viernes, 29 de diciembre de 2017

UN SUEÑO TUVE









Alzan vuelo los sueños
abriendo sus alas
de relámpago

Un domingo,
por cierto de diciembre,
tuve un sueño bonito,
más mío que tuyo

Como renaciendo
cenizas,
de vivencias del ayer

Calmosas.
taciturnas,
avanzaban las horas

En pos de ti,
lanzaba
manotazos al insomnio

Solo pesquiso
lo bello y hermoso
de ese sueño

Como el que busca
los luceros
en el fondo de la noche

En la hora de calma
apareces tú,
como vaga sombra
de una mariposa
que alza su vuelo.

Por Oscar Carrasquel

La Villa de San Luis, 25-12- 2017

martes, 19 de diciembre de 2017

MI PESEBRE


                          
Este inocente pesebre
que mi  porche adorna, 
nunca se parece
a aquel de otros diciembres 

Ahora no ocupa toda la sala 
está lleno de silencio,
hay un cielo sin viento
y lucen oscuras sus noches

El tamaño de su lugar
no es monumental,
como aquellos que admiraba
hace años en la Villa
cuando yo era chaval

Se miraba entre balaustres
de un inmenso ventanal
en la casona de Las Matos
por la calle central

El encuentro de José y María
acompañados del buey,
de una mula disciplinada
y un Ángel rey

En el viaje los pastores
(Abrahán, Moisés y David)
transitando un caminito,
echando por delante
a unas mansas ovejitas

Los tres Reyes Magos
sobre unos camellos,
la cima remontando
hasta llegar al  cielo

Por las noches,
en la calle vespertina
Improvisaban aguinaldos
parranderos de mi pueblo

Reposaba el Niño,
hasta cuando se paraba,
entre cánticos y rezos
una Noche Buena
de  mediados de enero.

Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis, diciembre 2017


miércoles, 13 de diciembre de 2017

EL CORTIJO


                                                                       Por Oscar Carrasquel



 EL CORTIJO

        Oscar Carrasquel
                
Tu rostro refleja ahora
una tristeza popeyesca
con un semblante macilento
de mastrantal reseco

Se murieron las aguas 
de la madre vieja de tu río
que entre barrancos y bambúes
discurría

Quedó horro 
el vientre de tu suelo
que muchos frutos paría

Ya los mesones 
en tus humildes rancherías
no despiden olor a Noche Buena

Se escapó el frenesí,
el néctar embriagoso
de los gajos de uva
(blanca y morada)

Se marcharon de la mesa 
EL tamal y la hallaca 
El asado negro
El tocino frito,
El pan de jamón

De tus valles 
emigraron las tatas 
de turbante en la cabeza
y sonrisa tierna

Las ubres de la vacada 
ya  no destilan
el zumo blanco de las tetillas

Solo queda 
el rocío de los veranos,
y el ronquido del viento
en tu garganta de soprano

De niño anduve
recorriendo tus prados,
tus caminos,
y tus altivas montañas

Puedo decir
que fui adalid 
bajo tu cielo claro-oscuro
en la senda 
de muchos calendarios..



Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis, 24-12- 2017



sábado, 9 de diciembre de 2017

RAÚL AGRÁZ UN VILLACURANO QUE CANTÓ CON LA BILLOS CARACAS BOYS





José Raúl Agràz es su nombre de pila pero es conocido en el medio artístico como Raúl Agràz, nace en Villa de Cura el 15 de febrero de 1947, hijo de la unión de José Alejandro Martínez, un pequeño comerciante que fue conocido con el mote de “frijolito” y de Julia Agràz. Doña Julia fue la encomendada de darle las primeras lecciones en la vida para que fuera un hombre de bien y de rígida conducta ciudadana. Esa fue la época  en que  eso era una credencial que se llevaba muy adentro, por tal razón  guarda de ella los mejores e inolvidables recuerdos…Raúl es también formador de una extraordinaria familia, casado desde 1967 con Carmen Blanco de Agràz. Dos hijos nacieron del matrimonio, José Raúl  quien desde niño atiende mejor por “Raulito”, y  la hembra de nombre Marlene del Valle.

