jueves, 30 de abril de 2015

TU RETRATO


Por: Oscar Carrasquel
Villa de Cura, estado Aragua
28 de abril a las 12:21 ·
Parecen cristalinas aguas
en vez de trenzas
Las hebras de cabello que
caen sobre tu frente
Retratada libre en tu aposento
Con ojos de fiera en madriguera
Como dos rayos de sol
resplandeciendo en primavera.


Sitio web de la imagen: http://www.freepik.es/fotos-vectores-gratis/cabello

miércoles, 29 de abril de 2015

MUSIÚ SAMUEL



Por: Oscar Carrasquel
Villa de Cura, estado Aragua

Jamás abría cuenta nueva
este comerciante marroquí,
(que usaba elásticas y chaleco)
sin que antes
le solventaran la vieja deuda.

Siendo yo un niño lo veía,
paseándose, mañana y tarde
sobre el lomo de una mula
ensillada,
cargando atadas al anca de la bestia,
las telas de moda que la gente le iba dejando...

En las manzanas vecinas
le decían “Cuotero” y
“Marchante” también lo llamaban,
Y desde luego, en la vecindad de mi cuadra, como MUSIÚ SAMUEL,
era como atendía.

El yendero y su bestia,
su habitat siempre tuvieron
en la “cuadra larga”,
de la calle Urdaneta de La Villa.

Era una casa solariega
de portón de campo y de ventanales,
con una mata gigante de
“Gallito” al fondo.

Un perrito como mascota,
seguía los pasos del Musiú
y de su mula
en sus episodios de cobros y fiados
a las familias villacuranas de la época.



Sitio web de la imagen: http://www.modaydecoracion.com/general/todo-lo-que-quiso-saber-sobre-telas-parte1/

martes, 28 de abril de 2015

EL SEMERUCO





LA MUERTE DEL SEMERUCO

Oscar Carrasquel


Al poeta J. M. Morgado
LA

Te silenciaste
anciano Semeruquito,
árbol de generoso fruto,
que aire puro y limpio
nos entregabas.

Hoy mi verso
recordar quisiera,
las infinitas alegrías
que con tu sombra,
muchas veces nos dieras.

Compañero de cuitas, poesías
y canciones con guitarras.

No te moriste de pie,
como dicen que mueren
los árboles.

Hoy, al llegar yo de viaje,
alcancé a ver tu cuerpo
con tus raíces al aire
y tus hojas en el suelo,
extendido largo a largo
sobre lo verde del césped.

Parecías derribado
por el destello de un rayo.

El pobre no soportó más
el peso de tantos años,
ni sus raíces,
la sequía de tantos veranos.

Por culpa de tal percance,
sobre tu espesura vegetal
ahora no cantarán,
como lo hicieron antes,
aquel enjambre de pajarillos
que venían a cantar.

Ni en marzo,,
el canto mustio de las chicharras
en marzo se escucharán.





LOS AÑOS DE LA ADOLESCENCIA Y UN CATÁLOGO DE RECUERDOS ¿ QUÉ NOS HA PASADO? .


                                                 Foto referencial bajada de Internet. 

"Nada existe mas valioso, mas fuerte, mas dulce, mas sano, ni mas útil para el porvenir que el querido recuerdo de la infancia". Feódor Dostoievski


Por Oscar Carrasquel


A través de la experiencia, así tengamos cien años o más, hilvanamos el camino transitado y lo dejamos guardado en el baúl de los recuerdos Es una hermosa senda de la vida. Nuestra juventud fue bonita . Ya lo he dicho, campeaba la pobreza pero era muy distinta a la moderna. Nuestra juventud fue de dedicación al calor del hogar, de respeto mutuo, preocupados por el estudio. De trabajar desde temprano. De gusto por los paseos y bañarnos en los ríos. A veces por tonterías los muchachos nos dábamos puños a la salida de la Escuela Arístides Rojas, pero enseguida estábamos juntos.. Entregados al ejercicio del deporte y a la sana diversión. Todo esto nos guió en la vida y deja una marca indeleble que nunca se olvida con todas sus bajadas y subidas. 

Los años transcurridos hacen que todo evolucione. Hemos andado y desandado ciudades y pueblos y conocido otros mundos, con acierto y también con errores. En la salud y en la enfermedad. Los años de experiencia nos han convencido que la juventud que nosotros conocimos fue nuestro mejor trofeo.. Hablamos de esto sólo para hacer una retrospectiva del camino  recorrido, en esa etapa inolvidable de nuestra vida. Contar  una parte de los años juveniles es lo que nos anima.

Nuestra amada Villa de Cura, para quien no la conoce, es una ciudad rodeada de colinas que se elevan por todo su contorno, conformando un solo valle: con sus lugares para el paseo donde se forma un bonito paisaje. El Vigía, Platillón, Cerro Azul, Picacho Blanco, Barranquilla, Cerro Pelón, Los Chivos, El Calvario, y La Virgen, se cuentan entre sus cerros.  Y un cañón por donde se desparraman los valles aragüeños hacia los llanos guariqueños y apureños. 

Hace más de seis décadas atrás Villa de Cura era una ciudad de ríos rumorosos y de aguas limpias por todos lados. Y de agua abundante en el subsuelo. En todos sus linderos se sentía el accionar de la naturaleza. Había que saber lo que era antes Pozo Azul y el Valle de Tucutunemo. 

