenaje de recuerdo. En nuestra búsqueda de su vida contamos con el aporte informativo de mucha gente que la conoció, uno de ellos el cantautor de música criolla Moisés Rondón que la metió en una de sus creaciones, el video está rodando  por la plataforma de YoubTub; así como también los testimonios que nos dio por vía digital su hija de nombre Judith Josefina Sojo.  Que Dios la tenga en la Gloria. Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, 22 de septiembre de 2021
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MÁXIMO DÏAZ ENCUENTRO CON UN HACEDOR DEL ARPA ARAGÜEÑA

  MÁXIMO DÍAZ ENCUENTRO CON UN HACEDOR DEL ARPA ARAGÜEÑA Por Oscar Carrasquel Nuestro pueblo Villa de Cura es un entorno de la geografía aragūeña donde se desarrollan culturas diversas y han surgido muchos actores  de distintas cualidades. El joropo aragūeño dibuja lo que es el paisaje campestre, es tan autóctono y querido que  en  Villa de Cura, de dónde sale este género musical, se hace el arpa que acompaña a sembrar la poesía de muchos creadores de la región, fusionados  a lo que hoy se llama Música Central. Como es sabido el Joropo Aragüeño tiene sus raíces nacionales a partir del siglo XVIII. Con frecuencia le damos  relevancia a los arpistas, igualmente a los cantadores y exaltamos a los bailarínes, pero poco se oye mencionar a aquellos que hacen el arpa. No se le ha dado el lugar preponderante que merece el hecho  que, este instrumento de 35 cuerdas  muy similar al arpa llanera, en época no muy remota, lo fabricó en Villa de Cura, estado Aragua, el joven Máximo Díaz. El arpista para derrochar bien su arte debe confiar en la alta calidad de su instrumento. El artesano Máximo Díaz  Ramos, como es su nombre completo,hombre sano y cordial nació  en el asentamiento campesino de Los Bagres en el  Valle de Tucutunemo, jurisdicción del municipio Zamora el 01 de octubre de 1953. Era un muchacho de corta de edad cuando sus padres abandonan el lar nativo y fijaron residencia en los altos del barrio La Represa de Villa de Cura. Allí, después de terminar la educación primaria en la escuela básica  "Inocencio Utrera" cursó la carrera de Dibujo Técnico, sin embargo se le notó una vocación artística. Casi de manera paralela comenzó a trabajar  para ayudar en todo lo de la casa; aprendió carpintería, se consagró a darle vida musical a la madera, a tallar figuras sobre troncos de madera.  Un poco más adelante se encaminó a elaborar arpas como si fueran de verdad pero en miniatura para vender como souvenir. Vendía todas las que lograba producir. Su casa paso a ser un lugar para exponer y vender los facsímiles.  Mirando el éxito obtenido entonces se inició como "lutier" construyendo  el arpa aragüeña normal y corriente. Como hombre perspicaz y preocupado, aprendió sin ver a nadie y sin maestro, a punta de intelecto. Ya tenía la sierra, cincel, escorfina y demás instrumental completo.  Desde su pequeño taller en un tinglado de su casa de bahareque y palma salían elaborados todos los elementos que constituyen un arpa, tales  como el barón, las costillas,  la cinta, el cuello, diapasón, los trastes y  clavijas. Y como punto final, el encuerdado  que, son los registros  graves y agudos del arpa… Y como también aprendió el lenguaje para manejar aquel cuerdero, la afinación del instrumento. Nos enteramos que la primera arpa que MÁXIMO construyó fue un obsequio para un joven músico del sector”La Represa” llamado Félix Alberto Rodríguez, que se iniciaba en el joropo aragūeño y que luego, a decir de la gente, fue un arpista de carrera virtuosa. MÁXIMO DÍAZ  es de sentimiento altruista su objetivo fue  pagar una promesa en acción de gracias por los dones y el espíritu creador que Dios le dio a lo largo de su vida. Es lo que nos contó en el año 1989.    Treinta y seis  años de edad tenía  cuando tuvimos la oportunidad de hablar con él. Según su aseveración entre los artistas que han ejecutado un arpa construida en su taller figuraron una constelación de arpistas encabezados por el maestro Salvador Rodríguez; figuraron otros artistas entre ellos los hermanos Pablo Rodríguez, Cecilio Rodríguez y Félix Rodríguez, Alfredo Sánchez, Martin Herrera, José Cordero, Víctor Ilarraza y Fermín Esaa. El azar le dio el privilegio de hacer el arpa oficial a un cantador de joropo tuyero de larga data como lo es don Atlio Segovia. A don Silvino Armas que no era ejecutante del arpa, sino un magnífico cantador de joropo, le fabricó y vendió hasta cuatro arpas. Se la hacía por encargo. Quizá alguna respira por ahí enfundada recostada de una pared. Su trabajo como fabricante de arpa fue conocido en otros ámbitos  en la región de Aragua, Carabobo y Miranda. La verdad es que tenemos mucho tiempo que no sabemos de la vida de Máximo Díaz, desde aquel septiembre de1989 que le hicimos una entrevista en Villa de Cura para las páginas del periódico El Vigía, quincenario dirigido por José Seijas… Hoy,  no sabemos si  desarrolló su fábrica, ni tampoco cuál es el paradero de este humilde artesano. Por otra parte, creemos que en La Villa hace falta una cátedra dónde se estudie y se enseñe a cultivar el arte de fabricar este instrumento de nuestra Música Central, en donde el hombre creador desarrolle sus cualidades artísticas y su inteligencia. El señor Maximo Diaz pareciera haber abonado el terreno. Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, septiembre 2021 Foto José Seijas Publicación Ramón Alfredo Corniel.
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miércoles, 24 de noviembre de 2021