Buscando algunas remembranzas una tarde sostuvimos una  amena plática en una vetusta casa de zaguán enrejado de la calle Páez en La Villa, concretada el día martes 4 de diciembre día de Santa Bárbara. Una niña risueña salió a nuestro encuentro, se trata de Alexandra Yaraví, pero ella prefiere que la llamemos Bella Flor, como la etiquetó papá Raúl desde que estaba en pañales. Nos acomodamos en dos muebles del corredor, una vieja carpeta se mueve en las manos de nuestro amigo Raúl llena de papeles, de recortes de prensa que hablan de su vida artística y la de  su hijo “Raulito”, con quien siempre mantiene una íntima comunicación.

Desde pequeño Raúl Agráz sintió una gran afición por el canto,  regando su talento en los actos culturales y las veladas musicales y poéticas que se realizaban en el auditorio del Grupo Escolar Arístides Rojas, donde cursó la educación primaria; comienza entonces a tener su primer encuentro con una guitarra, ya sus compañeros del salón de clase sabían que sin él, sin su vocalización tan vital  no había reunión posible que englobara a tantos estudiantes. Hay que tomar en cuenta también que Agràz estudió después secundaria en el liceo Juan Germán Roscio de San Juan de los Morros, donde logra obtener su título de bachiller. De ahí en adelante lo demás fue  trabajar para   el sostenimiento del hogar y echar hacia adelante la familia.

Como es fácil suponer la música y su interpretación  fue solo una parte de su vida y de su sentimiento espiritual. Humilde de origen, fue un muchacho trabajador desde que era pequeño, sus padres fueron sumamente pobres. Yo he oído muchas veces y hoy lo vengo a puntualizar que son ellos por línea materna descendientes del capitán Juan de Dios Agraz, clarín para las victorias y para las capitulaciones del Libertador.

Recuerdo que su tío Lucio Agraz en su propia casa,  amplia y sombría, después que el muchacho dejaba sus libros, le fue enseñando el oficio de la alpargatería que desempeñó algún tiempo a su lado. Lo conocemos bien porque nuestra familia era vecina de la suya cuando vivíamos en la antiguamente llamada “cuadra larga”,  hoy calle Urdaneta, entre Miranda y Sucre en Villa de Cura.

Lo que deseamos es resaltar con  esta sencilla crónica de hoy  la vida romántica y musical de este personaje excepcional llamado Raúl Agràz, quien fue una figura representativa del acervo musical villacurano. Fue cantante en su juventud de una agrupación orquestal villacurana de grandes éxitos como fue la Orquesta Siboney, en su segunda edición, que tuvo su renombre en La Villa y San Juan de los Morros, donde la banda llegó a ser muy famosa; con ella debutó el novel bolerista de Barbacoas Simón Díaz, fundada y dirigida desde sus comienzos  por el profesor Germán Cordero Padrón; músico nacido en San Francisco de Cara, pero que se sembró toda su vida en Villa de Cura, con la cual el pùblico villacurano  supo deleitarse y disfrutar; jamás pudo faltar  en su repertorio de música popular de moda: boleros, valses, cumbias, merengues, guarachas y pasodobles. En la vocalización estaban los admirables y maravillosos cantantes: Armando Corniel, Andrés Almeida, Víctor Córdova y Raúl Agraz; ellos brillaron en bailes de clubs sociales, además actuaron en las inolvidables retretas dominicales en la plaza principal de nuestro pueblo, en tantas noches con sus   amaneceres del alba. El artista, el hombre repartidor de canciones nunca quiso ponerle valor material a su arte. Raúl Agraz es autor de cuatro temas en ritmo de bolero aun por dar a luz.

Cuando nombramos a aquel joven de 19 años llamado Raúl Agràz y expresamos  la palabra excepcionalmente, con ello decimos que tuvo un comienzo maravilloso,  consiguió  cantar varias veces acompañado de la popular orquesta capitalina Billos Caracas Boys, bajo la batuta del  maestro Luis María Frómeta, más conocido en la farándula y el mundo musical como el maestro Billo Fròmeta.

