domingo, 19 de marzo de 2023

ADRIÁN NIEVES CONSAGRADO CANTANTE DE LA AGRUPACIÓN "LOS TABLISÓNICOS" Y DEL CONJUNTO "VOCES Y CUERDAS DE VILLA DE CURA".

 
Guitarristas Esteban Nieves y Carlos Parra, último a la derecha Adrián Nieves foto cotesía de Jesús Vera Nieves 

           ADRIAN NIEVES CONSAGRADO CANTANTE DE LA AGRUPACION "LOS TABLISONICOS" Y DEL CONJUNTO "VOCES Y CUERDAS DE VILLA DE CURA                                                                 Por Oscar Carrasquel

Tenemos el corazón lleno de ausencias y de olvido. Poco se nombra al maestro Adrián Nieves este popular personaje de La Villa con especial devoción por el canto.. Adrián Nieves siempre nos deparó querencias y muchas alegrías. Proviene de la época de oro musical de Villa de Cura, nacido en el apacible barrio Las Tablitas, formando parte de  una familia de músicos con una fecunda actuación y experiencia, tanto en La Villa de San Luis como en el extranjero, tal es el caso de Sergio Nieves y Lerman Nieves. Su tío Adrán fue uno de esos cantantes traviesos que se dedicó a la interpretación de la canción folclórica nacional ofrendando temas como “El Catre”, una composición con ritmo de merengue de la inspiración de nuestro conocido guitarrista  el poeta Luis Fracachán. “El Catre” fue la canción que más  proyectó a Nieves cuando era cantante de "Los Tablisónicos"; llenaba los auditorios donde actuaba. este famoso grupo de música bailable de las décadas del 60 y 70. Leemos una parte de la letra del "Catre": 

“No puedo pagar la casa y me tengo que mudar, voy a vender los corotos porque yo pienso emigrar. Voy hacer un avisto económico y ligero, a ver si vendo esos corotos que no se llevó el casero, una jaula, un primo y un juego de dominó, el catre yo no lo vendo porque en ese duermo yo”.  a la cual le ponía ritmo y sazón y emplazaba a mover el esqueleto a medio mundo.

Estuvo estrechamente vinculado a una cuerdita de músicos constituido por su hermano Esteban Nieves, Raimond Pérez, José Linero, Jesús Revilla y Carlos Parra, y en el cuatro, Cesar Nieves y Anibal Lara Parra; solían frecuentar fiestas hogareñas, onomásticos, o llevar una romántica serenata al pie de una ventana. Además de músicos, todos cantan. La visita en casa de este grupo nos dejó recuerdos inmemoriales.

Lo cierto es que Adrián fue un cantante que se dedicó a varios géneros, a la balada, cantaba pasillos de Julio Jaramillo, temas de Simón Díaz, Los Panchos, Olimpo Cárdenas, pasodobles, bambucos, tangos, valses y otros candorosos ritmos. Se incorporó a la Peña de J.M. Morgado. Quiero apuntar que  allí le oímos Interpretar piezas del joropo aragüeño. Su voz no era tan fuerte, más bien baja y nasal, pero con la salvedad que era  melodiosa..

Nombres como Adrián Nieves, Danny Pérez,  Andrés Almeida, Aurelio Carrasquel y Freddy Licón se integraron como cantantes del conjunto “Voces y Cuerdas de Villa de Cura”, un grupo de  gran performance bajo la dirección del maestro Esteban Nieves que también ejecuta el requinto y la bandolina.  El grupo musical  compartió tarima con la orquesta Billos Caracas Boys y la Orquesta Los Melódicos en una gran gala con motivo de la inauguración del  Centro Hispano de Villa de Cura, ubicado en la Avenida Paradisi.

Con el conjunto Voces y Cuerdas de Villa de Cura Adrián Nieves realizó giras al estado Vargas dándole la bienvenida al torrente de turistas que arribaban al país por el Terminal Marítimo de La Guaira. La más emblemática de estas presentaciones fue en el Salón Naiguatá del Hotel Tamanaco en la avenida principal de Las Mercedes, Caracas, y las célebres presentaciones en La Quinta Anauco en San Bernardino. En eso sumaron más de seis años. La tutela, promoción y representación de este grupo musical estuvo a la cabeza la villacurana Belkys Briceño..

Adrián Nieves, siendo un joven de 20 años, a su vez, ingresó a laborar como pasante en el servicio de Malariología de Maracay, en la metodología concerniente al control del Mal de Chagas y la Malaria en el área rural, adscrito al Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, en donde salió jubilado por completar su tiempo reglamentario de servicio.

Adrián Nieves  falleció en Villa de Cura hace aproximadamente 12 años, cuando terminó ese capítulo de su vida. Su padre fue el poeta popular Pascual Nieves, el creador de las exquisitas cartillas de aguinaldo que eran muy solicitadas en la población en tiempos de Navidad. Su madre fue doña Raimunda Esáa de Nieves, dulcera y religiosa, de las primeras que cumplió promesa como peregrina, nacida en La Villa en los primeros años del siglo xx.