"BODEGA 5 DE JULIO" PROPIETARIO DON RAFAEL ORTEGA

 



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Por Oscar Carrasquel


En el discurrir de la vida de nuestro pueblo  de la década de los años 50, todo el mundo en Villa de Cura sabía que la "Bodega 5 de julio" fundada y regentada por el conocido comerciante don Rafael Ortega, estaba situada en toda la zona comercial de La Villa, exactamente en la esquina de la calle Comercio cruce con la calle Bolívar y Villegas, contigua al establecimiento comercial de Norberto Ramón Vásquez. En este lugar  funcionó hasta hace poco un negocio llamado “Pescadería Cagua”. 

En la bodega de don Rafael Ortega, quizá una de las más típicas, se encontraba todo lo que usted buscara, bien surtida de  víveres y artículos de la dieta popular. Había un tambor sobre un burro de madera para depositar kerosén a dos centavos el litro; expendía maíz por almud, queso llanero, manteca en lata, alpargatas, quincallería, tabaco en rama, había hasta artículos de ferretería. El entrar y salir de gente de todas las edades a este negocio era permanente.

Como se estilaba antes, le daba fiado a familias de bastante confianza. En aquella época era muy utilizado el fiado como tabla de salvación para las amas de casa. Cuentan que Rafael, en sus comienzos, repartía la lista de víveres al domicilio de sus clientes sobre el cajón de una bicicleta de reparto.

A lado por la calle transversal abrió una tasquita en donde despachaba por copas licores nacionales e importados. El inventario incluía variadas bebidas artesanales a base de hierbas y frutillas medicinales mezclado con licor blanco. En las tardes se llenaba ese lado de parroquianos, esencialmente acudían a tertuliar reconocidos personalidades de La Villa.

Don Rafael Ortega era un hombre respetado por la comunidad, cordial, de una gran personalidad, con una legión grande de amigos y relacionados.  Siempre se veía que se paraban en su negocio por la estrecha amistad, Manuel Melo,  Serapito Herrera, Juancho Cabrera, Luis Nieves,  Alcides Álvarez, Juan Bautista Hernández, Luis Rosendo Hernández y muchos agentes viajeros que venían a vender a los almacenes.