Su actuación una noche en un baile  cantando con la “Orquesta Sensación” en Ocumare de La Costa, dio lugar a que un  comisionado de Billo le preguntara durante un receso, que si le gustaría cantar con la Billo; su respuesta no se hizo esperar se entusiasma tanto que aceptó el reto de ir a someterse a una prueba a Caracas; me cuenta que el mismo Billo lo recibió en los estudios de la  disquera Fonograma, situada en la avenida principal de El Paraíso, donde el maestro le acompañó en algunos temas con el piano. En dos meses y medio de ensayos el director de orquesta alabó su talento   le manifiesta  que poseía una voz propia de mucha cadencia con un sonido de olas de mar; después pudo cantar como en seis oportunidades en bailes acompañado de la banda completa,  sin embargo se puede deducir con franqueza que su actuación con la famosa orquesta no fue de mayor trascendencia. Agràz entonces era un muchacho. La Billos ya contaba con cinco cantantes de plantilla y esto naturalmente le restó posibilidades de ser contratado.

Alguien dijo que para tocar el cielo no se necesitan escaleras, ni brazos largos, sino tener una clara voz y que lo acompañe de Divina Providencia. Entres otras de esas ocurrencias nos refiere  Raúl que en una ocasión que cantaba con el “Sexteto Anacobero” dirigido por el profesor Antonio Pérez, una noche que alternaba con la Billos Caracas Boys en un baile  de gala en el Club Social de Villa de Cura, el maestro Frometa lo llamó al escenario para que cantara dos canciones con la orquesta y  no faltaron los acentuados aplausos del público.

Todo naturalmente esto no le vino por obra de la casualidad. Raúl ya estaba preparado y desde joven fue muy aplicado, buena parte de su crecimiento como artista -nos contó agradecido- se debió a los estudios musicales recibidos del profesor Germán Cordero Padrón; no fue su maestro de aula pero le dio clases de solfeo, le enseñó métodos, lo enseñó a leer el pentagrama y lo familiarizó con el repertorio de la orquesta.

Me cuenta Raúl que actuó en programas radiales y una sola vez en un canal de una televisora aragüeña. No solo se debe tomar en cuenta esto, sino que también fue vocalista  de otras reconocidas bandas. Además de La Siboney, cantó con la “Orquesta Sensación” dirigida por el maestro Francisco Pancho Puerta; en Caracas con el conjunto “Los Trovadores”; con el “Sexteto Anacobero” bajo la batuta del maestro Antonio Pérez; en la misma capital aragüeña con la “Orquesta Solimar”; conjunto “Los Chevys” de San Juan de los Morros; la famosa orquesta “Los JET” apadrinada por las FAV en Maracay.

Raúl además nos dijo que perteneció a la extinta Asociación Venezolana de Artistas en Escena (AVADE), que presidió  por allá en la década de los años 50 el cantante de música llanera don Mario Suarez, muy vinculado con el pueblo de Villa de Cura. 

La vida artística de Raül Agràz con la placidez y el romanticismo de su voz ha sembrado muchas bellezas con sus interpretaciones, en muchos pueblos y ciudades y en locales nocturnos donde ha demostrado su valor y arte,  en la capital del Guárico y en el municipio Zamora y las ciudades de Caracas, Maracay, Barquisimeto, Valencia, en fiestas patronales y reuniones generales.
De manera inteligente pensó que había que  buscar un oficio fijo y producir los billetes para el sostén de la familia. Entonces se pudo formar como conductor de vehículos automotores livianos; pero luego se especializa en la operación de gandolas  Mack, para el remolque de cisternas, bateas y Lowoy,  transportando líquidos y maquinaria pesada; con este mastodonte como  inseparable compañera anduvo recorriendo durante 45 años, carreteras por los cuatro puntos cardinales del país, además de Curazao, Colombia y Brasil. La verdad que ésta fue una labor extensa, pero siempre volviendo la mirada a su pueblo y sin olvidar la función de la música. Surcaba aquellas rutas oyendo los caseticos  para aprenderse de memoria las letras de las canciones, Silbando canciones  románticas al compás de la faena, contemplando el azul del horizonte con aquel sol de mediodía que rompía  el pavimento.

Trovador, bohemio, tomador,  enamorado, o tal vez por haber sido asiduo  actuante en salones nocturnos o por lo dulce de su llaneza, en el círculo de amigos más allegados y colegas lo bautizaron  como “juguito de uva”, y no es que tenga problema alguno en atender por este sobrenombre. 
Ha mantenido siempre su espíritu joven, aun con 70 años encima conserva su buena voz y se mantiene activo en el canto. Hoy por hoy Raúl junto con Víctor Hugo, son los vocalistas de la flamante agrupación orquestal Caribean Music, que todos los fines de semana ponen a mover su figura en un sitio de comida y  diversión llamado “La Mulata” y también en “La Cascada”, situados en la carretera La Villa San Juan de los Morros.