La interpretación de variados géneros del acervo musical, la ciudad con su inagotable inventario de gente como Adrián Nieves, con sabor a pueblo, que nos recreó el alma y el espíritu en una época con su manojo de canciones,  es una de las mejores contribuciones que los artistas le pueden hacer a la historia musical villacurana.

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis marzo 2023

 

viernes, 17 de marzo de 2023

SITIOS EMBLEMÁTICOS MATEO VARGAS EPÓNIMO DE UNA CALLE DE VILLA DE CURA

 

 

 Mateo Vargas epónimo de una calle de La Villa de San Luís

 

                                                                                Por Oscar Carrasquel


El barrio Las Tablitas de Villa de Cura, estado Aragua, fue hecho para lo grande y hermoso. Hace más de 60 años en cualquier  noche de luna clara, se oía el sonido de una guitarra con canciones de un grupo de juglares. A todos los conocimos, entre  ellos se contaron Juan Nieves, Vinicio Jaén, José Chacín “Gardelito”, Agustín Ascanio y Antonio Tamiche. Recuerdo que se juntaban en  la casa de don Juan Nieves, quien además de tanguero era un artífice en la fabricación de la criollísima alpargata. La casa era escenario para la música la cual surcaba el silencio de sus callejones solariegos que cuelgan desde las faldas del cerro El Vigía y desembocan en la calle Comercio de la población. Desde entonces en el barrio existen estas pequeñas arterias transversales, íntegramente pavimentadas y transitables en ese tiempo.

Las callejuelas del barrio antes de ser pavimentadas ya habían sido marcadas por la municipalidad con números dígitos (desde el 1 hasta el 6). Luego con el paso de los años fueron cambiados por nombres propios que enaltecieron una época. Uno de ellos (antiguo callejón 1)  se le dio el nombre de Calle Mateo Vargas. Un hombre con una vida digna, ejemplo de  humildad que con su trabajo representó el gentilicio villacurano. La callejuela nombrada  es orgullosamente habitada por familias modestas de solvencia ciudadana.

Un día nuestra Villa de Cura se vio visitada  por unos jóvenes artesanos del estado Lara que llegaron dispuestos a trabajar la suela, entre ellos Eduardo Rodriguez "Conejo", y  uno feliz, libre, espigado, andaba por los 18 años y con el tiempo llegó hacerse Maestro Oficial I del arte de la alpargatería, atados a la casa de doña Genoveva de Ybarra en la calle Páez. Se trata de  Mateo Vargas quien era oriundo de la ciudad de Quibor, juzgada como una ciudad artesanal, capital del municipio Jiménez del estado Lara, en donde había nacido el 15 de mayo de 1934, en el seno de una familia muy humilde. Felices transcurrieron allá los años en la escuela. No sé si estudió bachillerato.

Escogió a Villa de Cura como su pueblo de adopción para serle útil. Aquí conoció a una atractiva muchacha nacida en La Victoria llamada Isidra Mendoza, especialista en cuestiones del hogar; la encontró bien bonita, se hicieron novios y tiempo después contrajo nupcias con la mencionada joven, compartiendo la vida durante toda su existencia terrenal. En el callejón 2 (hoy calle Ezequiel Zamora) casa marcada con el número 13 de  Las Tablitas se estableció familia. En La Villa disfrutó el nombrado Mateo Vargas de muchos amigos, su presente y su futuro hasta la última etapa de su vida.

La pareja procreó seis hijos, dos hembras y cuatro varones, son ellos Carmen Alicia Vargas de Torres, Xiomara Josefina Vargas de Manzano, Eddy José Vargas Mendoza, Omar José Vargas Mendoza, Eduardo José Vargas Mendoza y Luis Alberto Vargas Mendoza. La familia habita casa propia hacia lo alto del callejón, desde donde uno se asoma por una ventana o por el patio y  puede contemplar las nubes y las estrellas haciendo su natural recorrido; y al frente, se encuentra el cerro El Vigía con su peculiar aspecto. Desde entonces para acá la descendencia  se ha multiplicado  en 13 nietos, cinco hembras y ocho varones.

En cierta ocasión falleció un hijo de la pareja en un accidente automovilístico de nombre Eddy José Vargas Mendoza, quien para el momento cumplía funciones  como concejal del municipio Zamora del estado Aragua. Eso fue el 30 de septiembre de 1989, lo cual causó natural desasosiego en la colectividad villacurana y en la familia, especialmente para la madre, la mujer que siempre “tiene una sonrisa para las alegrías y una lágrima para todos los dolores”; y produjo un desánimo en el espíritu del patriarca, pero igual la vida como una máquina sin detenerse seguía su giro. Y con ella los sueños, los triunfos y las derrotas.