No hacen muchos años en El Cortijo y todo el Valle de Tucutunemo no se percibía  otra cosa que el riego por aspersión, siembra y cultivo de extensos sembradíos de maíz, tomate, yuca, papa, aguacate, caraota, pimentón, hortaliza, además  cría de ganado vacuno y porcino.  A un costado de la vía siempre había una pulpería con un caldero de chicharrón y carne de cerdo  hirviendo, y un budare de cachapas.. El Valle de Tucutunemo tenía fama nacional, se daba entonces la semilla certificada de maíz y caraota de calidad mejorada distribuida por una conocida firma. Muy requerida por los productores de la Colonia de Turén  y Asociación de productores de Calabozo estado Guárico y del estado Cojedes y Portuguesa... 

Había que ver la cantidad de litros de leche y sus derivados que durante invierno y verano salían hacia el centro de las haciendas  "La Providencia", "El Ancón", "Montero", "Santa Rosa",  "Caicara"  "El Banco",  "El Ocumo", "La Lagunita" y granjas de medianos y pequeños productores de Los  Bagres, El Pao de Zarate y El Cortijo. 

Hay que recordar aquellos tiempos de cosecha cuando se podían ver en fila india los camiones 600 y 750 cargados hasta la coronilla de productos para ser  llevados a los Mercados Periféricos de Caracas y el centro del país. Es muy saludable recordar que los dueños de parcela, a mucha gente pobre le daban luz verde para el "rebusque", que no era otra cosa que el aprovechamiento de los frutos que en su paso dejaba las máquina cosechadora.

Seguramente los villacuramos de esa época, que aún nos acompañan en la vida, recordarán que a mediados del siglo pasado, algunas familias se organizaban en romería a bañarse y  pescar en el río Guárico y  río Tucutunemo, porque siempre había en su curso una abundante cosecha de palometas, bagre rayado, coporos, palambras y corronchos.

                Rafael "Rafucho" Castillo Zamora, Justo Ilarraza, José Carrasquel y Raúl Carrasquel. Foto archivo O. C. 


Si uno deseaba disfrutar de un  suculento hervido de "roncador",  o de una ración de pescado frito, solo había que llevar al río  anzuelos, un caldero, aceite de comer y  fósforo, porque el río le daba la comida y el bosque el haz de leña para el fogón. 

En los días de infatigable calor veraniego, de sol ardiente y cielo azul, los villacuranos de diferentes  edades y estratos, nos fuimos acostumbrando a darnos un baño en las pozas que se hacían en el curso del río Guárico. La mayoría de las veces  en excursiones dominicales. (Salíamos después de desayuno y regresábamos con el ocaso). No estás demás de recordar aquellos días cuando por vía de la jubilada de nuestras horas de clases, burlábamos el seguimiento de los policías escolares don Brígido Alagar y el señor Lucio Reina..
 
¿Cuántas veces el grupo no pasó buscando por su casa a nuestro amigo Rafael Pasquier Suárez, y en aquella oportunidad doña Ana de Pasquier, su madre,  nos brindaba una bandeja de tortas de "merengues" para que lleváramos de bastimento?.

Con frecuencia marchábamos a pie  por la carretera de macadam disfrutando del paisaje y de sus campiñas; y derribando con hondas las iguanas de las ramas de los samanes y caros, para degustar  la hermosura de sus huevos salcochados. A disfrutar de las plantas frutales que crecían silvestres entre plantíos y en  las márgenes de los ríos. Los muchachos derrochábamos el gusto  comiendo frutas de mamón, mango, algarrobo, cotoperíz y jobo.. 

Sigue nuestra memoria recorriendo los verdes aledaños del otrora encantador río Tucutunemo, con sus pájaros de todas las especies trinando sobre la arboleda. Los pozos que surcaban su caudal fueron nuestros mejores cómplices también frecuentados por las lavanderas de Las Mercedes: "Pozo azul", "Quita Calzón", "El Caracol". "El Deleite", "El Paso del Caballo".. 

A un costado de la carretera a San Juan de los Morros se ubicaban los pozos de "Quebrada Honda","La Planta" y  "El Carmen". En el limítrofe de Aragua con Guárico a orilla de carretera, "La Quebrada de Piritu"; siguiendo mas adelante  las profundas aguas del "Salto de Piritu"..

Del curso del  río "Guárico", un río anteriormente invadeable , tan solo quedan ahora sus barrancos y uno que otro pocito de aguas fétidas, restos de neveras , perolas de cerveza y unos cuantos zamuros disfrutando de la siesta. 

Flamea en la pantalla del recuerdo el balneario bajo el puente de la vía a Santa Rosa, con sus clarísimas y rumorosas  aguas   que descienden desde la Sierra del Sur. Allí calmaron su sed y llenaban sus taparitas de agua los  Peregrinos en febrero.  

El río "Curita", metido entre un nudo de árboles, en cuyos remansos se  lanzaban anzuelos y redes para la pesca; y en especial las muchachas y muchachos se bañaban en las pozas que dejaba la crecida invernal. 

