martes, 31 de marzo de 2020

EL GRILLO Y SU TRISTE GRILLAR

                                        Foto tomada prestada de la web



EL GRILLO Y SU TRISTE GRILLAR

                                             Oscar Carrasquel
Desde aquí te oigo
en un rincón de mi habitación
como si fueras 
la sombra de un helicóptero
Habitas en los entresijos
de las paredes

Oculto entre el tabique
Entre las ropas,
atrapando otros bichos
En los bolsillos
de un viejo flux
El el ojal de un carnesalá
bailando un vals.
Detrás de cortineros
cortejando a su prometida
En una madriguera
con su triste grillar
que no deja dormir.

Cantas con tu taladra
aunque el filo de la madrugada
(pescadora de silencio)
te arrugue de frío.

Canta, con taladrar,
aunque el filo de la madrugada
(pescadora de silencios)
te encoja por el frío.

                         La Villa de San Luís. abril 2018
La Villa de San Luis, 13 agosto 2018

lunes, 30 de marzo de 2020

EL DRAMÁTICO EPISODIO VIVIDO POR CACHICAMO

EL DRAMÁTICO EPISODIO VIVIDO POR CACHICAMO

CUENTO BREVE PARA NIÑOS  EN CUARENTENA
(A LA HORA DE LA TAREA)

A Sofi y a Juancho, mis nietos

                                                                          Por Oscar Carrasquel

Soy Cachicamo o también Armadillo, como otros me llaman, este es y  ha siso siempre mi hábitat natural, ahora soy un viajante de verano, el ambiente me asfixia desde que el leñador decidió pegarle fuego al bosque.
¿A dónde te diriges? -  pregunta Morrocoy
--Voy hacia aquella cumbre lejana donde la neblina parece estrellarse contra la montaña, y tú ¿Qué piensas hacer?
--No tengo ningún temor le respondió Morrocoy- yo no aguanto, el camino es largo y empinado, prefiero resguardarme dentro de mi caparazón y me encuevo en tu casa, hasta que comiencen a caer en mayo las primeras lluvias.

(Niños, quiero anuciarles previamente que en nuestra Venezuela corre un aforismo según el cual, "Cachicamo trabaja pa` lapa", y es porque el cachicamo, hace su cueva para que después sirva de morada de otros animales del monte).
Bueno, yo sigo adelante entre esta humareda -insiste cachicamo- porque aunado al calor de tanta candela, en estos tiempos de verano me persigue el cazador para comer mi carne frita o asada.
Seguí mi rumbo-dice Cachicamo- y me detuve en un arroyo para matar la sed. Ya iba casi casi llegando a la cumbre, cuando de pronto aparece delante de mí vista, una pantera negra afilándose las garras. Me quedé inmóvil, despavorido. !Diossss!
Pero me acordé que como todo mi cuerpo está cubierto de unas suaves franjas que se abren y se cierran como un acordeón, ágilmente me convertí en una sola pelota del color de la candelilla y así pude deslizarme igual como un balón  por entre el boscaje. Al percibirme así, mi atacante huyó asustado dando golpes por entre los matorrales y los árboles.

La Villa de San Luís, marzo 2020

domingo, 29 de marzo de 2020

FELICITACIONES A LA TRIGÉSIMA PROMOCIÓN DE MÉDICOS CIRUJANOS" DE LA UNIVERSIDAD DE CARABOBO-NÚCLEO LA MORITA.

                  La gráfica corresponde al 25 aniversario de la promoción el 30 de marzo de 2015
FELICITACIONES A LA TRIGESIMA PROMOCION DE MEDICOS CIRUJANOS DE LA UNIVERSIDAD DE CARABOBO NUCLEO LA MORITA

Por Oscar Carrasquel


Este 30 de marzo de 2020, se cumplen 30 años de graduación de la “X Promoción de Médicos Cirujanos” egresada de la ilustre UNIVERSIDAD DE CARABOBO,  Núcleo La Morita,  en Maracay, Estado Aragua, ennobleciendo la vida de dicha facultad en el campo de la salud.

Con motivo de dicha conmemoración los integrantes de la citada promoción hoy harán un alto de silencio y oración para recordar, no solo el tiempo transcurrido, sino para revivir todo lo sembrado y cosechado a lo largo de estas tres décadas  de ejercicio, y de estudios técnicos-científicos de nivel superior, sobre todo, para hacer énfasis en el rescate de los valores que permitan construir un ambiente en que se privilegie el respeto por esta profesión y los derechos ciudadanos por la salud y la vida.