Uno de sus hijos de nombre Luis Alberto Vargas, tuvo acceso a la educación superior, la de antes, aprovechado estudiante, tanto en los primeros grados como en bachillerato, este joven fue favorecido por una de las becas  del programa “Gran Mariscal de Ayacucho” del presidente Carlos Andrés Pérez; gracias a su capacidad intelectual salió graduado de Ingeniero Petrolero. En los tiempos ejerce su carrera y por ende residenciado hace unos cuantos años en Arabia Saudita. La mayor de las hembras, Carmen Alicia Vargas de Torres, es graduada de maestra normalista, ya jubilada. Le tocó la responsabilidad de presidir a la sociedad AMEJUP (Asociación Municipal de Educadores Jubilados y Pensionados de Zamora).

Mientras esto pasaba el amigo Mateo Vargas sigue su caminar acometiendo su trabajo de Maestro Oficial en la fabricación de alpargatas y en otras actividades comerciales. Como es harto sabido la alpargatería representó en una época la vida económica del centro del país  y una fuente ocupacional de Villa de Cura a mitad del siglo xx. La confección de este popular calzado significó para él una vida de sacrificios y experiencias  que  realizó toda su vida, para ganarse el sustento y levantar una familia, aferrado al trabajo desde que el sol comenzaba a alumbrar desde el poniente, hasta la entrada del anochecer.

Montones de docenas de pares de alpargatas completamente terminadas acopiaba junto con otros operarios que trabajaban con él allá en el patio de su casa, cosiendo y pegando capelladas. Desde lejos en el silencio de la calle llegaba a nuestros oídos el fuerte y seco golpe del mazo de madera sobre la suela, como el golpazo del herrero sobre un yunque. De todas partes del centro y del llano solían visitarlo para comprarle parte de la producción del criollo calzado el cual era de uso cotidiano en aquella época.

Se dedicó al ramo de la alpargataría a su fabricación y comercio. Llegó un momento que  Mateo Vargas siempre perseverante se encaramaba frente al volante de una vieja camioneta que había comprado con sacrificio, la cual le servía para la distribución del producto surcando algunos pueblos del llano; sus llantas entonces calentaban los caminos y carreteras de Calabozo, Valle de la Pascua, Chaguaramas, El Sombrero, Barbacoas y otros pueblos intermedios, donde tiene fama el mayorista. De allá para acá no había trabas para traer productos del llano que incluía pescado salado, casabe, queso, panelas,  para comerciar en el centro.

Algunas veces la vida no fue tan generosa con el amigo Vargas. Sin embargo nunca detuvo el impulso de su intenso trabajo por estos valles de Aragua y por los estados llaneros para vencer las tempestades, seguía firme en su labor hasta que la mano de la muerte despiadada, de manera repentina le tendió una celada en un accidente por un punto de la carretera del estado Lara, ocurrido el 13 de febrero de 1964. Viajó en días de carnaval a pasar unos días con su progenitora ya que nunca abandonó esa responsabilidad. Lo que significó su último viaje. Sus restos fueron velados en La Villa y sepultados en el viejo cementerio municipal, una vida todavía útil llena de proyectos. Mientras que todo el cuadro familiar quedaba desconsolado y ahogados en la desolación.

La viuda junto a sus hijos mayores comenzaron a vislumbrar la manera de cómo seguir luchando en la vida para lograr salir adelante y afortunadamente con esfuerzo propio ellos consiguen la meta. Doña Isidra Mendoza de Vargas,su esposa como queda dicho, había nacido en la ciudad de La Victoria, municipio José Félix Rivas del estado Aragua el 15 de mayo de 1934, fallece por causa natural el 14 de marzo de 2018 en su casa de Las Tablitas de Villa de Cura, ya estaba próxima a cumplir 84 años de edad. Otro manazo en el alma para sus hijos

Lo fundamental no es simplemente lo que se hace, sino saber multiplicar los pasos por esta vida para que después de la ausencia dejar un legado de virtudes y sean tomado en cuenta sus múltiples facetas. Gracias a las gestiones de una diversidad de seres maravillosos que tuvieron siempre a su lado y por acuerdo unánime de los miembros de la corporación edilicia se logra que el Concejo Municipal de aquella época presidido por el señor José Tomás Ojeda, tomando en cuenta sus dotes y virtudes ciudadanas, el callejón número 1 de Las Tablitas fuera bautizado con el nombre de “Calle Mateo Vargas”, tal como se ha mantenido  hasta el día de hoy.

Su desaparición física dejó un hondo vacío en la colectividad villacurana donde era muy apreciado por sus  dotes de extraordinario y recto ciudadano y de amigo, su sepelio constituyó una sentida manifestación de dolor en todos los sectores de esta ciudad.

 

 Mateo Vargas y su esposa Isidra Mendoza de Vargas. 

 

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, marzo 2023

Fotos cortesía de Prof. Carmen Vargas de Torres

Fotos corregidas por Ramón Alfredo Corniel

 

 

                                          

 

domingo, 12 de marzo de 2023

 

                   DE GOLPE ME ACORDÉ DE CELSO VALERA Y ME SUPO A TEMPLÓN.

