viernes, 26 de junio de 2015

LA VILLA FUE UN PUEBLO TAURINO RECORDANDO A MANUEL RODRÍGUEZ "CHIQUITO DE LA VILLA"


La Villa un pueblo taurino de Aragua recordando a manuel rodriguez "Chiquito de la Villa



En la foto el villacurano Manuel Rodríguez "Chiquito de La Villa" triunfador en los "Viernes Taurinos" de los años 50 en el Nuevo Circo de Caracas. 


Por Oscar Carrasquel

Villa de Cura es una ciudad que formó parte de los pueblos taurinos de Aragua. Grandes corridas de toros registra la historia taurina hasta finales del siglo xx. A mediados del siglo pasado eran muy escasos los sitios de esparcimiento en Villa de Cura. Sin embargo, uno de los eventos que disfrutaba una gran parte de sus habitantes eran las  espectaculares y frecuentes corridas de toros. Ya hemos escrito que la primera plaza de toros que se erigió en Villa de Cura en 1940, se construyó en un lote de terreno donde posteriormente se edificó el antiguo Hospital doctor José Rafael Rangel, hoy Residencias Médicas doctor José Ignacio Baldó. 

Desde luego, somos comprensivos y muy respetuosos con aquellos que no les gusta el espectáculo.. Una tarde con el sol bajero tuvimos hablando, refrescando sobre el asunto con el coronel de las FAV José Ramón González y el señor Juan Bautista Pérez Zamora. 

En los años 50s La Villa le brinda hospitalidad a un conocido empresario de la fiesta de los toros llamado don Rústico Pacheco,  un ex-torero de alternativa en España, salido de la cantera de toreros del Estado Aragua, quien va a dejar su huella, luego de retirado, como empresario de vida taurina. Se residenció un largo tiempo en Villa de Cura dedicado a esta labor.

El señor Rústico Pacheco,  exactamente al lado donde estuvo la conocida gallera del carupanero don Pìo Silvestre Zapata, en la antigua calle Guárico, diagonal  con el bar “El Taparito”, edifica unas instalaciones airosas con todas las características de una plaza de toros de verdad, Todo el material para la construcción se lo suministra  la fabrica de fustes de Don Román Hinojosa en la calle doctor Morales.  LA GIRALDA, es el nombre que le dieron a este llamativo coso taurino y así se mantuvo hasta que  se extinguió. La parte frontal correspondía a una réplica de Plaza de Toros, tenía localidades de sol, sombra y palco.

En esa  plaza de toros “La Giralda” fueron presentados toreros de renombre y prestigio. La novel empresa taurina tuvo la certeza de presentar en la década del 50, en un mismo cartel, nada más y nada menos que a los diestros Eleazar Sananes “Rubito” y Julio Mendoza Palma. . La verdad es que ya estaban alejados de sus glorias en el mundo taurino, pero andaban de gira en el país “matando tigritos” en plazas de pueblo en pueblo. .Alguien me recordó que en este coso toreó Adilia Castillo, La Novia del Llano, cantante de música llanera y torera,

Llegó un tiempo que  la plaza de toros LA GIRALDA fue mudada para la calle Dr Urdaneta, al lado de bodega “La Loca” de don Francisco Martínez, entre calles Guárico y Páez. A las cuatro en punto de la tarde, todos los domingos, arrancaba el festejo.Se regía por el reglamento. El profesor Germán Cordero Padrón le daba inicio musicalmente al paseíllo de la cuadrilla; y su trompeta brillando con el claro sol del atardecer, apuntando al cielo, anunciaba desde las graderías la salida del primer toro de la tarde, seguido de la interpretación del clásico pasodoble  "Silverio Pérez", un icono de la afición española interpretado por la banda musical de Cordero.

Villa de Cura, entonces una pequeña ciudad  aportó una importante  cuota de toreros bien reconocidos , con  actuación a nivel del centro del país y en la capital de la República: Entre ellos  Rafael Flores apodado en el mundo taurino como "El villacurano", egresado de la escuela de toreros de Rafael Cavalieri en Caracas, triunfante varias semanas seguidas  en los famosos "Viernes Taurinos" de los años 50 en el Nuevo Circo de Caracas; Juan Bautista Pérez Zamora, de apenas 17 años de edad, nacido en Villa de Cura; Manuel Chiquito Rodríguez; Armando Figuera "El Indio"; el diestro Guillermo Punceles; Enrique Matos "El Guariqueño", Ramón Martínez "Gitanillo",  Angelino Utrera "utrerita", Jorge Polanco "polanquillo",,hijo de Carmelo Polanco, de La Villa.