A veces se escuchaba cuando llegaba don Leandro Nieves con su estampa de poeta en compañía del músico don Ángel Briceño que venía de Caracas y le  ordenabna: !Rafa, sírvenos un cuerazo!. Rafael ya sabía que  un trago de ron añejo es  lo que deseaban.

Pocos saben que Rafael Ortega era oriundo del llano, de la tierra sin jorobas, de San Fernando de Apure donde nació el 10 de diciembre de 1923. Hijo de don Ruperto Ortega, un hombre conocedor de los diferentes caminos del llano y de doña Carmen Olimpia de Ortega. Siendo un párvulo de un año de nacido su padre se traslada  con la familia y se avecina en la población de Cagua, Distrito Sucre, estado Aragua. Sus estudios no fueron abundantes porque desde muchacho tuvo que ponerse a trabajar. Allí fue creciendo con amor y dedicación al trabajo como lo aprendió de su padre.

Rafael se inicia como ayudante de un antiguo bodeguero  en la población de Cagua, hasta que conoce a don Manuel Melo, nativo de aquel lugar, a quien le gustó la manera de trabajar de aquel joven de apenas 19 años de edad, y decide ayudarle a transitar airoso su camino, se lo trae y le montó una pulpería en Villa de Cura al lado del almacén de la firma “Hernández y Melo” por la calle Comercio (a estas alturas es "Pastelería JAVIORI", atendida por el popular René). El almacén surtía a crédito a la pequeña bodega. Eran tiempos bellos en que aún existían personas con visión humanística.

Andando el tiempo con lo ganado y un crédito de 1000 bolívares otorgado por don Manuel, El mozo abre su propio negocio en un caserón de bahareque del larense don Juan Aguilar Solaine, en todo el frente. Recuerdo que el espacio estaba iluminado por un farol colgante en toda la esquina. El comercio se inauguró como "Bodega 5 de Julio". Haciendo una retrospectiva del tiempo en este local, quizás en los años 40,  tuvo bodega don José Caracas la cual fue devorada por un incendio..

Para aquellos lejanos años años,  cada vez llegaban al pueblo los arreos de burros y mulas que traían de la sierra productos agrícolas a las puertas de los almacenes. Presente está en mi mente la figura de don Alfredo Rodríguez que fungía como comisionista..

Pasado un tiempo se trae de pulpero a su menor hermano Régulo Ortega... Régulo tendría unos 17 años de edad. Nos enteramos a través de un familiar quien nos comenta  que Régulo a fuerza de trabajo, con la ayuda de su hermano Rafael y un crédito en mercadería de don Manuel Melo levantó tienda aparte;  abre su comercio a una cuadra más abajo con el nombre de "Abastos y Frutería El Samán", frente al Bar y Restaurante El Samán, en lo que antes fue la sabana. Una bodega mixta del mismo tipo. Allí lleva hasta ahora varias décadas sirviendo a la comunidad de Villa de Cura. Todo el mundo la nombra sencillamente como "La bodega de Régulo".

No puedo dejar de recordar que a nosotros nos surtía el abasto de  Régulo, recibamos crédito el cual  anotaba en una libreta de notas para pagar quincenal.  Una lista para 15 días en aquella época llegaba escasamente a 28 bolívares. En  lo que llegaba diciembre a sus "marchantes" les mandaba con el repartidor una botella de Ponche Crema, o vino  “La Sagrada Familia". Es grato tener en el afecto y en el mismo vecindario a su distinguida familia.

Don Rafael Ortega no viajó nunca a su tierra llanera ni tampoco regresó a Cagua, quiso de manera entrañable a esta bonita Villa de San Luis. En este terrón conoce y se enamora de una dulce mujer villacurana llamada Carmen Elena Pérez, hermana de Teresita Pérez y José Pérez, con quien compartió el resto de su vida y formó una hermosa familia.