 

                                          Por Oscar Carrasquel


En la Villa tenemos gente  laboriosa disponible para la elaboración de este exquisito confite. Vale la pena pararse en Villa de Cura y probar los dulces criollos que aquí se elaboran. El aroma  se esparce por todos los rincones. La originalidad del producto se le atribuye a una repostera de antaño de nombre Margarita Ríos, y otra de sus pioneras fue la señora Josefina Valera. El legado gastronómico lo continuó una pareja que los elabora se trata de un joven de la región de Apure, natural de  Elorza, llamado Ángel Guerra y su esposa la villacurana Petra Flores de Guerra, residenciados al lado de una pulpería tradicional situada en la calle Leopoldo Tosta, muy frecuentado por los buscadores de los aliados.

¿Cuántos recuerdos juntos nos  trajo  a  la memoria gustativa el señor Celso Valera? Un hombre  de una movilidad comercial sorprendente. Él era el vendedor  a pregón del típico templón. Se trata de uno de esos sencillos y particulares personajes de la Villa de San Luís, nacido en el sector Campo Alegre,  un paraje solitario en donde  antes corrían libremente los arroyos, ubicado a la orilla de la carretera hacia San Juan de los Morros.  En la época que  conocimos a Valera vivía en el sector La Represa donde fue criado, cosechó y conserva muchas amistades.

 Desde que la mañana abre su claridad, en las tardes, o en pleno mediodía, cuando los rayos de sol parecían meterse  dentro de los ojos, era frecuente el desplazamiento por todas partes de este señor, con un azafate de madera sobre el hombro derecho.  No llevaba otra cosa que una camada de templones recién salidos del fogón, voceando por  las calles de la ciudad a todo gañote la venta de ese confite. 

                       ¡Teeemplón…Teeemplón…Teemplón…!

Su labor diaria era salir a la calle hasta tres veces por día, así  veíamos pasar a este caballero con su estridente pregón a flor de labios, y la muchachada de juegos en la calle o que salían de las escuelas a encontrarlo para adquirirlos como merienda por el precio de un real, o sea o50, de los de antes de la devaluación.

El  típico dulce  es nombrado templón, también  rúscano o aliado, es  indistinto el nombre que se le da a este  popular dulce casero de  rico sabor,  de forma rectangular y color amarillo pálido, revolcado en harina de trigo, muy conocido por todos los paladares desde tiempos inmemorables.

Quiero que tomemos en cuenta que, en los primeros años de la década del cincuenta este confite tuvo su momento de esplendor en la vecindad del barrio Las Tablitas. La cocinera  del rúcano era doña Raimunda Esáa de Nieves, una matrona  capaz de animar los paladares poniendo a la venta  una variedad de dulces, los fines de semana y en tiempos Peregrinación y Semana Santa. 

Como lo han explicado sus fabricantes este popular dulce se obtiene  de apilar y mezclar una  combinación de azúcar blanca o morena  con harina de trigo, esencia de vainilla y se le agrega la materia prima que es el tuétano de pata de ganado, y luego se le da cocción hasta que llega a su punto, Es de consistencia gelatinosa este delicioso postre de la cocina venezolana.

Lo cierto  que en La Villa nunca vimos a don Celso desarrollar un trabajo diferente. Desde que era mozo hasta que fue un hombre formado se dedicó a la venta ambulante de este tradicional dulce criollo con una elocuencia verbal que todavía resuena en nuestros oídos.

A don Celso Valera lo conocimos como  un hombre trabajador, amigable, serio que lo distribuía en el comercio minorista, por las calles y plazas públicas, tan pronto salía la gente  le dejaban vacío el canasto, y entonces se retiraba a buscar otro viaje.

Todavía se produce en Villa de Cura este exquisito dulce, teniendo nuevas dimensiones en su precio, lo vende al pregón en el mercado de la Coromoto un señor gordo  con una bandeja descansando en el brazo, a quien se le escucha desde la madrugada, en ambos extremos del mercado, su continuo leco “Llevo el aliado de tuétano de ganado”.

 

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis marzo 2019

 

 

 

 