Los médicos de la citada promoción están conmemorando  el trigésimo aniversario de graduación en medio de un arduo trabajo. Estamos contentos porque la Dra Elizabeth Carrasquel Córdova, apenas graduada está abocada en el servicio del Hospital Doctor José Rangel de Villa de Cura, su tierra natal, y dentro de unos meses cumplirá 30 años de servicio en dicha institución. Fue de las que le correspondió formar parte de aquel grupo de jóvenes bachilleres que pudieron alcanzar sus metas académicas en 1990, obteniendo con suficientes méritos el título de Médico Cirujano, en el Paraninfo de esa superior casa de estudios, y posteriormente culminaron posgrado en diferentes ámbitos de cada especialidad.

 

Aprovechamos que se celebra el DÍA DEL MEDICO para hacer eco y al mismo tiempo felicitar a este importante grupo de mujeres y de hombres que dignifican esta sacrificada y delicada profesión, conocedores profundos del diagnóstico y tratamiento en el campo de la deontología médica, producto de largos años de estudios aplicando la practica profesional, tanto en hospitales públicos, centro de salud, como en clínicas y consultorios privados.

Expresamos pues amigos médicos de la inolvidable promoción nuestras más consideradas palabras de felicitación, estas debe ser hoy el pronunciamiento  junto con las muestras de afecto y cariño para todos estos jóvenes de ayer, con motivo de  la evocación de este magno aniversario. Felicitaciones a todos los profesionales en el campo de la salud.   
                             
                                                                              

Oscar Carrasquel. Maracay, 10 de marzo de 2020 



viernes, 20 de marzo de 2020

UN RECUERDO A NELSON ÁLVAREZ EN EL PRIMER ANIVERSARIO DE SU MUERTE




                                               Nelson Álvarez. Foto álbum familiar

        UN RECUERDO A NELSON ÁLVAREZ EN EL PRIMER ANIVERSARIO DE SU MUERTE


                                                                                  Por  Oscar Carrasquel


La mente es capaz de comprender todo lo que dolorosamente sucede en nuestro entorno  y lo que estuviera por venir, pero lo que no es fácil ni sencillo es que el corazón pueda comprender la implacabilidad de la muerte de un amigo o de un familiar.
Hace un año le tocó el turno despedirse del sendero de la vida a nuestro querido amigo Nelson Álvarez, el vecino del frente . "El hermano", como a él le gustaba llamar y que lo llamaran, el de la casa cerrada de rejas amarillas de la calle Comercio. Un hombre singular, trabajador y emprendedor hasta que Dios detuvo su ultimo respiro. Luchó y trabajó bastante al lado de su padre quien además de militar fue productor agropecuario. Nelson fue un consecuente y amoroso padre de familia.
El "hermano Nelson" conoció todo lo bueno, y lo no tan bueno de la vida. Aprendió con su padre el trabajo de campo. En los años frescos de su existencia trabajó como maestro de escuela en el área rural allá en la Sierra del Sur donde dejó sus enseñanzas. En su casa de campo  funcionaba una escuelita rural. 
Había días en que, sin poder sentir sus pasos dejaba oír sus ráfagas de risa por entre el enrejado de su casa. Tenía una vozarrón que se escuchaba lejos.Su voz sonaba duro cariñosa a la vez.  Las veces cuando lo veíamos nos saludábamos con afecto de !Hermano!, como el acostumbraba a tratar  a todo el mundo que consideraba su amigo, lo que en él era muy común, y uno en verdad lo veía como un familiar cercano. Guardamos aparte, en el lado  del corazón su trato maravilloso y emocionado.
Un día cualquiera salía de viaje manejando su camioneta Wyllis de estacas y remontaba para Santa Rosa del Sur donde trabajaba su parcela. “Voy pa´el cerro hermano, vayámonos, me decía, y regresamos el otro día", sin importarle las condiciones climáticas. Pasaba tiempo sin ver a don Oldman Botello y a su hermano Pedro Botello pero siempre preguntaba por ellos,  muchas veces coincidíamos todos y platicábamos, su amistad era amplia y generosa.
Hace mas de un año algunas personas que eran sus clientes habituales sin saberlo, llegaban a preguntar por el vendedor de café procesado.  Su café molido en casa era de primera. Allí vendía también  maíz listo para preparar cachapas. Nelson hizo muchas y buenas relaciones de amistad con todo el mundo.
Un vacío inmenso de profundo dolor sentimos dentro del corazón hace un año por la despedida de este amigo  de fecundas evocaciones. Ese día 29 de marzo de 2020 bien temprano al levantarnos, sentimos la amargura de unas cuantas lagrimas. Ya sabíamos de los achaques de su enfermedad de diabetes que no pudo vencer, y le  arremetió la vida, y por el dolor que nos deja la ausencia el buen amigo y compañero. La muerte se lo llevó vencido.
Dios hizo transportar bien lejos su vozarrón y su risa de buen tono, quizás se la llevó la brisa o se fue detrás del vuelo de una golondrina de verano. Descansa en paz Hermano, que Dios te dé el lugar preponderante que te mereces en el cielo.
Renovamos hoy en el primer aniversario de su despedida nuestra palabra de hondo pesar a nombre de toda la familia a su  viuda, hijos, amigos y demás familiares.