Las aguas represadas del "Paredón de la Represa". En su orilla los carreteros se bañaban y ponían a beber a sus cansadas mulas. En sus tranquilas aguas abundaba la sardina, la anguila,  guabinas, empollaban los gallitos de agua, nadaban en las tardes los patos silvestres y pernoctaban las garzas blancas y paletas en sus garceros.  

Por la salida de La Villa vía a Cagua los pozos "El Caño", la "Quebrada de Guayabal", convertida en aguas cloacales. Y de la misma parentela le sigue el caño  "La Chapellinera", bajo la sombra de amables árboles y bejucos que muchas veces usábamos como trampolín. . 

El río "Las Minas", corría libremente en invierno y verano,  ahora solo corre cuando son muy fuertes las precipitaciones en su cabecera.. 

Evoco a "Los Tanques", porque en medio de un bosque de cujíes, existía una laguna natural, allí iban a realizar su faena y echar cuentos las lavanderas. 

Por la cercanía de San Francisco de Asís o Garabato, había una chorrera de abundantes aguas cristalinas que se deslizaba por un elevado tobogán de piedras azules, bautizado  "La Ceniza". Algo así como un "Tobogán de la Selva" amazónica en miniatura. Me echan el cuento que ahora sus aguas se fueron evaporando..

Todavía es tiempo de memoria, toda esa maravilla de parajes que nos brindó a los villacuranos la madre naturaleza, que marcaron excelente progreso, ya no están, porque el hombre los abandonó, nunca los  cuidó,  Cuando fuimos niños y adolescentes nos hicieron saltar de alegría,y por eso su desaparición no deja de causarnos  nostalgia y dolor. 


Oscar Cattasquel. La Villa de San Luís,  verano 2015.



sábado, 25 de abril de 2015

"EL ZAMURO" SE CONOCIÓ TAMBIÉN COMO "LA CASA DEL ERMITAÑO"





"EL ZAMURO"  SE CONOCIÓ  TAMBIÉN  COMO "LA CASA DEL ERMITAÑO"
 

Por Oscar Carrasquel


Uno aprende de su infancia  y de la experiencia de los mayores y va cumpliendo la noble misión de ser narrador y de sacar a flote las cosas menudas que ocurrieron en el pueblo que nos vio nacer.

Por el este de la ciudad de Villa de Cura, exactamente por los lados del cerro  "El Calvario", en los primero años de la  década del cincuenta, muchas personas hablaban con mucha naturalidad de un sitio  denominado "La Casa del Ermitaño".
 
Se sabe que en aquel lugar alejado del centro poblado en una época llegaban las bandadas de zamuros a asolearse, a  sestear y estirar sus alas sobre el ramaje de los árboles de Samán que dan vida al paisaje. Al comienzo del cerro había una especie de gruta natural formada por tres gigantescas lajas. En dicho lugar se aposentaban a dormir estas aves. y por esta razón  este sector de "Araguita" adquirió de los residentes la designación de "El Zamuro"y se convirtió en un símbolo de la La Villa. Está ubicado en la antigua calle Guárico que se extiende de este a oeste de la ciudad. Son muchos los que aun lo nombran. 

Con el paso  del tiempo  se alojó allí entre la rocas  un hombre de avanzada edad que  nunca se supo de donde emergió. La entrada estaba franqueada por troncos y ramas secas. El hombre  se  asomaba poco durante el día, solo para tomar aire y ver la luz que penetraba a hurtadillas a su tiniebla. Se paraba y salía a dirigir la mirada por donde aparece el sol. Conviene recordar  que este cuadrante formaba parte de lo que se llama " La Vega de don Armando Carabaño"..

Cejudo, taciturno, barbudo, los ojos de gris mirar. Se fue dejando crecer libremente la barba como un sabio de la antigüedad,  imagen y semejanza del personaje mítico  Pablo El Ermitaño.

Aquella especie de caverna era su hábitat, el ambiente donde transcurría su vida.  Se la pasaba adentro  casi todo el día, comía  lo que le dejaban las personas compasivas y generosas, sobretodo los arrieros que transitaban  por aquella trocha. El agua y la comida se la proveía la cascada de "Curita". El hombre tenía vida monásica. Probablemente causaba cierto sobresalto tropezarse de noche con este espectáculo, recuérdense que aquellos eran tiempos de duendes y  fantasmas.

Conversando una vez con el señor Fèlix Hernàndez Castillo me cuenta que la vida de Villa de Cura de antes era muy sencilla. "Efectivamente la caverna la formaban  tres lajas grandes, allí en ese sitio de formación rocosa se explotaba piedra para las marmolerìas que ha habido en Villa de Cura".  La caverna se conserva intacta en la colina, hay que buscarla bien porque esta cubierta de maleza a un costado del cerro, para aquellos que deseen visitarla y retratarla.

 


Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, enero 2018/2021
Publicación por don Ramón Alfredo Corniel




sábado, 18 de abril de 2015

JULIAN MARTINEZ, UN MUCHACHO DE CUERPO Y DE ALMA







El  nombre de pila de este "palo de hombre" habitante del barrio Las Tablitas es nada menos que Julián Ramón de la Asunción Martìnez González. Hoy queremos salvarlo del olvido.  A lo largo de toda su vida ha sido un individuo especial.  Desde su mismo nacimiento soporta una pequeña dilación en su mentalidad, Es una persona muy popular y apreciada en toda Villa de Cura donde nació  el 15 de agosto de 1952, según consta en su partida de nacimiento.