De una primera relación  nació Rafael Ortega Jr, de profesión Topógrafo, llamado cariñosamente “El negro Ortega”, fallecido este año. Del tronco de los Ortega-Pérez nacieron Manuel Salvador "Chuchín"; Topógrafo, murió muy joven en un ataque por sorpresa; Rómulo José, bachiller de la República; Régulo, técnico medio; Ysnelda Margarita, Médico Cirujano especialista en oftalmológía;  Esther Soledad, profesora y escritora de formación intelectual; Carmen, bachiller  y Gisela, profesora universitaria.

Queremos recordar que al llegar a esta Villa en sus años otoñales, Rafael Ortega vivió en una pieza alquilada en la calle Curita (hoy Páez), pero después, como se sabe, habitó casa propia con su familia por la calle Mateo Vargas en el sector Las Tablitas centro.

Los años pasan rápido, el patriarca don Rafael Ortega le dijo adiós a la vida terrenal el 22 de julio de 2014. Murió longevo como los árboles, 91 años fue su largo recorrido por la vida. Fue un momento muy doloroso para la familia y para sus amigos. Dios lo tenga en su Gloria.



Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, diciembre 2021

Fotos tomadas del archivo familiar

Diagramación y publicación a cargo de Ramón A. Corniel.
















miércoles, 10 de noviembre de 2021

CARLINA FLORES DE YSAYA DEJÓ UN LEGADO A LAS NUEVAS GENERACIONES

 





Por Oscar Carrasquel.


Villa de Cura es una ciudad enclaustrada en un pequeño valle, hospitalaria  y cálida urbe aragüeña, capital del municipio Ezequiel Zamora, cuna  de personas que le han dado brillo a distintas  vivencias y culturas. Una de la muestra más evidente es cuando hace muchos años atrás se pronunciaba en toda Villa de Cura el nombre de la distinguida matrona Carlina Flores de Ysaya,   un ser de arduo trabajo desde muy joven, movida fundamentalmente por su vocación de servicio social desde su profesión de enfermera.

Casi tres décadas de servicios continuos ocupando roles de sanitarista en el Hospital Doctor José Rangel de Villa de Cura. En el nosocomio local ingresa a trabajar el año 1964.  Sumado a eso el trabajo que desempeñó en la tipografía "La Esperanza" de don Rafael María Díaz, como armadora de chivaletes para vomitar tarjetas y talonarios, lo que prácticamente fue como una escuela. Carlina sentía gusto por cuanto texto le llegaba a sus manos, tentada por el hechizo de la poesía... Hay que añadir una pasantía en El Cine Corralón de don Eligio Arocha, haciéndole suplencia a su hermana Consuelo Flores,  En los años 50 se dedicó a los oficios en el hogar y la atención   de su esposo y sus hijos con lo cual redondeaba su aptitud humana.

Su desempeño laboral no tenía límites, toda su vida fue trabajar. De  aquellas mujeres de antes que,  no vivían pendientes que le regalaran, sino que buscaban crear su propia economía. Ni estaban pendientes de días libres, tampoco de vacaciones. Solo la muerte pudo darle paso a su reposo definitivo.  A los 89 años de edad  fue que Dios detuvo la movilidad de su cuerpo, su noble corazón que ya había tenido un aletear de pájaro lastimado dejo de latir. Y fue cuando finalizó la preocupación por su familia y las atenciones a sus enfermos. Llegar a la cima a las puertas  del tiempo depende de unir el esfuerzo y la constancia con ganas de llegar a alcanzar la cumbre.