Raúl tiene un hijo varón que desde pequeño tuvo inclinación y verdadera pasión por el arte musical y siguió profesionalmente esa carrera, formado en la escuela  de los Niños Cantores de Villa de Cura, el joven no lo pensó dos veces y siguió estudiando música en la Escuela José Ángel Lamas de Caracas. Con el tiempo se hizo un afamado y virtuoso trompetista convirtiéndose en la primera trompeta de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Venezuela. En su incursión en Venezuela tocó con la orquesta de Oscar De León, con la banda Los Fantasmas del Caribe, la Orquesta de Pofi Jiménez y con el flautista Natividad Martínez y su orquesta, y ha acompañado con su trompeta una infinidad de reconocidos artistas nacionales e internacionales. En estados Unidos donde se dio a conocer ha tocado con muchas agrupaciones y le ha correspondido compartir escenario con las  orquestas más afamadas y nombradas en el mundo musical. Actualmente esta residenciado en Nueva York junto con su esposa y sus hijos, enseñando y desarrollando su talento musical.

Resulta fácil y grato afirmar que el torrente artístico y musical villacurano con el funcionar de sus escuelas y academias sigue indetenible; en las últimas épocas se han formado un grupo de cantantes y conjuntos orquestales importantes, incluso músicos  que han ido a fundar orquestas de baile en otros países especialmente en Europa. La ciudad de Villa de Cura  debe sentirse honrada de haber conseguido la presencia de personas foráneas como el presbítero Salvador Rodrigo,  el maestro Víctor Ángel Hernández y el profesor Germán Cordero Padrón, entre otros; el porvenir sigue prometedor, la ciudad  se conserva con firmeza como en un pedestal en la historiografía musical venezolana.


                                                                                                                Oscar Carrasquel
                                             

CON "LAS CARRUZAS DE LA GAITA" LES VAMOS A CANTAR A PIE

                                                   

LAS CARRUZAS DE LA GAITA UN CONJUNTO QUE TUVO SU NACIMIENTO EN LA CALLE PÁEZ DE VILLA DE CURA

ELLAS SON COMO  LA NAVIDAD, QUE TODOS LOS DICIEMBRE REAPARECEN CON SUS BELLOS ROSTROS, Y SUS VOCES LLENAS DE ENCANTO, AMOR Y ALEGRÍA.