La Villa de San Luis/2021

domingo, 15 de marzo de 2020

PASADO





            PASADO 

              
                                  Oscar Carrasquel

Ya no existen metas
para los mañanas

Solo la recordación
de  cuando el agua milagrosa
bañaba tu cuerpo de diamante
en los ayeres

Y soplaba fresca la brisa
que caía del cielo
cabalgando sobre el sendero

Ya la quieta agua domesticada
no cae sobre los inquietos cuerpos
ni riega la entreabierta rosa
del jardín que atrae

Ya no hay el choque
de dos desenfrenadas miradas
deteniendo la respiración.


Maracay, 14/03/2020




miércoles, 4 de marzo de 2020

ANTONIO MARTÍNEZ SANTAELLA/ HOMBRE DE MUCHAS VIRTUDES


Antonio Martínez Santaella. Foto Seijas. Retocada por el experto Ramón Alfredo Corniel


                                                                                                  Por Oscar Carrasquel


La mayoría de nuestros coterráneos villacuranos, seguramente, no tiene conocimiento, o no recuerdan, quién fue don Antonio Martínez, por esa razón este humilde trabajo que hoy da vida a nuestro corazón. Su experiencia como caminante por los senderos de la vida fue muy amplia, los recuerdos que tengo de él son sencillos pero sumamente agradables. Consecuente amigo, si quisiéramos definirlo en dos palabras. 

La primera y última labor que ejerció don Antonio en su vida fue la de zapatero remendón o reparador de zapatos y botas para  caballeros. Su taller lo tuvo últimamente en su propia casa. El arte de fabricar calzado lo aprendió siendo bastante joven con el maestro Julio César Blanco, quien le enseñó a manejar bien el clicker o cortador de suela, el hilo y la aguja; además, fue discípulo de los hermanos  napolitanos Amadeo Russo y Settimio Russo, quienes ya traían el oficio de Italia y en esta tierra que les brindó cobijo fundaron en los años 50 la  conocida “Zapatería Russo”, ubicada  en la calle Bolívar de Villa de Cura, donde Antonio comenzó a trabajar desde muy joven ungido por los requerimientos del hogar. 

El oficio que más afloró toda su vida fue la zapatería, sin embargo,  se desempeñó en varios trabajos, comenzando por la fabricación de alpargatas, faena a la que también le dio particular importancia. Entre sus muchas virtudes lo encontramos junto con otros artesanos aupando en aquellos años la creación del “Sindicato de los trabajadores de la Suela”; pero en realidad lo que más cultivó fue la verdadera  y franca amistad.

Antonio Martínez Santaella, fue su nombre de pila, era de origen campesino, me contó en una oportunidad que había nacido en el asentamiento rural de Camejo, jurisdicción del municipio E. Zamora, en noviembre de 1915. Pequeño, de apenas 8 años de edad quedó huérfano de padre y madre, por esta circunstancia del destino se crió  bajo la sombra protectora de dos adoradas hermanas mayores.

A la maestra preceptora Josefita Poleo que regentaba una escuelita particular por los lados de la Caja de Agua, le correspondió la tarea de enseñarle los signos de las primeras letras, y a sacar cuentas; lo otro que estudió después se lo completa don Francisco Cabrera en el aula de una escuela Unitaria en el barrio Las Tablitas. En  casa,  sus hermanas que cumplían igual papel, le enseñaron lo que era la honestidad y amor por el trabajo, y a leer en  el  “Manual de Carreño”, que habla de cómo uno debe comportarse.