Habita en la actualidad junto con sus familiares una casita de techos rojos y pared blanca caliza, ubicada en una esquina de la calle Comercio, cruce con callejón número seis, casi llegando al viejo cementerio municipal.  La cabeza de familia, tal vez  buscando su modo de vida, habilitó uno de los cuartos de la vivienda la cual antiguamente fue pulperìa y ahora horno de  panadería. Emociona decir que aquí se puede conseguir la delicia de pan todos los días hábiles de la semana.


Su padre fue don Julián Martínez Oria, natural de Cúa Estado Miranda. Este ciudadano llega en 1951 a La Villa, hizo buenas amistades  y se establece en estos lares como bodeguero. Fue criador y dueño de cuerdas de gallos de pelea. En esta ciudad casó con la villacurana Josefina González de Martìnez.


A pesar de que ·"Julianote" ha sido un muchacho con una discapacidad Intelectual, su cuerpo posee toda la movilidad motora. Hace  tiempo le conocemos y se ha acercado hacia nosotros.. Como es sabido por todos Juliàn ostenta las habilidades físicas indispensables para desempeñar un tramite, al Igual que cualquier individuo normal de la calle.


Juliàn es capaz de cumplir una determinada labor, sabe cómo cuidarse del malo, cómo hacer un mandado al comercio.  Está al corriente del movimiento de los automovilistas y muy especialmente de las locuras de los motorizados. Es capaz de tomar por su cuenta el transporte público, y en fin, sabe todos los movimientos que una persona normal requiere conocer para llevar una vida  básica e independiente.


En el mundo político y en reuniones parroquiales se escuchan muchas anécdotas acerca de este apreciado personaje villacurano. Es famoso por la facilidad de entablar conversación con alcaldes, concejales  y con otras personalidades públicas y hasta con presidentes de la naciòn, o narrando vivencias sencillas. El todo es poder alborotarle la lengua. 


Julian no posee militancia política Se precia de que estrechó la mano y conversó en varias ocasiones con el doctor Jóvito Villalba, cuando el patriarca de URD visitaba en sus giras la casa del partido en Villa de Cura después del 23 de enero de 1958. Igualmente tiene en su haber el hecho de haberse retratado en una oportunidad al lado del presidente Carlos Andrès Pèrez.


El muchacho creció y a causa de su retraso nunca tuvo  matrícula escolar, por tanto no estudió nada, pero tampoco es un analfabeta ni un hombre inútil, sabe defenderse de la mejor manera. Muchas fueron la veces que hizo de redactor de petitorios para entregar personalmente a un Presidente de la Càmara Municipal o a un Alcalde.




En un tiempo lo veíamos cruzar cada calle con un cajón terciado al hombro de los que utilizan los “limpiabotas” . Acostumbrado a estacionarse en las paradas de transporte público atendiendo a cualquier transeúnte que se atreviera a detenerse para lustrarse los zapatos.

Lo estoy recordando ahora, sentado sobre una butaquita, deslizando un cepillo dental por la comisura de unos   calzados, y  resbalando,  arriba y abajo, un trozo de tela impregnado de betún. Poco rentable la actividad pero lo que gana le sirve para sus gastos personales. De costumbres sanas jamás ha probado licor ni tampoco fumado cigarrillos.


Ya estamos acostumbrados a ver  pasar aquel muchachote por el frente de la reja: alto, vestido de camisa limpia y pantalones rancheros bota ancha. Camina un poco desnivelado, con pasos estirados, igual  a un gabán “soldado” pasando un banco de sabana, un poco doblado seguramente por la carga de los años, ya que roza las 63 primaveras. Cuentan que una vez le llegó la fatalidad con la muerte de su padre, pero quedó  bajo el sostén espiritual y material de la madre.


El tipo se detiene en cuanta reunión encuentra en la plaza Bolívar y en la plaza Miranda. Tiene amigos donde quiera. Debido a la inseguridad ya no lustra zapatos. Saluda amablemente a todo aquel que alcanza a mirar en el camino.


Algunas veces en algún cruce de calle es motivo de broma de  muchachos realengos y soeces que desprecian su infortunio.  JULIAN les responde con una ingenua sonrisa,  la cual forma parte de su carisma popular, pero muchas veces también muestra su desagrado.


El tiempo no ha detenido en nada su vitalidad, siempre ha sido una persona saludable. Ya es rutina advertir sus extendidos pasos avanzando por la acera de la calle Comercio rumbo a su casa, bajo la mirada de viejos pobladores de la comunidad y de muchos foráneos que lo miran y lo tratan con aprecio y cariño.




 Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis, marzo 2015


NOTA:El jueves 21 de marzo 2019 falleció en Villa de Cura nuestro querido amigo Julián Martínez, el eterno muchachote limpiabotas imagen de nuestra calle Comercio, la muerte con sus misterios tocó sus puertas bien de mañanita para robarle lo único que tenía: la vida. Hacía poco le habíamos redactado esta  crónica para recordarlo con el mayor de los afectos y con la alegría de cada brisa que nos llega. 