viernes, 10 de marzo de 2023

ALES, AHORA ES ERRABUNDA UN RELATO DE LA VIDA REAL


ALES, AHORA ES ERRABUNDA

                                                              Oscar Carrasquel


La confidente más allá de sus sueños. Las dos viven  bajo una armadura de cuatro paredes de corta dimensión su amado rincón de la casa. Son hermanas de un amor inquebrantable. La que siempre la acunó entre sus brazos, bajo abrigo y amparo. La almohada atestigua lo vivido, sabe la manera como  dibuja la sonrisa y todo lo que su hermanita siente en su propia piel. Se la pasa  como un símbolo al lado del copete de la cama que ALES utiliza desde que era una niña. Despliega sobre el colchón  como un mapa una  colcha gruesa  de algodón color azul con la necesidad y esperanza de viajar. Por fin llegó el instante más angustioso, el momento cuando ALES debe empacar una maleta de rueditas toda llena con rótulos porque la espera un viaje de días y noches inacabables. Jamás  pensó que sería una emigrante de la aurora y de la noche. Estruja en sus manos una y otra vez su boleto de viaje. Sus padres  sienten miedo como es natural; ellos fueron diligentes en educarla y aconsejarla con tantos valores. Queda como ritual, enternecerse en un interminable abrazo en el regazo de la madre, un beso en ambas mejillas, una sonrisa forzada, la bendición de Dios y unas cuantas lágrimas derramadas. ALES está muy bien arregladita, ella posee una sonrisa de miel. Ya tiene colocado el estrecho bluyím, la cabellera negra suelta como un helecho le llega hasta la mitad de la espalda, y un mechón de  cabello le cae como una rosa sobre la frente. En realidad, lo que ha decidido es abrir nuevos caminos. Y no es porque se sienta una chica engreída,  pero sí una muchacha superada que siente, sueña y ríe. Aprendió desde pequeña a querer y celebrar en su patria. Muchas son las veces que le han preguntado y la reacción es que desde hace tiempo se está sintiendo una chica sin porvenir, vive estresada y con furia por no poner en práctica el titulo de Cum Laude entregado por la Universidad en tantos años de estudio, piensa que, los días como las noches ya no tienen color ni el néctar de la alegría. El tiempo es ahorita La diáspora es la solución siguiéndole el rastro a millones de compatriotas. No tiene otra salida. ALES ya es una viajante que busca una nueva luz. Debe dejar solos, como niños huérfanos, a los libros que lee sobre la biblioteca. Ella calla, se queda estática, sabe que en su entorno aquello cae como un puñetazo. Ese sentirse sin nada la ha puesto desconsolada. Aunque después, su hermana tuviera la impresión de oír su voz  que deambula por el jardín, pero son las sacudidas de un ramillete de flores del vergel que con la brisa golpea los cristales de un ventanal. Llegó la "Van por puesto”, la ayudanta con una lista en las manos la llama por su nombre, ALES.

 

 Fuente de la imagen: https://steemitimages.com/DQmdDuTNNNN32bgjPtDmfkQSZPGTTpCo2Acu1MzBv2w5F12/image.png

DOCTOR VÍCTOR PARRA DIAZ ODONTÓLOGO VILLACURANO DE BRILLANTE TRAYECTORIA

 

DOCTOR VÍCTOR PARRA DÍAZ ODONTÓLOGO VILLACURANO DE BRILLANTE TRAYECTORIA 

 

            Por  Oscar Carrasquel

 

Si alguna satisfacción pudiera sentir el espíritu y el alma es la de recordar y resaltar el nombre de este villacurano integral que en su vida respondió al nombre de Víctor Parra Díaz. de profesión Odontólogo, por el largo conocimiento que de él tuve en nuestra tierra natal, desde mediados del siglo pasado, en temas ligados a su actividad estudiantil, profesional, también porque le dedicó un espacio al arte musical y la bohemia  en un ambiente pueblerino de la tierra que dio origen al joropo Alma Llanera, letra del villacurano Rafael Bolívar Coronado, el joropo calificado como el segundo himno de Venezuela. Sabido de sobra que la música es del maestro Pedro Elías Gutiérrez.

Víctor Parra Díaz estudió primaria en las aulas de la escuela Federal Arístides Rojas y secundaria en dos instituciones reconocidas, el Liceo Alberto Smith de Villa de Cura, hasta 3er año, y culminó el bachillerato en el Liceo Agustín Codazzi de la ciudad de Maracay. Y posteriormente cursó toda su carrera profesional y presentó la tesis doctoral en la ULA de la ciudad de Mérida, egresado de esa casa de estudios superiores en fecha……… recibió su título de manos del rector doctor Pedro Rincón Gutiérrez

Compartimos con él afectos cercanos a pesar de la diferencia de generación. Se sabe que el estudio y la cultura son el más importante patrimonio en la evolución de los pueblos y la humanidad y por esa razón se entregó casi por entero a estudiar y desarrollar lo aprendido.  El primero y único de cuatro hermanos dedicado con ahínco a estudiar  esta profesión y consagrarse al servicio de la ciudadanía desde que lo graduó el Alma Mater. El doctor Parra Díaz fue un modelo de valores  y riguroso en los principios éticos y morales, desde que se inició cuando llegó con una recomendación del diputado Río Ríos a la Medicatura Rural de Barbacoas, municipio Urdaneta  al sur del estado Aragua el año……a cumplir responsabilidades como pasante de servicio con una estadía de……… años. Prácticamente fundador de los servicios odontológicos de esta Unidad. Atendiendo la frecuencia de la población de uno y otro rincón del sur del estado Aragua. Aquí comenzó la Rural el…..y la finalizó el……Una exhaustiva  investigación  nos indica que años antes en tiempos lejanos, el servicio de atención de salud del pueblo era atendida por el boticario de dilatada trayectoria y hombre de bien don Pedro Rafael Montes.