           Antonio Martínez o “Toño”, como nos acostumbramos a llamarlo fue un personaje que conocía a todo el mundo en su pueblo porque lo anduvo de confín a confín, tuvo amigos por montón, siempre andaba  de buen humor, pero fue un hombre serio que se hacía respetar.

Por aquellos tiempos se sentía feliz y complacido de ser carguero, de un sitio a otro, del  contrabajo,  de armar y colocar los atriles  en la orquesta  “Juan José Landaeta”; la  música de esta banda villacurana se escuchaba magistralmente en salones de fiesta; y los días jueves y domingo en la noche, en las retretas desde un rincón de la plaza Miranda, bajo la rígida conducción del maestro don Víctor Ángel Hernández.

Fue mesonero del bar Savery, mandadero de casas de familia, cantinero, buhonero,  comerciante nato vendió perfumes, zapatos y ropa hecha para caballeros en espacios de avenidas en las ciudades de Valencia y Maracay. Después aceptó con un sueldo bajo ingresar como vendedor a la tienda  “La Casa del Pantalón”, en Maracay, lo admirable es que llegó a ocupar el cargo de Gerente  de Ventas, allí en ese comercio  laboró durante 16 años ininterrumpidos.

También anduvo ligado al quehacer cultural, hizo su primer contacto con el  arte en Villa de Cura en la década de los años 40, fue actor teatral autodidacta, y en uno de los repartos  resaltaba uniformado de policía de rolito. El grupo actoral era dirigido por la conocida educadora señorita Sofía Rodríguez, contaba con los trabajadores teatrales  don Críspulo Gallo y el profesor Pedro Raffeca, la compañía de teatro se denominaba “Centro Artístico Cultural Antonio Saavedra”,  y las funciones se realizaban en locales cerrados y muy frecuente en el cine El Corralón propiedad de don Eligio Arocha.

Avanzando en el camino de la vida fue pregonero de periódicos locales. Durante muchos años fue repartidor  de “Tribuna Popular”, caminando apuradito todo el pueblo. Entonces se iba de casa en casa. Los villacuranos debemos tener su nombre presente como un excelente ciudadano, sencillo, respetuoso y humilde.

Siempre me salía a encontrar cuando yo llegaba de mis frecuentes viajes, amable, conversador. Antonio fue un hombre fiel a la amistad, no era persona de ambigüedades, ni político falso, siempre andaba con la verdad por delante como un estandarte, por supuesto fue muchas veces mi compañero de tertulia, de canciones y serenatas; y el posta que transportaba las notas que el poeta Morgado o el vate Vinicio Jaén me enviaban y con puntualidad me entregaba. Siempre presto a servir a quien lo necesitara.

Fácilmente nos poníamos de acuerdo para las tenidas, donde no faltaba la guitarra que nos acompañó canciones y poesía, bajo la enramada del Semeruco o de un frondoso Cotoperíz. De aquí pasábamos algunas veces a El Cortijo y subimos una vez para "Manuare" de Belén, Carabobo. Lo único que podría señalársele es que no poseía una voz fuerte, sin embargo, se sabía de memoria casi todos los tangos memorables de Gardel.

 Antonio fue padre del destacado poeta y artista plástico villacurano  Alí José Pérez (f), que en todas partes se habla de su amplia y fructifica obra pictórica y literaria. La poetisa villacurana Marianela Pérez también es la hija a la que consintió profusamente.

Si algo le satisfacía era reunirse y compartir con sus amigos, con mi padre J. Eugenio Carrasquel, Vinicio Jaén, el Ché Julio Martínez, Germán Cordero, José Seijas, Antonio Moreno, Juan Bautista Alayón, JM Morgado, el doctor Lovera, Rafael Almeida Petit y los hermanos Nieves, entre otros. Fue un frenético admirador de Carlos Gardel y pieza primordial de la peña tanguera villacurana.

Antonio Martínez Santaella, nuestro inolvidable “toño” fue asediado por una enfermedad respiratoria que no le dio tregua, tuvo que ser  recluido por su familia en una sala del Hospital Doctor José Rangel de Villa de Cura, la muerte con su guadaña finalmente lo asechó escondida entre el follaje deteniendo su vida,  falleció  el 01 de agosto de 1996. Que Dios lo tenga en la Gloria y en descanso su alma.

La Villa de San Luís, 04 de marzo 2020