En aquellas temporadas taurinas surgen en  Villa de Cura un par de  banderilleros o subalternos que de simples aficionados fueron a integrarse a la cuadrilla de la plaza LA GIRALDA: quienes se hicieron y se crecieron en el arte del toreo; fueron ellos Oscar Borges “Zapatilla”, y Juan Ramón Rodríguez “Guirichi”, ligados a familias del barrio Las Tablitas, hábil también este último enlazando ganado y controlando la puerta del coso en las tardes de toros coleados.

 Capítulo aparte ofrecemos  sobre el villacurano Manuel Rodríguez "Chiquito de La Villa", como le va nombrar la afición y la crónica taurina. Desde edad juvenil se hizo torero fue discípulo del conocido entrenador de toreros el Maestro Pedro Pineda, quien funda la “Escuela Taurina de Maracay” y fue maestro de la más grande dinasta de toreros conocida en Venezuela, compuesta por los hermanos: Rafael, Curro, Freddy y César Girón, máxima figura del toreo, y de Morenito de Maracay, entre otros..

 “Chiquito de La Villa” fue un novillero de postín. Se puede leer en los periódicos de la época los comentarios del cronista Federico Núñez, que Rodríguez se lucia  en la arena con el capote y la muleta, con un amplio repertorio de pases  redondos, naturales, verónicas, elegante en remates y suerte de banderillas.

La Academia de Toreros de don Pedro Pineda funcionó en la plaza de toros Maestranza "Cesar Girón". Por cierto cuenta O. Botello que este coso taurino, declarado en 1994 Patrimonio Histórico Nacional, diseño  del arquitecto venezolano Carlos Raúl Villanueva, ordenada la construida e inaugurada por el General J. V. Gómez, está hoy en el más deplorable abandono. El General Gómez y sus hijos José Vicente y Florencio fueron impulsores de esta réplica de la Real Maestranza de Sevilla..

 Manuel Rodríguez  "Chiquito de La Villa", siempre se le contó en la lista de los mejores novilleros en Aragua. Este muchacho humilde, franco, gran amigo, figuró en los carteles de los históricos "Viernes Taurinos" los fines de semana  en la plaza de toros Nuevo Circo de Caracas. En algunas actuaciones salió triunfador, dando vueltas al ruedo, cargado en hombros y saliendo por la puerta grande, tal como lo reseña la antigua crónica taurina caraqueña.

Jamás se apartó de la tauromaquia ni  escapó de su seducción. Rodríguez, después de su retiro, contribuyó a formar nuevas figuras del toreo. Se  destaca unos años más tarde como promotor de corridas de toros en Maracay, Valencia, Cilla de Cura y otras ciudades de Venezuela.

Tendido de Sombra en la foto en primer plano de sombrero Agustín Ascanio junto con su esposa de Sambrano de Ascanio, arriba a la derecha "Quilón". Foto cortesía de Tomás Hernández..


Manuel Antonio Rodríguez Cabeza, había nacido el 2 de diciembre de 1932 en San Juan de los Morros, estado Guárico.. Cabe recordar que siendo muy niño le toca ser criado y se levanta en el seno de una familia de una gran devoción cristiana y honradez. Conformada por el comerciante don Rogelio Tejada y la conocida educadora Melicia Nieves de Tejada, ya ausentes de la vida, En una casona de la calle Miranda con su jardín despidiendo el aroma a flores de trinitarias y jazmines.

Manuel Rodríguez Cabeza .estuvo casado con doña Elsa Rumbos de Rodríguez, natural de El Samán estado Apure, procreó el matrimonio dos varones,  Ricardo Rodríguez Rumbos y Alfonso José Rodríguez Rumbos. Manuel era un hombre singular de modales corteses y sencillos. De una primera relación tuvo su primer hijo llamado Manuel Felipe (ya fallecido). 

 Las reses bravas de gran tamaño para LA GIRALDA provenían del hato La Candelaria y La Rubiera, en el estado Guárico y Apure, fundaciones que pertenecieron al General J. V. Gómez; perteneció en tiempos modernos el hato La Cruz de la Rubiera a don Adolfo Ramírez. (O. B.). También se lidió ganado del hato "Tablantico" calaboceña, hierro de don Fernando Carabaño Tosta, de familia villacurana. Se trataba de ganado criollo pero  bravo bien seleccionado  apto para la lidia.

La plaza de toros LA GIRALDA, cual última página de un libro de historia taurina, tuvo su destino final en la calle Montenegro de La Villa, entre calles Bolívar y Miranda, donde en recientes años funciono el Club Sorocaima, de grata memoria.