Intacto se nos marchó "Julianote" dejando a su familia y a todos los que lo tratamos inpregnados de tristeza. Él muchacho que nos animó con sus ocurrencias, como en aquella fecha inolvidable en La Villa que se confundió en un gran abrazo con el presidente Carlos Andrés Pérez. Adiós amigo que Dios te tenga un lugar reservado donde están los buenos.

CARTA A MARIA ELENA CARRASQUEL


Por: Oscar Carrasquel
Villa de Cura, estado Aragua

     Raudos van pasando estos días con su carga de tristeza y dolor. Hoy hago un alto en el camino para decirte que allá en el cielo adonde seguramente fuiste a habitar te vas a sentir más feliz. Acá en este mundo no es posible acostumbrarse a comprender y aceptar las realidades de la vida. Una de las tantas verdades es admitir que la vida es transitoria y no se puede evitar el periplo final; que Dios es quien designa el día y la hora final de la partida, y como tu bien expresabas en unas reflexiones a tu difunto padre Raúl, lo que realmente acontece es que unos se marchan adelante y después otros seguiremos por ese sendero.

     La existencia es como los árboles que nacen, crecen, dan alegría, dan frutos, le dan vida a los manantiales, pero luego mueren; y son como las flores que dan aroma y después se marchitan quedando consumado su estremecimiento de amor; y como las mismas hojas que proporcionan sombra, pero se secan, y con el tiempo el viento las derrumba y se convierten en cenizas, y van a parar a la corriente de un rio que finalmente las llevara a perderse en el ancho mar del infinito.

     Hoy tu tío, tu padrino, tu depo, tu poeta -así es como indistintamente me llamabas- viene a recoger un describir de tu abuelo J. Eugenio Carrasquel, el cual se sentía orgulloso de ti porque nunca supiste lo que es retroceder, siempre seguiste de la mano con los que te admiraron y te quisieron. Todo en ti era más dar que recibir. Hacendosa y cariñosa con el enfermo. Siempre rogabas por un mejor futuro y bienestar para tu país, por eso soñaste. Tu corazón generoso era como el corazón del “Señor,” en el que cabían todos. Fuiste solidaria y comprensiva y juzgabas la amistad como un don imperioso. Y servir al prójimo lo exhibías como un estandarte, y como una bendición de Dios. Franca y noble en el amor por tus hijos, los amaste con locura, te merecías disfrutarlos como reza el evangelio: “Como plantas de olivo alrededor de una misma mesa”. Pero te falló la estrella. 

     Siempre supiste enfrentar la vida con hidalguía a pesar de tu corta edad. Nunca dejaste morir tus anhelos ni tus esperanzas. Supiste huir de las calamidades que significan los encerramientos y las soledades que te impuso el destino. Nada te amilanaba ni te detenía, nunca permitiste que te intimidara la derrota porque así fueron tus patrones ancestrales de la tierra nutrida con la sangre del indio Guahibo del Arauca y de la tierra guariqueña, cuna de mujeres y de hombres de mucha bizarria. De allí venias tu mujer eterna como la brisa y reluciente como sol de mediodía. Siempre soñaste con ir a un pueblecito del llano a orillas del rio La Portuguesa adonde nació el abuelo, y donde tus padres, tus tíos y primos disfrutaron de la llanura inmensa, de sus sabanas de reposo y silencio. La foto trajeada a la llanera es de la época cuando entrabas a la UCV a estudiar comunicación social, la carrera que más te apasionaba. En esos días todavía no habías cumplido los dieciocho años de edad.

     Como es tiempo para el recuerdo nunca olvido el momento en que naciste, por fortuna a mí me correspondió ser uno de los primeros que tuvo tu cuerpecito blanco y tibio entre los brazos. De las manos de tu madre y de tu padre pasaste a las mías, y la yema de mis dedos apartaron tu exigua cabellera para que el sacerdote en nombre de Dios derramara las oraciones y aguas bautismales sobre tu frente. Por eso es que nunca podré olvidar tu tierna mirada, y  la ternura de tu sonrisa. Yo siendo muy joven pude disfrutar de esa estrella porque como es sabido también soy el tio-padrino de tus adoradas primas Dulce González Carrasquel y de Poelis Carrasquel.

Anímanos y danos fuerzas desde el cielo para seguir adelante hasta que el creador decida ese momento para el cual deberíamos estar preparados, para el día y la hora, cuando sin avisar la visitante llegue como ladrona nos llegue a buscar. Como hoy hizo contigo que se llevó a la rosa preferida, la más blanca, la más hermosa, la de mayor fragancia del jardín de los buenos recuerdos.
María Elena, sobrina y ahijada, gracias por el amor que nos supiste dar a mí y a toda nuestra familia Carrasquel de cuya madera sentías un orgullo impaciente. “Primero que nada orgullosa de ese apellido”, me llegaste a escribir. Sé que me sabrás dispensar porque no haya podido hacer acto de presencia en aquel tu último adiós de tristeza y pesar. Recibe mi bendición. Que en paz descanse tu alma buena.


Oscar Carrasquel. Marzo 2015.

jueves, 16 de abril de 2015

RICARDO “MAPURITE”




Por: Oscar Carrasquel
Villa de Cura, estado Aragua

Fue un hombre de proyección
popular
humilde hasta decir basta.
Apenas nacido
lo cobija la soledad
de la madre.
Muy famoso en La Villa
de los años cincuenta.