Por Oscar Carrasquel

                                                                                                       
Los que nacimos y por tanto tenemos querencia por Villa de Cura, muchas veces  nos toca echar la mirada  hacia atrás y asistido por muchas razones pudiera decirse que la ciudad es muy diferente. En años anteriores esta cuadra al final de la calle Paez llegó a convertirse en la más alegre, sabrosa, la más parrandera de Villa de Cura. Se silenció por la pandemia  aquel bello sitio de encuentro citadino donde todo el mundo se conoce y se reune en  su vecindad como si se tratara una sola familia.
Desde los primeros días de diciembre comenzaba la cosa con la presentación de grupos de parrandas, muchísima gente, propios y visitantes se aposentaban en un rincón al final de la calle Páez para disfrutar de  los diferentes conjuntos de aguinaldos, pero también para presenciar los ensayos del conjunto gaitero  LAS CARRUZAS, este sensacional grupo fundado en Villa de Cura el 16 de diciembre de 1979.
Se  perdieron de vista durante una década, mas o menos, pero en una segunda etapa volvieron como navegando con el tiempo  envueltas en una ráfaga de viento aragüeño, con el mismo encanto, con la misma alegría desbordante y el mismo entusiasmo de siempre.
Lo cierto es que en septiembre de 2016 volvieron a tomar aire luego de un breve parpadeo y una obligada interrupción, se reagruparon  como un puñado de aves que cantan y vuelan en bandadas y  allí están en la palestra de nuevo.
Recién crreado el grupo se llamaba sencillamente LAS CARRUZAS. Se soltaron las moños y se agrandaron las telas y ahora se hacen llamar en todo el territorio LAS CARRUZAS DE LA GAITA. Un grupo gaitero heterogéneo conformado por un enjambre de encantadoras damas que saben muy bien compaginar su papel de cabezas de familia y el desempeño de sus respectivas profesiones  con la gaita tradicional, para  llenar cualquier espacio de reminiscencias y emoción. Ya su música navideña en los postrimeros meses del año se comienza a oír y sentir en programas de radio, en la TV regional y en los principales canales de televisión del centro del país, así como en la discografía nacional, también han producido videos,  aparecen  con frecuencia en los canales de Facebook, Istagram y YouTube. Sus actuaciones son intensas es esta época del año.
El mayorr logro de LAS CARRUZAS  fue la grabación de su primer LP en el año 1989;  y haber obtenido LAS CARRUZAS DE LA GAITA en el año 2016 el galardón denominado “ARCÓN DE ORO”;  así como también haber logrado el primer lugar en  “GAITA DEL AÑO 2016”, con un tema titulado “EL TIEMPO NO ES EXCUSA” (letra y música de Juan Antonio Ruìz).. Obtuvo la distinción  en 2017, para que en medio de una escenografía llena de colorido les fuese confiada la grabación del tradicional saludo navideño de  la televisora TVS de la ciudad de Maracay.
Muy a pesar de la realidad que estamos viviendo, y aun cuando nos encontremos  en un estrecho rincón, ellas siempre se encargarán de hacernos mover el cuerpo y alegrar el alma. En el año que está finalizando, por ejemplo, participaron para dar inicio a la temporada decembrina en la Cuarta Edición de “LA BAJADA DE LOS FURRROS”, celebrado en la ciudad la ciudad de Cagua. Además e grabaron su tema promocional  titulado “TENTACIÓN DIVINA” (autor y producción musical de Ángel Perdomo), con el cual participaron en una competencia de carácter nacional en representación de la entidad aragüeña.
Nuestro único propósito es identificarlas en sus raíces, por eso con tono emocionado decidimos hoy encerrarlas en la crónica, aprovechando estos días que estamos en la época de Navidad y Año Nuevo, y considerando que en los actuales momentos es uno de los grupos  de gaita más importantes y de mayor proyección de esta localidad aragüeña.
Sus caras risueñas  bonitas y atractivas, su música navideña y sus voces son ya conocidas en gran parte de Venezuela, pues precisamente en estos tiempos precedentes a la Navidad y al nuevo año, sus grabaciones comienzan a escucharse con todo su grandiosidad en muchas emisoras de radio y en unos cuantos canales de televisión del centro del país.
Este tradicional grupo gaitero en su proceso de evolución, independientemente del nombre con el cual participaron, se ha presentado en diferentes clubes, salas nocturnas y fiestas públicas y privadas,  en pueblos y ciudades adonde es contratada su propuesta musical.