Había nacido Carlina Flores el 4 de noviembre de 1925 en la parroquia Nuestra Señora de las Mercedes, hija natural de doña Vidalina Flores Carrasquel y del comerciante  Norberto Ramón Vásquez. Su infancia transcurrió entre el silencio de los campos del Valle de Tucutunemo. Luego tomó el camino real para regresar a La Villa y vivir por los lados de "La Garita" en la frontera con la parroquia  Las Mercedes, y el año 1959 fue a parar su periplo en el sector del “Cementerio Viejo”, que arranca de la esquina "El Coco" en el barrio La Represa, donde se radica en forma definitiva hasta el final de sus días.

Cuando la actividad comercial de las fábricas de alpargatas era creciente en Villa de Cura, contrajo nupcias con el joven villacurano José Antonio Ysaya quien le planteó noviazgo  en La Villa; un chofer de camión conocido cariñosamente con el sobrenombre de “Panpelao”… Procrearon 6 hijos de nombres: Antonia María y María Antonia que son gemelas, Nelly, Maritza, José Antonio y Hermila Jacqueline (Milo).  Hoy multiplicada la familia en nietos, bisnietos y tataranieto. Nelly, quien al igual que su progenitora ejercicio el oficio de enfermera falleció en Villa de Cura en diciembre de 2012. 

Vengo a recordar que su hija menor Hermila Jacqueline Ysaya (Milo), hoy señora de Zambrano, es una conocida educadora, cultora y deshojadora de versos, con predilección por la poesía gauchesca de Boris Elkin; la española de Rafael León, y le fascina la poesía nativista recia de Aquiles Nazoa, Leoncio  Martínez “Leo” y Ernesto Luís Rodríguez.

Doña Carlina de Ysaya desplegó también sus facultades haciendo las célebres "arepas de maíz pelado", cuya técnica culinaria  aprendió de las expertas Agripina y María de Jesús Rojas, de la parentela de su marido, que ponían a la venta por encargo en las casas de familia, las entregaban a la bodega de don Gerardo Breto en la calle Páez. De inmediato se vendían.  

Se especializó en la hechura de dulcería criolla; el popular majarete, conservas de coco, dulce de lechosa y las sabrosas papitas de leche,  delicia de niños y viejos, lo cual  formaba parte de lo bello  de nuestro pueblo. También urdía capelladas para la elaboración alpargatas. Nada hacía mella en su espíritu de luchadora. Una mujer con el conocimiento abierto para todo lo que se refiere al trabajo artesanal. En un tinglado de la casa funcionaba la máquina para moler el maíz y el horno de arcilla ardiendo con leña en el sombreado patio.

Conocimos bastante a esta dama de voz profunda, conversadora, con mucha chispa, cariñosa y de alegre sonrisa; con la piel quemada, plisada, que se hacía más visible por culpa del paso de los años. Y sus manos callosas y duras como la corteza del árbol de roble, pero sensibles al mismo tiempo para hacer el bien. Con mucho respeto por el oficio, por la vida y sus creencias católicas; jamás se olvidó de las procesiones del Santo Sepulcro y de la Virgen de Lourdes.

Se sabe que doña Carlina de Ysaya fue de todo esto y mucho más. Protagonista de su propia historia. Tuvo el privilegio de disfrutar de la admiración y el aprecio de todos aquellos que le conocieron en todos los estratos sociales de Villa de Cura y colectividades aledañas.

En el mundo donde vivía,  dentro del conocido ambiente de la ciudad, en el conjunto de sus compañeros de labor de la Unidad de Pediatría del hospital en Villa de Cura, el amor percibido por su dulzura fue tan grande que adoptó el sencillo epíteto de MAITA, como si fuese una aclamación del alma. Se apoyó en el afecto de médicos y personal de enfermería, y de sus pacientes que jamás se quejaron y lloraron bastante su partida física. Falleció en la Villa de Cura, el terrón que tanto quiso el 10 de abril de 2014. Seguro que Dios la esperaba allá en el cielo.

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, 10 de noviembre de 2021.
Foto tomada del archivo familiar...Diagramación y publicación Ramón Alfredo Corniel.