Ricardo Sequeda
era su nombre de Pila
y con el remoquete de “Mapurite”
fue en todo el pueblo conocido.

Habitaba su humilde familia
una casita,
bajo el verdor de una mata
de Cotoperiz,
en una calle larga,
la cual de extremo a extremo
Iba derechito a un cerro.
(La calle mas larga, la llamaban).

Cuando la locha, el medio
y un bolívar tenían valor;
y la moneda Dollar
valía tres bolívares y pico,
no existía trabajo que para
“Mapurite” fuera desconocido.

En la sala de billar del Bar
Palumbo.
En la casa de familia del
Odontólogo Chalbaud Troconis.
Limpiando las instalaciones del
Bar Savery.
Siempre estaba donde la gente
lo requería.

Primoroso y sencillo en sus
costumbres,
músico de facilidad natural
y de postín
Tocaba el piano, cuatro y guitarra,
el güiro, la armónica y el violín.

Cualquier instrumento musical
hecho por su ingenio
parecía llorar entre sus manos.

Tuvo la virtud de aprenderse
el trino de los pájaros,
y a cantarle a la belleza de una flor.

Tenia un espíritu para todo
lo bueno;
así como lo veíamos con una
braga percudida,
también lo podíamos ver
metido en un excéntrico
flux de casimir.

Participó en una película
sobre Simón Bolivar,
en papel secundario,
filmada en el sitio “La Puerta”
donde aseveraba que lo habían
matado
de un lanzazo que partió
en dos su corazón.

Conocimos su mundo bohemio,
de norchelago y bebedor,
era capaz de permanecer al
frente de una ventana,
acompañando una serenata
de esas que no terminan nunca.

Resultaba muy agradable
una conversa con “Mapurite”,
por el riquisimo anecdotario
que poseía.

Cierta vez lo vimos avanzar
pueblo abajo,
como un ave cuando nos ofrece
su último vuelo.

Recuerdo que la sombra
de la tarde
no había caído sobre los patios.

En ese vaivén la muerte
había decidido recogerlo.

Hoy estará habitando el altar
de los artistas
y de aquellos ídolos sin suerte.

OeC. Agosto de 2014

Sitio web de la imagen: http://hechizosdeunreinoencantado.blogspot.com/

lunes, 13 de abril de 2015

CARTA A DON INOCENCIO UTRERA EN CUMPLEAÑOS DEL MUSEO

.
                                               

            Por Oscar Carrasquel
                                                               Villa de Cura, estado Aragua

NOTA: El Museo Inocencio Utrera fue fundado el 9 de abril de 1976. El pasado jueves 9 abril 2015 cumplió 39 años.




Mucho gusto y feliz cumpleaños maestro. !Yo le vi y lo traté tanto Don Inocencio!  desde cuando era mi maestro, no se si lo recuerda, hace bastante años atrás, y lo vi muchas veces recorriendo las angostas y solitarias calles de La Villa conduciendo su vetusto carrito, un  Chevrolet model 49, color negro, repleto de entusiastas muchachas ataviadas con su uniforme escolar, las cuales cursaban en su Academia de mecanografía de la calle Real. Imagínese, una que yo enamoraba entre ellas, ¿Como no le voy a recordar con cariño?. 



Yo te recuerdo al fin, Don Inocencio y lo describo, cejudo, pestañeaba, mirando a través unos gruesos lentes de carey ¡Ah y las anchas patillas recorriendo como un mapa toda su cara!  Y nunca olvido tu inconfundible ternura y sonrisa de abuelo.



Usaba corbata de puño y un  encarnado pañuelo, parecido a una flor, el cual no te faltaba asomado por un ojal de un paltó de casimir oscuro. Ya se marchó, el  anciano artesano, barbero,  poeta, luthier, carpintero, conuquero, violinista genial, le gustaba el baile de joropo, su voz se oyó  cantando joropo aragüeño allá en  El Cortijo, "Platillon" y Santa Rosa del Sur (cuando joven estos eran sus correderos y caminos de diversión); se desempeñó mucho tiempo como maestro de escuela, además de experto barbero y buscador eterno de peroles para la colección de un Museo creado por Ud..Por su ímpetu y por su iniciativa gigante se da inicio a ese Museo que se proyecta como el gran legado y la memoria de todo  un pueblo.


Continúa vivo para los que le seguimos queriendo.  Su nombre sigue grabado en una placa, que no entendemos, el por qué, no está puesta en la fachada de un caserón de gruesos pilares, de aleros y ventanales, ubicada por la calle Miranda llamada La Casa de Los Carvallo, donde habita el Museo actualmente.. La  conocida calle Blanca de la vieja Villa de Cura, la misma por donde bastante transitó usted.



Sabe y le cuento maestro, que el museo "Inocencio Utrera" es también  "Biblioteca Pública", aunque le suene extraño y no lo alcance a entender, las visito en conjunto, se quieren y se pueden comparar a dos hermanos.



¡Pero no se preocupe¡ Porque yo tuve un sueño  que se lo debo  contar profesor. Soñé que las gemelas se abrieron y buscaron caminos diferentes. Ellas se llevan bien y muestran bien su respectivo trabajo, ya saben acomodarse,  la gente que nos visita comenta que deben abrirse y cada quien hacer vida propia.