Una  dama nacida en Villa de Cura figura siempre como una de sus principales  animadoras; sencilla, amable, educada y con un entusiasmo permanente; más de medio pueblo la  conoce, se llama  Yezenia Varganziano Ybarra; fue ella la que escogimos para que nos contara en  una sola tarde la trayectoria musical de LAS CARRUZAS. Cómodamente nos cuadramos en un pasillo de su casa en la calle Páez. Ella habla con la pronunciación de quien conoce al dedillo la interesante historia.
Recién llegada apenas de su turno de trabajo en una escuela de la ciudad la pusimos a hablar y lidiar con la memoria, tiene la mente repleta de anécdotas y recuerdos, por eso el historial del conjunto lo repasa completico,  como si fuera  el suyo propio, ha vivido el proceso fundacional y la tradición del grupo, lo sabe resumir en un antes y un después. Yezenia es una mujer visionaria, dinámica. La conocemos desde hace tiempo. Desde niña supo organizar su vida en diversas vertientes importantes. Primero su amor y dedicación  por los estudios;  una gran afinidad desde pequeña por el mundo de  la música; es educadora de profesión, forma parte del personal docente de la Escuela Básica Nacional Teresa Carreño de La Villa; ha sido además de locutora, creadora y animadora de programas de radio. Su talento y habilidad la fue desarrollando con el paso de los años en cada uno de estos logros.
Pero pasando es que se hace camino, como escribió el poeta Antonio Machado; no hay que dejar de recordar que por el ramaje de los Ybarra, Yezenia es descendiente de una generación de músicos villacuranos; me atrevo a decir que  ello  la ha ayudado a desarrollar su talento artístico musical. 
Cómo no aprovechar para decir que su abuelo   Carlos María Ybarra, en una época fue músico, compositor, subdirector y también director interino de la Banda Marcial de Caracas, además de otros ascendientes que se consagraron  en el campo de la música folclórica aragüeña como primordial virtud.
El nombre artístico de LAS CARRUZAS -nos cuenta- lo optaron y empezó a vibrar desde  aquellas reuniones preliminares cuando se lo oyeron proponer a un hombre recto y respetable nacido en Villa de Cura, el ingeniero Luis Rosendo Hernández Paradisi, quien al comienzo fue la primera persona que desempeñando un cargo público  les brindó su decidido apoyo y es bueno y razonable reconocérselo.
El conjunto LAS CARRUZAS comenzó como una agrupación femenil surgida de un gajo de muchachas casi de la misma edad, alumnas de las escuelas de la localidad, sus integrantes al principio lo conformaban niñas y adolescentes, casi todas nacidas en esta ciudad musical de Villa de Cura, cuna del célebre orfeón Niños Cantores de Villa de Cura. La mayoría de ellas crecieron unidas, jugando, paseando la cuadra, estudiando, se levantaron y se conocieron compartiendo en casas de familias vecinas de la calle Páez, oeste. 
Hoy  la profesora Yezenia evoca con nostalgia, una a una, el nombre de sus entusiastas compañeritas en esa primera etapa: Mayela Ascanio, directora,  vocalista, y su líder principal; Yancy Ascanio, tambora; Migdalia Flores, tambora-vocalista; Lupita Martínez, tambora; Liseth Varganziano, cuatro-vocalista; Faride Martinez, congas; Carolina Macero, güiro; Milagros Flores, güiro-vocalista; Grisel Zambrano, furro; Belkys García, furro-vocalista; Maria Macero, furro; Maria Teresa García, furro; Silvia Ascanio, cencerro; Tahimi Izzo Bolìvar, pandereta. Figuran adicionalmente, Lisbeth Briceño, Grisel Ceballos, Iyayza Mendez, y Thais López, que se desempeñan en el grupo como vocalistas. La coreografía  a cargo de  Yezenia Varganziano.  El símbolo del conjunto es la joven Gloria Lisbeth Chávez, en su rol de  mascota, una especie de amuleto que le trasmite suerte al grupo con su acompañamiento.
Poco a poco el coro fue creciendo como la nata en la leche y un grupo de muchachas se incorporan desde Maracay, ellas se encuentran aún formando parte de LAS CARRUZAS DE LA GAITA, mas adelante se enterarán quienes son ellas.
 En todo comienzo no dejan de aparecer los obstáculos especialmente en el sentido económico. Pero se superan trabajando con voluntad, fe y con amor.  

-Eran tiempos señor Oscar, de mucha precariedad económica pero entre todas  metimos el hombro, ejecutábamos instrumentos que nosotras mismas improvisamos, conseguimos y fabricamos.

La expresión anterior le pertenece a nuestra amiga Yezenia. Lo dice con nostalgia, así como acariciando el aire de los recuerdos. Ya han pasado 38  años de aquel comienzo, con el paso del tiempo han sido reconocidas en la región y se han extendido nacionalmente. Lo más importante es que LAS CARRUZAS DE LA GAITA en el curso de los  tres últimos meses de cada año, no escogen día ni hora para alegrar un ambiente, una fiesta o deleitar cualquier tipo de reunión o evento. Hoy son 13 integrantes, todas mujeres, entre locales y unas pocas provienen de la ciudad de Maracay. 
Dentro de esa lista de este año 2017 figuran los nombres de algunas pioneras y también nuevas protagonistas de buen nivel artístico: Mayela Ascanio, Migdalia Flores, Gloria Lisbeth Chávez, Belkys García, Grisel Zambrano, Yelitza Guerrero, Sunilyen Ascanio, Mayela Ascanio, Flor Lisbeth Briceño, Liseth Varganziano, Betsy Rodriguez, Consuelo Cartaya, Zoraida Guerrero y Yezenia Varganziano. Es bueno recordar que todas ellas a pesar de ser de carácter fiestero, ejercen actualmente sus respectivas profesiones como docentes, médicos, diseñadoras de moda, gerentes de empresas, secretarias, locutoras y comunicadoras sociales.