El doctor Parra desde que llegó se dedicó a conocer la región y aprovechó para moldear una rigurosa relación de amistad con personalidades de aquellas localidades llaneras y una armonía  desde el punto de vista  personal. El siguiente paso fue ejercer en la población de El Sombrero y Calabozo donde se mantuvo hasta el…….y posteriormente continúa su tarea en la ciudad de San Juan de los Morros donde prosigue una nueva etapa en los servicios odontológicos del IPASME, y a la vez prestando servicios para el Ministerio de la Defensa en el Fuerte  Conopaima en esta misma jurisdicción.

Su estadía en la capital del Guárico fue trascendente. Entre sus actividades derivadas de su indiscutible talla humana fue un meritorio  gremialista; sus colegas optan por nombrarlo Presidente del Colegio de Odontólogos del Estado Guárico, cargo que ejerció durante tres períodos consecutivos. Perteneció a la Sociedad Venezolana de Oftalmología.

Proviene de una familia humilde del escenario comercial y de servicio público , lo más apasionante que le enseñaron sus padres fue la honestidad y a ser sencillo. Su madre se llamó doña Carmen Isolina Díaz de Parra, natural de Villa de Cura.  

La vida de Víctor Parra Díaz estuvo llena de música, tal vez inspirado por su progenitor don Ramón Parra, pulpero, que fue un músico que ataba gratos recuerdos del pasado con una guitarra de cuatro cuerdas en las manos; más tres hermanos que también fueron músicos. Víctor Parra Díaz  fue propulsor de la música popular en La Villa; cantaba con una voz romántica y tocaba muy bien la guitarra española. En ese recorrido se encontró con pilares de la música como sus hermanos Ramón Parra Díaz, Carlos Parra Díaz y Oscar Parra Díaz (mi tocayo ejecutaba el cuatro). Con Ramón y Carlos  formó un trío de voces y guitarras maravillosos. Tuvo la oportunidad de revivir esos encuentros acompañado de los guitarristas Julio Martínez, “El Che”, su inolvidable amigo y compadre Andrés Delgado “El Gallo”, el maestro  Esteban Nieves, Antonio Tamiche y nombraba mucho a al guitarrista Jesús Revilla; además de la voz del tango, el célebre Ramón María Acosta. Hay que hacer notar que la vocalización y la guitarra, del entonces bachiller Parra, por la reputación lograda, estuvieron presentes en muchas de las actividades culturales desarrolladas en el auditorio de la ULA, allá en la apacible ciudad de Mérida y otros contornos.

De dicho matrimonio Parra-Díaz nacieron un total de…… hijos en Villa de Cura, fueron ellos……………………expandida la estirpe en nietos y biznietos. Don Ramón Parra fue progenitor también del señor J,R. Morgado.

En San Juan de los Morros, estado Guárico estuvo en funciones  en el IPASME hasta el………… cuando obtuvo su jubilación, para después de marcar el cese, trasladarse a la ciudad de Villa de Cura, donde monta su consultorio privado; lo que por otra parte significaba el retorno a su vida familiar. Cuando llegó a ejercer la profesión a Villa de Cura ya habían prestando servicios otros Dentistas y Odontólogos……………….aquí  concluye su larga trayectoria profesional.

En Villa de Cura conoció a quien pasó a ser el amor de su vida la gentil dama en fecha……. Fulana y fulano contrajeron matrimonio con la villacurana……….y se radicaron en una modesta casa propia en la calle…………………. en las inmediaciones de la Casa del Santo Sepulcro. Asiduos asistentes a la larga travesía el Viernes Santo en las Procesiones de la  sagrada imagen. De la rama nacieron tres hijos……………………..Víctor Parra Rivero aparece como educador, poeta, músico de guitarra, columnista de medios de comunicación, cantante con un amplio repertorio, cotidianamente lo podemos ver en la plataforma de YoubTub; como una evidencia; la hija……….es profesional de la medicina y por último de la misma raíz que entró a formar parte de la Junta Directiva se desempeñó como presidente del colegio de Odontólogos del Estado Guárico. El doctor Víctor Parra llevaba a nuestra querida Villa de Cura en lo más profundo de su alma y de sus querencias, aquí vivió, soñó  y trabajó por el gentilicio de La Villa.

El doctor Parra Díaz, aparte de su profesión, pertenecía a la confederada Logia de Masones de Venezuela, una organización símbolo de virtudes donde según sus estatutos se agrupan hombres altruistas, libres, honrados y de buen proceder. Adquirió el grado masónico de …..en la Respetable Logia 19 de Abril No. 90 de Villa de Cura. El atributo máximo de Gran Maestro en esa época lo ostentaba don Manuel Melo. Buen padre.  Era un hombre apreciable en cualquier conversación muy estimado por la gente. Muchos títulos, premios le fueron entregados, en ese contexto recibió   

Nunca tuvo militancia activa y permanente en la política ni se dejó tentar por ninguna organización de este tipo, pero estaba claro sobre las ideas renovadoras y de progreso aportados con sentido patriótico por la social democracia en Venezuela, vividos en procesos democráticos. En su vida universitaria hubo otro hecho significativo, se tiene conocimiento que  tuvo agrupado en la Junta Patriótica que  a la caída del régimen de Marcos Pérez Jiménez, el 23 de enero de 1958, en la compañía de dos oficiales de la digna Fuerzas Armadas  tomaron en un operativo la sede la Seguridad Nacional delegación de Mérida, con lo cual lograron algo grande en la consolidación de la democracia. 