En esos espacios hay guardados todavía muchos testimonios sobre las  vivencias de la Villa de Cura antañona y de su patrimonio natural. En diferentes saloncillos de esta casona se exhiben muestras y piezas que datan desde hace  muchísimos años.Que respiran y cuentan historias menudas y grandes. Todas hablan por si solas, en idéntico idioma,. 

Inicialmente recolectadas por usted y de donaciones particulares.

Se conmoviera maestro, si supiera que hoy no están en exposición todas las piezas  que son propiedad del Museo.La razones pareciera que fueran bastante; diríase que el museo tuvo un tiempo en reposo como semi inconsciente.Pero eso es harina de otro costal y ahora es su fiesta de cumpleaños la que venimos a celebrar.



Siguieron luchando después de usted  con mucho ahínco: Girlando, Orlando Espinoza, Chuito, Elio Martínez, y otra gente noble. Es plausible que todavía haya gente trabajando con las uñas,  con entusiasmo, honrando su memoria, ojalá desde su cielo los siga Ud iluminando.


Hoy día de su cumpleaños acuden a mi mente, como ríos desbordados en invierno estas añoranzas.Debió ser porque el  museo "INOCENCIO UTRERA" de la ciudad se encuentra de agasajo. Son 39 años que cumple la Institución, capturando y custodiando todavía arte y objetos antiguos, que representan la historia de Villa de Cura,  para la memoria de la presente y futuras generaciones de villacuranos.



Ojalá Dios quiera que, con motivo de este nuevo aniversario, nuestros Gobiernos, llámese municipales o estadales le  obsequiaran al museo un pastel adornado de cariño y un cocktail repleto de atenciones para liberarlo de tanto abandono..



                                                     Mi respeto Don Inocencio...

Villa de Cura, 09 de abril de 2015

COMENTARIOS:

De: Deunys Salgado Hermoso nuestro museo Inocencio Utrera.Hoy en día se realizan diversos cursos ,tengo la oportunidad de compartir cada lunes con excelentes profesionales,miles de bendiciones. Continúen compartiendo sus conocimientos y habilidades con el pueblo villacurano. Felicitaciones.



De: José Melendez Quiero Felicitar a Oscar por compartir este regalo con todos. Me sumo a ese sueño de poder ver nuestro museo como en sus mejores tiempos, considerado uno de los mas completo de Venezuela, cuando nos mostraba su mejor esplendor en su antigua sede por la calle Bolívar, casa Colonial, hoy destruida. Pero fíjate que curioso, que en la actualidad es el museo que trabaja solo horario de oficina, y los fines de semana permanece cerrado. Qué lamentable nuestra situación cultural, en este pueblo donde no existen políticas que rijan la acción cultural, donde los cargos para las direcciones de las instituciones culturales se manejan por burocratismo. Sabias que el perfil para ser director de un museo,debe ser: Antropólogo, Museólogo, o Curador de Arte. No hemos tenido suerte amigo, pero continuamos en la lucha, vendrán tiempos mejores:Llevamos mas de una década en desidía cultural, La memoria e identidad histórica de nuestro pueblo desfallece en manos de politiqueros de oficio ignorantes de la realidad cultural.



De: José Argenis Díaz 14 de abril de 2015, 10:35 a. m.

Y que le pongan una placa con su nombre... ya que hubo la intención de borrar el epónimo original...

viernes, 10 de abril de 2015

LUIS RAMÓN SALGADO "FANÁTICO" SU TRABAJO ERA POR LA FRONDA LOS ÁRBOLES




LUIS RAMÓN SALGADO "FANÁTICO" SU TRABAJO ERA POR LA FRONDA DE LOS ÁRBOLES


Por Oscar Carrasquel




Al despuntar el día yo lo tropezaba transitando silenciosamente por una de las avenidas de Villa de Curacamino a su rutina. Ningún día faltaba a estos menesteres. Después de tomar  su cafecito mañanero, salía desde su casa ubicada en la calle Urdaneta en el sector La Represa. En las manos, un fardo donde llevaba sus aparejos de trabajo: una cuerda de sujetar, un pote con gasolina y la podadora manual. El pobre llevaba en un "porsiacaso" una arepa rellena de queso y caraotas. La gran mayoría lo conocía como FANÁTICO. Pocos sabían su nombre de pila, se llamaba Luis Ramón Salgado. Un hombre honrado y de mucho valor.

Durante años se dedicó a escalar los árboles desde los medianos hasta los más altos, los subía descalzo, arañándo el tronco con sus uñas de felino. Así como suben las iguanas.  Los derribaba completos y en un rato los hacia leña. Era un hombre menudo pero musculoso  y de mucha fuerza. 
  
Nunca se le conoció otro trabajo que podar árboles, no es que era un depredador caprichoso del ambiente, los derribaba siempre que el árbol hubiera concluido su ciclo vital, o que fuera un obstáculo dentro de un espacio urbano; pero al mismo tiempo solicitaba del interesado el permiso que permitiera su tala. Comúnmente el árbol a derribar vivía lleno de  gérmenes y de parásitas, no escapaban los arbustos enfermos en los solares.