Resulta imposible completar esta nota si no se nombran los músicos varones que acompañan  a la agrupación en sus numerosas presentaciones, en grabaciones y giras: Alejandro Renault, director musical y cuatrista; Tirso Romero, Alfredo Mañito; Juan Antonio Ruiz, bajista y Raimundo Parra, pianista; de igual manera no podemos dejar  separado al manager y padrino sentimental el periodista Pedro Zapata, un hombre con mucho talento.
En su repertorio hermoso de gaitas utilizan siempre su acostumbrado e inconfundible estilo, pero incluyen  también en sus interpretaciones una especie de homenaje y reconocimiento a la tradicional gaita zuliana, popularizada por diferentes conjuntos zulianos, como son por ejemplo: Gran Coquivacoa, Cardenales del Éxito, Montuno, Las Sensacionales, la orquesta  Guaco. Se caracterizan así mismo por incluir en sus actuaciones la interpretación de danzas, merengues, cumbias, composiciones religiosas y temas folclóricos en general.
La agrupación sabe muy bien combinar el ritmo instrumental del furro,  piano, tambora, güiros, congas, pandereta, con la interpretación vocal... Igual pueden cantar a “capela” o con el acompañamiento musical de grabaciones o pistas  electrónicas. En numerosas presentaciones en vivo han compartido escenario, vítores  y aplausos con  orquestas y grupos gaiteros bailables famosos tales como la orquesta Billos Caracas Boys, orquesta Los Melódicos, Candelosos Gaita Show, Grupo Gaitero Batoro,  Los Centrales de la Gaita, y otros más.




Muchos testimonios de solidaridad y sencillez atesoran en su resumen curricular LAS CARRUZAS DE LA GAITA, manifestando su amor por el bienestar  de los niños recluidos con cáncer en el Hospital Central de Maracay. El grupo, en el curso del mes diciembre se mueve completo a los hospitales y clínicas de la capital aragüeña, para llevar alegría con música navideña  a los pequeños allí recluidos. De igual manera colabora con eventos benéficos de fraternidad y solidaridad de personas necesitadas.



Y así como fueron apareciendo las presentaciones, a su lado fluyeron también los premios y reconocimientos, entre ellos es bueno recordar que  LAS CARRUZAS obtuvieron primer lugar en el festival gaitero FETIFIESTA en la ciudad de La Victoria, año 1979; igual ocuparon el primer lugar en el FESTIVAL DE PARRANDAS Y GAITAS,  en Cagua el año 1982.
Es muy grato y orgulloso enfatizar como villacuranos que  la calle Páez de Villa de Cura, fue  el escenario donde comienza a transitar la vida musical de este conjunto femenino gaitero. Podemos decir con certeza, y esto es compartido por muchos que  LAS CARRUZAS se han convertido en una leyenda musical en nuestro pueblo.
 No olvidemos que LAS CARRUZAS DE LA GAITA es como un icono, un patrimonio que nos pertenece a todos los villacuranos, hoy en día continúan desarrollando su actividad  con éxito en Maracay y todo el centro del país. Es razonable que reconozcamos su trabajo cultural, su indiscutible calidad humana. Si algo nos han enseñado es a disfrutar su bella escenografía en la paz de una Noche Buena, inspiradas en el buen sentir villacurano y  ante la presencia del Niño Jesús y la madre María.Perdonen que me haya extendido mucho pero hoy quiero "Cantar a pie" con LAS CARRUZAS DE LA GAITA.

Fotos bajadas del archivo del retratista Ramòn Alfredo Corniel


Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, 06 diciembre 2017

viernes, 8 de diciembre de 2017

¡ÉRASE SAN NICOLÁS !

      


                                                                               

! ÉRASE SAN NICOLÁS  !

                      Oscar Carrasquel
         
Faltan pocas horas
para que bajé San Nicolás  
con su metáfora
y sueños de fantasía

Don Nicolás, 
-con su mochila al hombro-
Lo que hace es asomarse 
por donde mejor cabe

Mira el pesebre
donde nació el Mesías,
envuelto en una penumbra

Mira el arbolito 
tumbado sobre el empedrado
y el cable "pelao"

A tiempo no lleva 
todos los regalos
para los pequeños de la casa

Regresa con su mochila
y bártulos al hombro
conduciendo su trineo

Da perfecta la vuelta
a su carruaje
a galope acelerado 
no le inspira el paisaje
ni el estallido del camino

En el ancho cielo
retumban sombras de silencio

Llenos los ojos de tristeza,
retorna el viejo 
ante la mirada congelada
de los consentidos de la casa.
con sus horas  de espera

Envuelto en su bufanda 
el viejo caminante 
dejó una carta
al lado del arbolito

Esto dijo el viejo:.
.
!No llevo regalos 
en esta ocasión
hasta nuevo aviso!