Lamentablemente enfermó, con la muerte como siempre en acecho. Según información que nos aportó su hijo Víctor David, fue diagnosticado por la ciencia médica con una hiperplasia prostática por cuya razón fue intervenido en dos oportunidades  hasta que finalizó su conversación con Dios en Villa de Cura el…………… su recorrido por el río de la vida fue pasando la barrera de los 92 años, colmado de plenitudes y experiencias. Sus restos comparten la misma tierra que lo vio nacer, crecer y soñar y donde disfrutó del calor del núcleo familiar y amigos, muy especialmente los últimos momentos que compartió con estos, ya agotadas sus facultades físicas. 

Como testimonio de su querencia y nivel de aprecio por la población de Barbaco; sus descendientes, a la cabeza su hijo el profesor Víctor Parra Rivero, tomaron la firme decisión que, todos su instrumental  utilizado para examinar durante su carrera profesional, desde el más grande hasta el más pequeño, el sillón dental y un legado de documentos, placas, medallas, títulos académicos, reconocimientos y fotografías fueran resguardados en el Museo Histórico de Barbacoas en aquella cordial y hermosa  urbe aragüeña. Ignorábamos hasta que el historiador villacurano Oldman Botello escribió con pruebas que,  originalmente el pueblo se llamó San Andrés de Aricapano de Barbacoas.  El anticuario fue fundado por nuestro amigo don Ángel Montes Núñez, hijo dilecto de Barbacoas, dueño de una vivienda siempre dispuesto  para  recibir al que llegue a ella. En el presente es vecino de la ciudad de Villa de Cura. En un cuarto del Museo  permanecerán dichos útiles para exhibición y conocimiento de las actuales y próximas generaciones, bajo la tutela del Concejo Municipal del Municipio Urdaneta. Como es sabido el epónimo del municipio es el General Rafael Guillermo Urdaneta, hijo del General Rafael Urdaneta.

Desde esta columna quiero rendir un recuerdo a la memoria de este gran villacurano y esclarecido ciudadano, fue sepultado en Villa de Cura con honores evidentes de sus familiares y numerosos amigos. Que Dios lo tenga en la Gloria.

 

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, marzo 2023

 

 

 

 

sábado, 4 de marzo de 2023

EL PREGÓN DEL VENDEDOR Y SU RUTINA

 

EL PREGÓN DEL VENDEDOR Y SU RUTINA

 

Por  Oscar Carrasquel

 

En esta etapa del siglo XXI que estamos viviendo cada día se nota más  en La Villa  el ritmo creciente de vendedores ambulantes. Por la pérdida de fuentes fijas de empleo y no estábamos preparados, tuvimos que hacernos creativos. Ellos enseñan a usar la inteligencia para ayudarnos a subsistir. y  saborear lo amargo que resulta la incertidumbre del anuncio del precio oficial del dolar. No cabe duda  que el vendedor ambulante cohabita con el comerciante formal.

Comenzamos por decir que el vendedor a pregón y detallista ambulante son gente que provienen del pueblo  trabajador. Por ejemplo, a eso de la cinco de la madrugada, mientras otros duermen, se le escucha la voz a un hombre joven sobre una bicicleta tipo reparto, con su cantadito  ofertando hallaquitas  cubiertas en hojas de maíz seco, Se le oye la frase llevó tres hallaquitas con chicharrón por un dólar. Su voz  entra por la ventana como una ráfaga de viento.

Y, qué decir de GUASÓN, un hombre de buenos reflejos pateando las calles de La Villa, se desliza con su carismática presencia y con su clásica indumentaria de gorra cerrada hasta el cuello y una bata blanca almidonada, impecable..No había llegado a los 10 años cuando lo conocí como una persona de trabajo enroscado en varios oficios, siguiendo el ejemplo de su padre. Su nombre de pila es José Luis Sambtano. Desde que clarea el día inicia su recorrido por el centro. Anda con un azafate sobre el eje de la cabeza lleno de besos, bollitos rellenos con guiso y muchas veces arepas asadas calienticas con carne desmechada y chigüire. Son interminables los productos menores que vende. Su pregón es de distintas maneras. Vale destacar que, previamente en una bicicleta  vendía chicha y guarapo de frutas tropicales. Su vocerío rebota por los lados de Las Tablitas casi todos los días de lunes a lunes.