El hombre desde muy mozo comenzó a realizar esta labor. Dicen quienes le conocieron de cerca que aprendió a gatear y después  a caminar trasteando sobre el tronco de los arboles. Yo lo comencé a conocer cuando ya estaba sintiendo el acoso del tiempo. Los días, las  semanas y los meses se le convirtieron en años y se fue haciendo viejo, acabado de tanto trabajar.

Muchas veces  lo veía como un cóndor encaramado sobre la cumbre de un samán, caminando lentamente como recostado de una baranda, gateaba con destreza sobre los troncos, con la sierra puesta sobre las ramas viendo caer los pedazos como pedradas. Los frutos, cuando se trataba de una mata de mango, guayaba o de un  mamonero, los repartía entre los niños..Algunas especies, como el cedro, arrimaba las rolas a la carpintería de fustes de nuestro amigo Joseito Rodriguez "Grillo" en el callejón dos de Las Tablitas. Luego los fustes terminados iban a parar a las talabarterías de Villa de Cura, para convertirlos en sillas de montar a caballo..

En Villa de Cura son pocos los que quedan desempeñando  un oficio similar. FANÁTICO  en solo media mañana derribaba un árbol alto de corteza dura.   No había límites en su cotidiana labor y en su diaria lucha para subsistir. Nunca recibió premios ni distinciones porque su labor se  confundía fácilmente con un depredador de bosque, pero aquel fue su trabajo de por vida sin descansar. Una vez le oí decir "Ser talador no es malo siempre que se haga con pulso, por necesidad y con sentido común".

Este hombre de sesenta y pico años de edad era de poco hablar, serio, prefería la intimidad del silencio y la mueca de una sonrisa, sin embargo uno disfrutaba de su simpatía oyéndolo hablar. La vida y hasta la muerte de este amigo fue de mucho dolor y sufrimiento. Quien muchas veces se imaginaba volando como vuelan las águilas por lo verde de una montaña.

FANÁTICO, en su desempeño no conocía el miedo, era un hombre muy terco que sabía tomar previsiones y poner cuidado. Un día no las tuvo todas a su favor y se convirtió en viajero, tomó el camino  para  otro mundo; sufrió una caída desde un techo humedecido de rocío. Según contaron, la noche anterior había llovido bastante. Sufrió un resbalón desde el techo de una de esas viviendas de nuestro barrio donde se oculta la pobreza. A todo el mundo sorprendió, llamó mucho la atención, porque él sabia de sobra como comportarse ante las jugadas mas disimiles del destino..

Don Luís Ramón pasó muchos meses en cama en su hogar humilde en La Represa. Mucha gente de los vecindarios cercanos lo socorrieron, inclusive se hizo una la campaña a través de una emisora de radio de Villa de Cura para mitigar su drama, pero la muerte detuvo su veloz carrera. FANÁTICO hoy es como un río que dejó de correr y de su sequedad, ya casi nadie sabe, aparte de su familia.. Algunos le guardaron consideración. Que en paz descanse el alma de este labrador a quien hoy venimos a recordar.

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís,  2020/2021
Foto archivo O. C.
Publicación Ramón Alfredo Corniel.

jueves, 9 de abril de 2015

!.LLEVO LA CHICHA!


CHICHA EL YOGUY
MARIO JAIME



A mis nietos Juan Pablo y Ana Sofìa
 LLEVO LA CHICHA

Oscar Carrasquel

E

Yo cada día,
cuando las manecillas
de mi reloj
marcan la hora de mediodía.

Como venido del sol,
miro pasar en su bicicleta,
la típica figura del chichero.

Entregando por donde pasa
(para ganarse la vida)
raciones de deliciosa mezcla .

La chicha criolla y cremosa 
bajo una sombrilla playera
con una lata alineada 
en su bicicleta adaptada. 

Yo fácil lo identifico, 
oyendo el poderoso estirón
de una corneta de pera 
que hace sonar a millón. 

Con facilidad lo retrato
llega por donde se asoma el sol
con un cucharon en la mano
sirviendo el exquisito carato.

Y con alborozo le llega
una cantidad de muchachos 
como si abarcar quisieran
al cielo con tantos brazos.

Cubierto su cuerpo 
de un batolón blanco,
aturdido de sol,
el caballero en cuestión,
se me pierde de la vista
por el largo callejón

Con su rostro bien alegre,
enamorado de su dicha
pregonando por la calle
!Llevo helada la chicha!.
.

                                                        Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis, abril 2019

Fotografía Ramòn Alfredo Corniel

miércoles, 8 de abril de 2015

NUNZIO EUGENIO


Por: Oscar Carrasquel
Villa de Cura, estado Aragua




De esta Villa hasta Cumaná
En olas de la brisa mensajera
Va flotando mi cantar
Cuando el pequeño NUNZIO EUGENIO vengo yo a homenajear.
Hoy está cumpliendo dos años de edad
Y como agasajo estará disfrutando
De las playas
del mar oriental
Viviendo emociones nuevas
Al lado de papá y mamá.
Fabricando castillitos de arena
En las arenas de ese mar
Miles de felicitaciones te queremos mandar
Y las bendiciones del Padre Celestial
.
Oscar Carrasquel, abril 08 de 2015.