!No te tardes!. !No te pierdas!
el viejo Nicolás sigue palpitando
en cada casa pobre 
en cada casa muda.
.

        Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis, diciembre  2017










MI VOZ ENAMORADA

  


     
Aunque me agobie la soledad
frente a la madrugada

Aunque me ahogue
en manantiales de tristeza
siempre me traen al recuerdo
el rielar de unos ojos de candela
que iluminan la noche callada

Acaso no ves mis manos
peinando tu pelo suelto
como una cascada

Me atrae el lunar en tu rostro,
me atrae lo dulce de tu voz,
me atrae tu risa rochelera

Que siempre andan juntas
encendiendo las luces
de las mismas estrellas

Y con un lejano lamento
te nombra mi voz enamorada.



       

Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis, noviembre 2017





ORLANDO ARISTIGUETA Y SU VERGEL DE PAZ





 Por Oscar Carrasquel

El propósito de Dios es perfecto no se ha modificado, necesitaba en el cielo a un artista, a un pintor,a  un acuarelista. Había nacido. en Caracas, arraigado en Villa de Cura en donde por buen rato vivió. entregando su compañía y su intelecto a la cultura. El 7 de octubre de 2019, cuando  pintaba lejos la aridez del ocaso se marchó al cielo infinito nuestro querido amigo profesor Orlando Aristigueta .la vida es eso. Bendito sea Dios.. Que en paz descanse su alma.


VERGEL DE PAZ


Orlando,
pone sus versos
sobre las frágiles
y viejas paredes de La Villa

Traza de una sola pincelada
el vuelo de aves en bandadas,
en medio de una arboleda
con olor a hierba

Vuelan ante sus ojos
unas cuantas mariposas
de variados colores
que sedujeron su encanto

Atisba colar en parejas
las aves en el azul del cielo,
y entran por un ventanal
en una tolvanera de viento

Atrapa una gaviota cautiva
que venía extraviada

Una vez,
volaron del nidal
un par de tortolitas
y se posaron
en lo bello de su alma.

Remueve 
en la clara mañana
los frescores
de claveles y de rosas

Toda la hermosura
de la naturaleza
en una blanca muralla
la deja plasmada

Cual navegante
en el silencio de un viaje
aferrado a su timón 
Caída la noche:
se fue quedando dormido..




  Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis, verano de 2017



domingo, 3 de diciembre de 2017

¡BIERDO BAISANO…DESPUÉ BIERDO!









!BIERDO BAISANO..DESPUÉ.BIERDO!




 Oscar Carrasquel



La frase en cuestión
ahora la vuelvo a refrescar
sonaba en otros tiempos
cuando llegaba Navidad

Se juntaba el aguinaldo
con la pensión
o lo que llaman utilidad
que te daba tu patrón

Corría el último mes del año
viejos y jóvenes en casa
se disponían a estrenar

Y los cachivaches de la casa
quería la mujer cambiar

La cama,,
el escaparate, nevera
la cocina y otras cosas del hogar

Te llevabas en la cartera,
o en el bolsillo de atrás,
la mitad -más o menos-
de lo que ibas a comprar

Y el resto no te preocupaba,
pues el tendero
fiado te lo iba a dar

Pedir una rebajita
era una costumbre genial.
Una quincena y el aguinaldo 
quizás no te iba a alcanzar 

Cuánto es lo menos paisano,
que todo eso me vas a dejar?

Era la pancadita de ahogado 
que todo comprador
acostumbraba a dar

El árabe arrugaba la cara
y en su medio conversar,
como queriendo llorar 
esta retahíla le ibas a escuchar:

“Bierdo baisano....Bierdo,
despué yo va quebrá"

Todos los corotos anotados 
en breve tiempo te los apartaba
Y en el techo de su camioneta
a tu barrio te lo llevaba

Al final,
en cada talón de cobro
que te pasaba el árabe semanal,
te clavaba una nota marginal

“No se abre cuenta nueva
sin haber saldado la vieja".



                                                  Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis, diciiembre 2017