En la playa  del mercado de la Coromoto me topo los sábados con un viejo bonachón, serio,  corpulento.. Desde las cinco de la madrugada se presenta con dos thermos full de café calientico. Pero la variante es que también vende tragos de ron de marca; solo o ligadito con el “tinto” para calentar el cuerpo. Esta es una de las razones para que algunas personas le sigan los pasos al cafetero. Se le oye rematar con un pregón. “llevo el cafecito y el palito de ron”.

A punta del sol de mediodía nos encontramos al chichero, todos  lo llaman YOGUI, raudo, montado sobre un triciclo bajo una sombrilla de playa, para después estacionarse en cualquier esquina y espacio público. Llevo la chicha, seguido de un cornetazo.

Más atrás llega la caballerosidad  del amolador, un catire con un modo particular de ver la vida, su búsqueda es de casa en casa, con una rueda soltando chispitas al aire y un gajo de notas musicales, haciendo sonar un flautín. Deslizando  la siguiente enunciación:  El amolador...El Amolador.

De casa en casa, no importa la distancia, se transporta  la profesora María Teresa. Ella sabe de canto, compone  y  vende música, con una guitarra dentro de una funda que la acompaña en sus actividades de instructora musical.
!Ah! pero eso no es todo. En un bolso de cuero lleva un montón de sabrosas polvorosas acomodaditas en papel vejiga, a precio accesible. Sirven para adelgazar,  mejor dicho no lo engordan. Están a la orden por si alguno de los lectores decide probarlas, la mayoría  sabe su whatshap. La publicidad del producto es person to person.

Luego vemos llegar al Caballero Negro con las irresistibles y melcochosas conservas de coco negritas, hechas con una receta especial, Cuando él destapa la bandeja deja impregnado el ambiente, son para saborear esta delicia, prima del caramelo de papelón. Se las recomiendo a los villacuranos Luis Rosendo y a su hermana Carmencita, allá en Maracay.

Y en la tarde, por lo regular, pasa una dama que tiene vocación por el canto. Ella se llama Thais, con una bandeja hasta el tope de arepitas dulces fritas abombadas, que tanto gustan a la gente, dibujando en su rostro una bonita sonrisa. Es la segunda salida del día."arepistas fritas del fogón a su mesa".

Y en la hora de Lola cuando la paz dormita, se puede escuchar la fuerte voz y tocando el portón, a un entusiasmado vendedor de vegetales, pregonando un combo de ajíes, cebollín y cilantrillo acabados de llegar de El Cortijo..

Jamás olvido que por el frente de la reja camina todas las mañanas un hombre de trato y aspecto campesino, lo nombran "el hermano", pregonando por la calle miel pura de abejas, para endulzar  guarapos de eucalipto y toronjil, según reza su pregón, para acabar con la gripe y resfriados y alejar el peligro en tiempos de Covis.

Cómo olvidarnos del vendedor de tostones de Las Tablitas satisfaciendo los pedidos de los vecinos del barrio y la calle Comercio en su tránsito para la plaza, sosteniendo una petaca en la cabeza haciendo sonar un pito de policía, con un corto vocerío por la acera ¡Tostones! ¡Tostones!

Pero hay otros vendedores callejeros que hay que mentarlos, los cuales se instalan a la orilla de una acera entonando su pregón con un cariñoso acento, su comercio consiste en vender todo tipo de mercancía y alimentos, los mismos que expende el comercio formal.

Y, mire que el pregón está también lleno de poesía. Resulta que en tiempos de pandemia, el poeta Alexis Herrera con su forma de ser, se iba todos los días para San Juan de los Morros con un canastillo lleno de conservas, promocionando la golosina   con su numen de poeta y de magnifico declamador. Su voz Irrumpía en el terminal, y en las unidades autobuseras, como si estuviera sobre una tarima.

Resta por mencionar el perifoneo de los camiones por las calles de la ciudad en su rutina diaria, haciendo más bulla que una noche de fiesta en el Mikro; anunciando a todo volumen la venta de melones, patilla y plátanos amarillos. El hombre que maneja el micrófono pone la voz envidiable de un locutor.

Desparecieron por completo aquellos pregoneros tradicionales que hoy vienen a la memoria, como el zapatero ambulante; se fue  "Correita" el periodiquero; también se marchó "Malacara" el de los billletes y quintos de la lotería de Caracas y Táchira. Y el cieguito Celestino con su lazarillo que vendía cuadros del 5 y 6, elaborados y sellados. A más de un villacurano le cambió la vida  en la década del cincuenta. .Su pregón era de vuelo corto:. !Cuadros! !Cuadros del 5 y 6 !.

Cuando uno habla del pregonero y del vendedor ambulante, se está refiriendo a un hombre o una mujer con habilidades para ganarse el pan de cada día y ayudar al sostén de una familia, y una persona que hace muy grato  el ambiente. Por eso es que músicos y compositores los han llevado al pentagrama, como lo hizo un célebre músico y compositor venezolano, de los Andes, de nombre Luis Felipe Ramón y Rivera.  Particularmente creo que el vendedor a pregón, se han convertido en un sello común identificador del gentilicio villacurano.

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís marzo 2023