viernes, 10 de marzo de 2023

ALES, AHORA ES ERRABUNDA UN RELATO DE LA VIDA REAL


ALES, AHORA ES ERRABUNDA

                                                              Oscar Carrasquel


La confidente más allá de sus sueños. Las dos viven  bajo una armadura de cuatro paredes de corta dimensión su amado rincón de la casa. Son hermanas de un amor inquebrantable. La que siempre la acunó entre sus brazos, bajo abrigo y amparo. La almohada atestigua lo vivido, sabe la manera como  dibuja la sonrisa y todo lo que su hermanita siente en su propia piel. Se la pasa  como un símbolo al lado del copete de la cama que ALES utiliza desde que era una niña. Despliega sobre el colchón  como un mapa una  colcha gruesa  de algodón color azul con la necesidad y esperanza de viajar. Por fin llegó el instante más angustioso, el momento cuando ALES debe empacar una maleta de rueditas toda llena con rótulos porque la espera un viaje de días y noches inacabables. Jamás  pensó que sería una emigrante de la aurora y de la noche. Estruja en sus manos una y otra vez su boleto de viaje. Sus padres  sienten miedo como es natural; ellos fueron diligentes en educarla y aconsejarla con tantos valores. Queda como ritual, enternecerse en un interminable abrazo en el regazo de la madre, un beso en ambas mejillas, una sonrisa forzada, la bendición de Dios y unas cuantas lágrimas derramadas. ALES está muy bien arregladita, ella posee una sonrisa de miel. Ya tiene colocado el estrecho bluyím, la cabellera negra suelta como un helecho le llega hasta la mitad de la espalda, y un mechón de  cabello le cae como una rosa sobre la frente. En realidad, lo que ha decidido es abrir nuevos caminos. Y no es porque se sienta una chica engreída,  pero sí una muchacha superada que siente, sueña y ríe. Aprendió desde pequeña a querer y celebrar en su patria. Muchas son las veces que le han preguntado y la reacción es que desde hace tiempo se está sintiendo una chica sin porvenir, vive estresada y con furia por no poner en práctica el titulo de Cum Laude entregado por la Universidad en tantos años de estudio, piensa que, los días como las noches ya no tienen color ni el néctar de la alegría. El tiempo es ahorita La diáspora es la solución siguiéndole el rastro a millones de compatriotas. No tiene otra salida. ALES ya es una viajante que busca una nueva luz. Debe dejar solos, como niños huérfanos, a los libros que lee sobre la biblioteca. Ella calla, se queda estática, sabe que en su entorno aquello cae como un puñetazo. Ese sentirse sin nada la ha puesto desconsolada. Aunque después, su hermana tuviera la impresión de oír su voz  que deambula por el jardín, pero son las sacudidas de un ramillete de flores del vergel que con la brisa golpea los cristales de un ventanal. Llegó la "Van por puesto”, la ayudanta con una lista en las manos la llama por su nombre, ALES.

 

 Fuente de la imagen: https://steemitimages.com/DQmdDuTNNNN32bgjPtDmfkQSZPGTTpCo2Acu1MzBv2w5F12/image.png

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