 Es bueno recordar que en aquellos años de las décadas del 50 y 60 en La Villa había una gran afición por la tauromaquia. La Villa fue una ciudad tradicionalmente taurina. Hacia el oeste, enfrente a residencias La Romana, en el terreno donde estuvo la empresa CAOIR, y luego MICRO, era costumbre en las fiestas provincianas que, el nuevo promotor montara una plaza de toros portátil..Quien escribe la nota recuerda entre los aficionados taurinos que no se perdían una corrida a Froilán Aguirre, Juancho Cabrera, Agustín Ascanio,  Indalecio González Núñez, y don Paco Villalobos. Las gradas se llenaban de estudiantes. Este servidor como andaba limpio, junto con su cuerdita, les atraía la tradicional “puerta franca” o entrada libre para disfrutar del último tercio del festejo.

Nos afligió la partida física de Manuelito Rodríguez, acaecida en Maracay el 23 de marzo de 2018, villacurano integral y amigo cabal. En la capital de Aragua sus colegas de la tauromaquia y la crónica le rindieron honores, su cuerpo fue cremado y  sus cenizas  fueron trasladadas a su casa  en la Urbanización Caña de Azúcar.









                                                          Manuel Rodríguez #Chuquito de La Villa!


 Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis, agosto\2019


Agradecimiento:
Las fotos es una cortesìa de la señora Elsa Rumbos de Rodrìguez, viuda de Manuel Antonio Rodrìguez Cabeza,, gracias a la intercesión de la profesora Milagro Almenar de Pèrez, sobrina del torero.

Diagramaciòn y publicación a cargo de Ramón Alfredo Corniel



jueves, 25 de junio de 2015

DON JUAN ROJAS "JUAN TORERO" SUPO DISFRUTAR LA VIDA CON ALEGRÍA





DON JUAN ROJAS "JUAN TORERO" SUPO DISFRUTAR LA VIDA CON ALEGRÍA

 
Por Oscar Carrasquel




Tres semanas después de recibido el año nuevo me repicó el celular. El poeta Elio Martínez me llamó para darme la noticia que el 18 de enero de 2015 don Juan Rojas había agarrado su bastón, la guitarra,  todos sus corotos y apartó cupo en un tren con rumbo a la eternidad. Que había fallecido en la madrugada Juan Torero en su hogar en el sector El Rincón de Villa Cura donde últimamente residía. Un hombre alegre, feliz a pesar de su pobreza, librador de muchas batallas hasta su ultimo respiro.

Juan Torero siempre será recordado con mucho cariño por ser un personaje inolvidable que disfrutó la vida y la compartió a plenitud.. Fue uno de esos personajes populares  más prominentes de aquella Villa de Cura de los años 50 . Fue un hombre de pueblo muy trabajador con familia numerosa, un artesano de la madera. El arte de la carpintería fue su principal fuente económica. Tuvo su taller de carpintería en el patio de su casa en el casco central de La Villa, a dos cuadras de la calle Real.. Pagaba 20 bolívares mensuales por el arriendo, pero cuando el alquiler se lo aumentaban prefería  mudar la familia junto con la carpintería. En esos tiempos era fácil encontrar casas en alquiler.

Juan  Rojas, así de sencillo fue el nombre que su progenitora mandó a colocar en la papeleta y el libro de nacimientos el año 1921, es decir, Juan resistió 94 años de recorrido antes de despedirse de este mundo.

Para escribir estas lineas hube de recurrir a un  trozo de la adolescencia de  mi hermano José. No se me ha borrado de la mente el regocijo que sentía Juan Torero cuando se encontraba con uno de mis hermanos. Una vez le pregunté a Juan el origen de su sobrenombre, me aseguró que la peña taurina de aquella época en complicidad con la cuerda de jodedores de la época fue quienes  le acuñaron ese sobrenombre de "Juan Torero" .

Me contó mi hermano mayor que, ciertamente  Juan cuando mozo se despojaba de la camisa para sacarle pases a los toros creyéndose un Diamante Negro. Se metía dentro de las improvisadas mangas de coleo en  la calle Jaime Bosch, en la Sucre y en  la  calle El Ganado, cuando sus cuadras eran cerradas con  guafas para coleo en las fiestas patronales de agosto, eso fue por allá en la última década de los años 40. Me confirmó mi hermano que, Juan Rojas fue un torero espontáneo, muy ágil usando la talanquera como burladero, sabía cómo quitarse de encima la embestida de un toro fiero  con la camiseta en la mano derecha como si fuera una muleta.

Por otra parte hay que recordar que Juan Rojas fue un laborioso carpintero, se conocía todos los secretos de la carpintería, fue artesano de todo lo que saliera de la madera para el bienestar común. Una vez en casa le encargaron hacer  un tinajero, una sombrerera y un aguamanil.

Juegos de comedor, escaparates, juegos de recibo, plateras, camas, taburetes, aguamaniles y tinajeros,  provenían de su rústico taller de carpintería, el cual funcionaba frente a mi casa paterna en la calle doctor Urdaneta.
 
Según pudimos conocer Juan Rojas ·"Juan Torero" era hijo natural de don Pablo Monegui, un fabricante y vendedor ambulante de escobas, su mamá se llamó doña Estefanía Rojas. Vivió toda la vida con su inseparable compañera la señora Ana Rosa Salas, con quien procreó una prole numerosa de 15 hijos, de los cuales, para la fecha de hoy, sobreviven solo cinco que residen en La Villa, son ellos Isidro, Juan Ramòn, René, Luis Alberto y Nelly Josefina. Se le conocieron tres hermanos, Ernesto Rojas, comerciante de la alpargata en Villa de Cura; Ana Rojas  y doña Marcolina Rojas, de oficio doméstico.
  
Juan manejaba una vieja bicicleta Raleig tipo reparto. Muchas veces colocaba la mercancía sobre  la cesta de su bicicleta y surtía a las familias por todo el vecindario, igualmente llevaba el mueblaje por  encargo al domicilio de su  clientela. Sus compradores siempre quedaban satisfechos.

Juan Torero fue un tipo de muchas ocurrencias, además de ser un hombre trabajador fue un ser excéntrico, un tipo alegre, festivo y enamoradizo. Cuidaba mucho su apariencia, se peinaba su cabellera a la moda con brillantina Palmolive. Para salir de parranda vestía bien, y calzaba zapatos de dos tonos tipo cubano bien puliditos. Siempre se le conoció como un hombre honesto, bohemio, libertino como el viento, siempre acompañado del Dios Baco, le gustaba beber el licor de los dioses de vez en cuando, pero no se emborrachaba. Los anteojos se los hacía el doctor Eladio Lovera. Que me perdonen sus hijos pero su experiencia como parrandero fue bastante amplia y conocida en La Villa.

En ciertas ocasiones, especialmente los fines de semana,  cogía su rumbo, nunca salía sin la compañía de  su inseparable guitarra, amaba a su instrumento musical, la  llevaba ya afinada, siempre debajo del brazo, uno veía cuando la besaba y piropeaba  y la acariciaba tal  como si fuese una novia.

Me contó Juan Torero, la vez que quiso ser baquiano en el pueblo de un rico ganadero que visitaba a La Villa, oriundo de Valle La Pascua y con fama de "pocas pulgas".  Echándose los palos , lo puso a tocar y cantar hasta la madrugada en el Bar el Samàn. en La Alameda "Hasta ponerme ronca la garganta y las uñas me olieran a cacho quemado, con un "ocho y media" colocado sobre el mostrador, por si buscaba una excusa para irme".

En ese plan de parrandero anduvo calles, barrios, visitó casas de cita y bares de arrabal, conoció todos los rincones de La Villa. En cada botiquín donde se reunían parroquianos de su misma comparsa, en cada barra y en cada mesa de un bar, siempre había un puesto para el popular Juan Torero; eso sí, no le gustaba pararse donde hubiera rokola.

Se aprendió de memoria   la manera de producir en su garganta el sonido de casi todos los instrumentos de viento y de percusión; hacia reír con un estridente silbido que salía de sus labios tal como si fuera una sirena. Imitaba con el movimiento de sus labios el sonido de timbales, güiros, tumbadora, charrasca y bongó, silbaba como un turupial. Hacía como un bajo... Con solo apretarse la nariz con el dedo gordo y el índice de la mano derecha originaba el sonido de una trompeta, de un saxofón o un clarinete, casi a la perfección.

Se transformaba él solo en un hombre orquesta y un artista Show, y la gente  hacía un círculo para oírle y después aplaudirle.Colaboraban con él y así Juan Torero aliviaba su estrechez económica.

Era muy dado a cantar con un estilo muy especial, al ritmo de una sabrosa guaracha, y él mismo acompañaba sus morisquetas con el choque del puño de la mano derecha contra el respaldar de la guitarra.

Y no solo en La Villa montaba su espectáculo, Juan Torero se divirtió muchas veces junto al mar aragüeño, conoció las bellas playas de  Turiamo, Choroní y Ocumare de la Costa, convidado por espléndidos amigos de su pueblo para animar las tenidas. En cada lugar dejaba su actuación artística y su alegría.

Juan Torero tuvo muchas amistades, ejecutaba bien la guitarra grande, poseía buena voz para cantar, era especialista  en toda clase de ritmos tropicales, boleros, merengues, pasodobles, rancheras y guarachas. Se sabía todo el repertorio de moda, ya que se ponìa a oìr y se aprendía las canciones en un radio de tubos Telefunken que tenía en la carpintería.

Juan era muy especial, lo curioso es que se solazaba cambiándole en parte la musicalidad y la letra a las canciones, para imprimirle mayor entusiasmo a la interpretación.  En vez de decir: “María Cristina me quiere gobernar”, decía “María Cristina a mi quiere pegar”, pero le quedaba casi perfecto. 

Entre otras cosas, recuerdo que para decir: "Se va el caimán para la Barranquilla”, lo cambiaba por  "Se va el caimán a enamorar a las muchachas de La Villa”. Juan era un hombre super gracioso. Cantaba y todo el aquello se quedaba en silencio,

La buena memoria de nuestro amigo el profesor y artista del pincel Leopoldo Guevara "Leo", nos  recuerda que Juan Torero, a comienzo de los años 80 fue presentado en el canal de Venevisión, en un espacio llamado "Sábado Sensacional" por donde pasaron muchos artistas nacionales y extranjeros. Fue presentado por el actor y productor de radio y televisión villacurano Amador Bendayán. A ese espacio televisivo acudió Juan Torero invitado por el señor Bendayan.  A  Caracas se encargó de llevarlo el poeta Vinicio Jaén Landa.

Un montón de historias y muchas anécdotas que contar, y que no caben en el riguroso espacio de esta crónica, nos dejó en las alforjas del alma este  amigo de muchos años. Yo lo veía desde que estaba pequeño,  la vida es un viaje al que hay que disfrutar al máximo, el vecino de nuestra casa paterna allá en la "Cuadra Larga", el popular JUAN TORERO como se le nombraba. Descansa en paz querido Juan..



Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, 2015, reeditado en 2021
Foto No 01 tomada por O C
Foto No 2 Tomada de la revista maracayera "El Comunicador" No 7 mayo 1972 colección del anticuario don Elio Martínez.
Publicación Ramón Alfredo Corniel



              


LA LEGENDARIA “ PEÑA DE ÑA`CIRILA”


LA LEGENDARIA "LA PEÑA ÑA CIRILA"  


Por Oscar Carrasquel


La leyenda forma parte de la historia y de la cultura tradicional. Si eres nacido o vives en Villa de Cura tienes que saber  en que sitio se ubica "La Peña de Ña Cirila", Yo la oigo nombrar desde los días de mi niñez y juventud, pasar por el frente  era una aventura, . Ubicada por los predios de la llamada “Caja de Agua” al sur de la ciudad. Esta calle hasta hace poco se llamaba calle Guárico. Hace años uno de esos viajeros de la vida  me echó el cuento y lo guardo en la memoria. Allí se avistaba una piedra azul grande y plana que parecía  edificada por un arquitecto, ubicada en la falda del cerro “El Vigía”; se localizaba a la vera de un camino solitario. En tiempo presente identificada   como calle "Rafael Bolívar Coronado" . Por allí cerca siguiendo el mismo derrotero, hasta no hace mucho, se miraban las tumbas de un cementerio abandonado entre unos matorrales.

Hoy ha cambiado mucho el paisaje transformando el pueblo en ciudad , En la mencionada dirección por la orilla de la ciudad en paralelo con la calle Páez  hoy en día están edificadas viviendas de bloques y se aposentaron muchas familias vecinos del barrio La Represa.  Respecto a esta gran roca no sabemos cual fue su destino final.
 
Cuenta el amigo del relato que por esta sensación de soledad por donde entran los brillos de sol  apareció una heroica mujer, la cual no estaba loca, sino que quería, aparentemente, escalar aquella montaña.. Doña Cirila o“Ña Cirila” la llamaron los carreteros y caminantes de larga jornada que utilizaban este antiguo pasadizo o camino real que va rumbo a la sabana. Nunca se atrevió a decir cual era su apellido ni de dónde procedía.  
Se cuenta que la gran  piedra, adicionándole palos y ramos la acondicionó como vivienda y le sirvió de refugio a esta dama solitaria hasta que llegó a longeva..Se iluminaba en las noches con una vela. Dicen que la Doña buscaba alejarse de los ruidos y hasta de alguna gente. Por el camino transitaban arreos de burros y carretas de mulas. 

Mucho se nos habló de esta humilde mujer. De carácter irascible. Cirila no paraba de fumar con la candela hacia dentro, platicaba sola y discutía con el caminante que se topaba con ella al despuntar el alba. La gente hablaba de su ligereza  para repartir raciones de insolencias y otras palabrotas que se oían en el vecindario, se iban con el viento. 
.
La piedra azul quedó allí clavada en las entrañas del cerro como un icono de eterna recordación, poblada de tantos cuentos y leyendas, enriqueciendo el paisaje de La Villa cada vez que se hoy nombra “La Peña de Na`Cirila”.

Después la PEÑA desapareció del mapa catastral al igual que Doña CIRILA, se perdieron como un rocío mañanero, pero el mítico lugar quedó perpetuando en el recuerdo, en la voz del pueblo y en relatos. Este ha sido su mejor destino. Un sitio muy conocido en la Villa de San Luis.


Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, 2021




sábado, 20 de junio de 2015

DON JUAN VIDAO, COMERCIANTE DE POLLOS Y GALLINAS

                                                         Foto referencial. Tomada de Internet



Villa de Cura
Estado Aragua


                                                                           Por Oscar Carrasquel

La estampa que hoy me viene a la memoria proviene de un pasado reciente vivido en el terruño solariego de Villa de Cura que nos vio nacer y crecer; estoy hablando más o menos de mitad del pasado siglo. Me refiero a los tiempos cuando no era menester meterse unos dolares en el bolsillo para comprar  un pollo.

Yo era un muchacho entonces cuando veìa pasar al vendedor de pollos y gallinas vivas, tocando puerta de casa en casa. Todo ese transitar minuciosamente lo cumplió Juan Vidao en la vida de un  pueblo. Tal vez no era el trabajo que le gustaba pero habìa que buscar ganar el pan de cada dìa.

Don Juan  Vidao fue uno de esos hombres  vinculado a la vida y la historia de este pueblo. Recuerdo que con los primeros cantos de la pavita se lanzaba a pié todos los días ofreciendo para la venta pollos y gallinas por los cuatro barrios de La Villa, un pueblo tan lleno de costumbres y tradiciones.

Es bien sabido que en aquellos tiempos las aves de corral o "pica tierra",  como se les nombraba coloquialmente, se criaban realengas junto con otra clase de animales en los solares de empalizadas,  y las familias aprovechaban su carne y huevos para consumo familiar y suplir las necesidades en el vecindario.

Hasta por ahí en los años cincuenta era costumbre ver al  "Renco Juan Vidao", andar íngrimo y solo por las calles haciendo equilibrio con una garrocha cruzada por detrás del cuello, sostenida con las dos manos, cargada de punta a punta de gallinas caseras en plumas, vivas. A las cuales se les escuchaba el gorjeo y canto desde lo lejos.

Aproximadamente una docena de plumìferas cabían en aquella vara. Pero hay algo más singular, los huevos los entregaba por encargo (no existía el llamado "cartón") la presentación era un par de postura envueltas en hojas de maíz como una hallaquita, a medio (0.25) la unidad. Vidao rompía con su pregón la monotonía de las frescas mañanas villacuranas, su grito se perdía por el largo de la calle.:

                                                        ¡Llevooo pollos y gallinas... !

La misma voz se oía todos los días   en su rumbo cotidiano  sin perder la brújula,  aquellos días de silencio y paz pueblerina. Lunes, domingo o cualquier día muy temprano lo esperaban que pasara frente a sus venta de comida la conocida "Juanita la tres lunares" y don José Leal, eran muchas las veces que le compraban para el plato de entrada de sus clientes 

Un bolívar o tres reales de acuerdo con el tamaño costaba cada gallina piroca ,roja,  jabada, negra;  muchas veces era un gallo que ya no cubría por el mismo precio. Vidao compraba en la lejana ruralidad y luego revendía. No vayan a creer que la ganancia era mucha pero el bolívar en ese tiempo tenía valor.

Atravesaba sin parar la pequeña población bebiéndose los primeros soles de cada mañana. Seguramente  Los Colorados, La Represa , Aragüita  y Las Mercedes, eran entonces los linderos de la ciudad de Villa de Cura por donde más se desplazaba  buscando a los habituales compradores.

Yo muchacho que, observé de cerca desempeñar con fervor  su sencilla vocación de trabajo, lo puedo recordar  en su noble desempeño por las calles del centro y en los barrios La Represa y. Las Tablitas, sitios que yo más frecuentaba

"El Renco" Juan Vidao, que así lo llamaba todo el mundo porque cojeaba de la pierna derecha  fue un hombre preocupado por su gente, hecho para la brega, acostumbrado a realizar este comercio con destreza y sin horario fijo, así como también cualquier otra faena. "Un palo de hombre" como se decía antes.

Este ciudadano casó con una dama villacurana de su misma fibra y costumbres. A su numerosa descendencia le quedó orgullosamente el ejemplo de su honradez, verticalidad ciudadana y buen padre de familia.

Muchos años después aquel hombre con sabor a pueblo como fue su vida, se encontró inevitablemente con el golpetazo de la muerte, pero su nombre aún perdura en la memoria de las viejas generaciones de villacuranos.



OSCAR CARRASQUEL. La Villa de San Luis, 2015/2021.

LA LUNA ROSADA

Superluna rosa de abril: horario y cómo ver
                                                    Foto tomada de la Web



a la amiga poeta Luna Francés

Por: Oscar Carrasquel

Villa de Cura, estado Aragua, Venezuela


Hoy llegó la luna fortuitamente 
dando las buenas noches
en el azul de su cielo. 

La luna 
apareció en la noche
con su cara pintada

No es una luna cualquiera,
ella es gigante y espesa,
es la flor primera del poeta

La luna 
pintó de encarnado
el paisaje de mi Villa.

Una llovizna de granizos, 
cayeron sobre la tierra

Y a los verdes violeta
los tiñò de rosado.

La luna trasnochada,
cubrió de sangre dulce
el aro de mi guitarra

La frente de girasol
de la feliz cantora
se cubrió de rojizo.

Se convirtieron
las nubes en cerezas
y se volvieron
sonrosadas mis penas.





La Villa de San Luis, 15 abril 2014



Sitio web de la imagen: http://www.fondosdepantalla.biz/wallpaper/Luna-Rosada/

RICARDITO El PORTUGUÉS



                                                              Por: Oscar Carrasquel
Villa de Cura, estado Aragua
 Dic 2013

Digno embajador
de un rico paisaje
iluminado por el sol,
gastrónomo a veces,
y de cosas antiguas es 
coleccionador.

Es igual a los árboles,
cuyo ramaje,
todo el tiempo 
dan cobijo y frescor.

Regenta un comercio
al recodo de un río,
allí comparte su docilidad
con la criolla mujer y
sus tres hijas. 

Nació contemplando
mares,
y de tanto navegar
y de ver sin nubes
los matizados cielos,
se le transformó
en azul la mirada. 


Sitio web de la imagen: http://www.cht.com.ar/paquetes_a_PORTUGAL_106.html

jueves, 18 de junio de 2015

EL PADRE






Villa de Cura
Estado Aragua

Por Oscar Carrasquel



Mi viejo se marchó ligero,
como incansable viajero,
como relámpago que guía al aguacero.

J. Eugenio Carrasquel,
era su sello y su gracia.

Un laborioso llanero,
de remonta y de sombrero,
que tanto amaba su suelo.

Cabalgó por tierras secas
y áridas
de varios hatos llaneros.

Un dìa sin brisa,
terminada su adolescencia,
con el primer cántico de gallo,
vadeò ríos y cañadas.

Atravesò sabanas y esteros,
y a lomo de caballo,
vino a parar su periplo
a los valles aragüeños.

En la capital se hizo bachiller.
y trabaja como periodista,
en diferentes medios caraqueños

Cultiva la poesía
y el rigor de la prosa,
todo ello en su corazón palpita.

En el curso de su vida
(frenético, indomable) 
fue fundador 
de partidos políticos en el centro

Ejerció en la provincia
diferentes empleos
de la ciencia humana:

Juez y Prefecto de pueblos.
Maestro de escuela,
Concejal, Diputado,
Columnista en periódicos y
revistas.
Nativo de La Unión de Barinas.

La tortura,
la  persecución y las rejas,
fueron la recompensa
por sostener la convicción de sus ideas.

Hace mas de veinte años,
se fue por la calle màs
larga de mi pueblo,
con un pañuelito blanco
diciéndonos !adiós!.

Desde entonces
la generosa tierra villacurana 
cubre su cuerpo.

El PADRE, 
vivió y murió pobre de alforja.
pero con un corazón del
tamaño de su patria;
Impoluto como un templo.

Su ausencia 
deja una sombra ciega,
una soledad fantasmal.

Como bongo sin patrón
y sin palanca.
y el río crecido, 
de barranca a barranca.





La Villa de San Luìs, 15 Junio 2014. Día del padre

lunes, 15 de junio de 2015

LOS TURUPIALES DE ARAGUA ORGULLO DE MI PUEBLO.



 LOS TURUPIALES DE ARAGUA 
     
  Oscar Carrasquel
    
En cada brisa que sopla
bajo la espesura de los árboles
aparece Guillermo Alahé
rasguñando con un báculo
la piel de un furruco

En cada quebrada que baja
por el terronal del caño
se siente el aroma musical
del conjunto de aguinaldo
“Los Turupiales de Aragua".

Se junta una legión
de músicos de la región
por el abierto sendero
y nace esta gran agrupación.

Son varios los Reyes Magos .
que acompañan a  'Moronta'
en esta agrupación
de pájaros cantores

“Los Turupiales de Aragua”
ponen a vibrar las almas 
con su canto decembrino
en Venezuela entera

A la Cruz de Mayo le ruegan
para que la tierra pariera.
Le cantan con todo su aliento
a estos valles aragüeños

De repente como un volcán
se levanta un rayo del cielo 
convirtiendo al conjunto 
en un símbolo nacional.

Varias décadas de recorrido
este grupo folclórico acumula
de generación en generación.
Nada los detiene desgranando sueños
ni le importan los desvelos.

De boca en boca se escuchan
estas grabaciones:
'La Mula Maniá', 'Juan de Villegas', 
'Adiós Loco Lindo', 'Cumpleaños Feliz',
y 'Juan de Dios Agráz'. 
Se vuelven todos recuerdos
en homenaje a su pueblo 

Con la alegre brisa navideña
viajan  los aguinalderos
como pájaros en bandada
por todos los pueblos de Venezuela

Yo, desde el campo verde de mi corazón
como sablazos de un río crecido
oigo rumiar en La Villa 
las voces  de "Los Turupiales de Aragua".




. Fotos archivo Ramón Alfredo Corniel 


La Villa de San Luis, diciembre 2021

sábado, 13 de junio de 2015

ESPIGAS EN MAYO




Por Oscar Carrasquel


Espigas de mayo
con tus semillitas
colgadas al costado

Al cielo diriges tu mirada
para que pronto comience
el ciclo de invierno

Color dorado tu tallo
con tu florecimiento selecto
Tus botones a punto de estallar
para ir al encuentro de tu suelo.

Caes sobre la tierra
humedecida
mezclada con arena.

Por eso germinas
en su vientre
con los primeros aguaceros.

Y el labrador
colecte tus frutos.

Eres el cereal
mayor apetecido de mi pueblo.



mayo 2015





jueves, 11 de junio de 2015

YO AL FINAL QUIERO...

                                          

Que en paz descanse nuestra adorada Maritza Buitriago Ramirez que murió antes de morir.  


              Por Oscar Carrasquel



YO AL FINAL QUIERO

Ella tuvo, señores hidalgos, 
la labor de enseñar.

Ella tuvo su primer abrir de ojos
en Santa Bárbara de Rubio
la "Ciudad luminaria"
de los paramos andinos.

En la Sultana del Ávila
enmudeció la noche,
se extinguió la luz 
de esta estrella brillante

Yo quisiera poder  adivinar,
yo quisiera conocer sus sueños
de lánguida congoja

Yo quiero 
(pidiò ella)
Cuando tenga el tiempo vencido,
Cuando se desvanezca
el sueño de la noche,
y Dios me ofrezca
la sombra de su alero

Cuando no sea posible auscultar 
el lamento de una lira,
ni oír la voz de unos juglares.
Ni el coro de arrendajos y turpiales

Yo quiero que, 
mis despojos de color celeste
se conviertan en arena.

Yo quiero, 
que el polvo se lo lleven los vientos
que mecen la aurora

Yo quiero
que mis cenizas viajen
en la corriente de un río crecido

Yo quiero,
que un tronco seco 
de una palmera de los llanos
acompañe al cofre
para que seamos dos 
entre las barrancas del río

Yo quiero,
que un par de  garzas blancas
volando en pareja,
vuelen sobre la torrente
besando las ondas  del  río
y se beban toda nostalgia.

Yo al final quiero en esta hora,
que el polvo gris de esta difícil batalla 
se confunda con la arena blanca 
del mar infinito.

Yo al final quiero,
que a la hora crepuscular,
el soplido de la brisa del mar 
con su voz sonora
vuele en las alas de una gaviota
extraviada..






Maracay, 07 de junio de 2015

domingo, 7 de junio de 2015

CACHO EN LA MANGA


Villa de Cura
Estado Aragua


   Por Oscar Carrasquel



Vengo a pintar la figura 

de un caballero de la radio/
de tiempos cuando este caballo 
todavía era potrón.

Una audición de radio 

que fue mi admiración
“Cacho en la Manga” 
su denominación.

Solo quiero recordar
vivencias emocionales/
la perseverancia y su pasión

Juan Colmenares/ 

ganadero y coleador
fue el creador/conductor
y su principal animador.

Sabanero y ordeñador

prestado a la locución
y patrón del fundo “Cachicamo” 
para mejor presentación.

Comentarios del coleo/ 

arpa, cuatro y maracas
con verdadero fulgor.

Hoy cuando ya no existe 

aquella larga audición/
mi caballo desapero,
me despojo del sombrero.

Porque yo/

rendir honor quiero
a este liviano caballero
de sombrero Pelo ê Guama/
calzones y botas de ranchero  
y  camisa de vaquero.


La Villa de San Luis, diciembre 2014





COMENTARIOS:



De: Rafael Rodriguez Galindo
 Saludos a Juan Colmenares, mi amigo!!!


De: José Argenis Díaz 8 de junio de 2015, 9:09 a. m.


¡Hurra! por Juan Colmenares.