jueves, 7 de noviembre de 2024

COLOQUIO CON EL ESCRITOR Y POETA JOSE SÄNCHEZ ARËVALO.

 COLOQUIO CON EL ESCRITOR Y POETA JOSE SÄNCHEZ ARËVALO.


Esta es la memoria de casi todos aquellos acontecimientos pasados que han sucedido en nuestra vida,  cuando uno recorría el mundo, unos tristes y otros alegres. Con acierto y también con fallas. Nací en Villa de Cura municipio Zamora estado, hijo de José Eugenio Carrasquel, natural de La Unión localidad del estado Barinas. Nuestro padre fue poeta, periodista, político, Concejal en Guárico y diputado a  la Asamblea Legislativa de Aragua;  trabajador del campo y la sabana, encargado de leguas de terreno en Hatos, trajinó en la sabana con caballos y ganado vacuno, Me enseñó lo que era ensillar y montar a caballo,, arrear ganado,  la aplicaron de medicamentos veterinarios y la siembra de forraje.

Mi madre se llamó María Inocencia Flores de Carrasquel, natural de Calabozo estado Guárico, ama de casa y costurera de oficio. Mi madre cohabitó desde meses de nacida en la casa de familia de Carlos Segundo Madera en el sector de “La Misión de los Ángeles” en la Villa de Todos los Santos de Calabozo estado Guárico, hasta que contrae matrimonio por Poder con mi padre... El doctor Madera, el abuelo, compartió el ejercicio de la medicina con el periodismo y la poesía.. En el seno de esta familia calaboceña nacieron mis dos primeros hermanos, José Eugenio y Raúl Ignacio, la tía Dominga Madera se vino a vivir con mi mamá.… A partir del año 1934 se radicó la familia Carrasquel Flores en una casa situada en la calle doctor Urdaneta norte., en esta Villa nació Oscar, el 27 de julio  de 1938, tres años después nació la única hembra de nombre Yolanda Antonia.

Yo seguí mis primeros estudios en una antigua escuela “Unitaria”, regentada por maestras Preceptoras, fueron ellas Priscila Bolívar Rodríguez y Tula Bolívar Rodríguez, luego pude culminar la primaria en la Escuela Arístides Rojas, con sede en la calle Bolívar frente a la Farmacia de don Félix Valderrama, cuyo director para ese entonces era el profesor Galeno Yépez. La secundaria la realicé en la Escuela Artesanal de Artes y Oficios, hoy se denomina oficialmente Instituto Leoncio Martínez, allí estudié técnica comercial, también denominado “Tenedor de libros” y Contabilista. Mi primera experiencia de trabajo fue en el Concejo Municipal del Distrito Zamora, durante seis meses estuve laborando como Empadronador en esa ilustre Cámara Municipal presidida por el señor José Tomás Ojeda.

En la banca comercial fue mi primer empleo formal, en la primera Agencia bancaria que abría sus puertas en Villa de Cura, con sus oficinas ubicadas en la calle Miranda, La sede principal estaba en la ciudad de Valencia con sucursal en Maracay.

Cuando yo contaba 17 años de edad me iba para Radiodifusora La Villa. que quedaba a cincuenta metros de  distancia de mi casa, al principio iba a curiosear, me hice conocer por todo el staff de locutores de la estación y en algunas tarde-noches me encerraba en una cabina donde el ciclista y operador Vicente Paredes Gil me daba instrucciones para que aprendiera a manejar los controles. Inclusive hice unas cuantas guardias frente a la consola. Antes, me era muy atractivo el oficio, pero de repente le perdí el entusiasmo, mi mente estaba diseccionada hacia otros planes.

Yo le huí bastante a la recluta, quería prestar el servicio militar en la Armada ingresando a la Escuela de Grumetes, pero físicamente no aprobé  el examen de admisión., Con la ayuda de un "padrino" pesado, mi mamá consiguió que me exceptuaran  Y, así consta en la pagina 13 de la Libreta Militar.

En Villa de Cura practicaba béisbol en la calle, en solares y en la sabana hasta que ingrese al béisbol organizado, En las décadas de los 50-60 ya jugaba categoría Infantil con el equipo “Caribe” que dirigió don Arnaldo González “Perdigón”; luego ascendí a la categoría juvenil con el conjunto “Deportivo Caracas”, en representación del barrio La Represa. Con 17 años de edad pasé a jugar clase “A” defendiendo la camiseta del “Cerveza Caracas”, bajo la dirección del amigo Carlos “viejo” Graterol. Participé en algunos partidos en torneos doble “A”. Tuve de compañeros a destacadas figuras de la pelota aficionada doble “A”; Emiliano Hernández, José Ramón Izzo, Alberto “gato” Pérez y Rafael Colmenares, que eventualmente reforzaban a mi equipo.

La inmensa mayoría de los muchachos nos íbamos en excursión a bañarnos al río Guárico, con el calor en el lomo subíamos en bicicleta a refrescarnos el cuerpo en  la cascada La Ceniza, en el Camino Real a La Pavona, jurisdicción del antiguo Garabato. De San Francisco de Asáis fui asiduo visitante de varios sitios y familias, quise y quiero mucho a su gente amable y hospitalaria y muy trabajadora. 

Cuando contaba  22 años migré para Caracas, buscando mejores horizontes ingresé a una empresa con domicilio en la ciudad  Capital a ejercer mi trabajo contable, la compañía la integraba una gente muy trabajadora, la empresa era especialista en la construcción de obras hidráulicas, puentes elevados y estructuras de concreto cemento en carreteras, experta en  vialidad, y demás obras de ingeniería. En esa onda es donde permanecí laborando por 55 años. hasta mi retiro producido por el cierre de la Compañía en 2007. Siempre laborando en el área administrativa. Llegué a desempeñar el puesto de asistente del Director-Gerente. En esa experiencia de trabajo   me tocó recorrer  desde Puerto Ayacucho, pasando por San Fernando de Atabapo, hasta llegar a Río Negro. Descendimos  muchas veces en la comunidad indígena de La Esmeralda, donde estuvo mi puesto de trabajo..

Tomé estado con Ana Isabel Córdova de Carrasquel, quien en sus tiempos de escolaridad fue aficionada a la danza y el canto. En una casa de solar amplio con un algibe en el centro, nacieron dos hembras y tres varones: .

Desde edad escolar tuve inclinación por la lectura, es esa  la primordial tarea que nuestro padre nos imponía a los hermanos y a mí, con el fin de que aprendiéramos a leer correctamente, de cómo era las pausas de los signos de puntuación en la lectura. Y por supuesto, pulir la ortografía.

En el periodismo incursiono de forma autodidacta, sentí especial atracción por las entrevistas a personajes del pueblo, quizá leyendo artículos de la prensa nacional, mi padre me ponía a leer novelas de varios autores venezolanos como Rómulo Gallegos, Miguel Otero Silva, Arturo Uslar Pietri, y leer los poemas de Andrés Eloy Blanco, Aquiles Nazoa, Ernesto Luís Rodríguez y otros autores venezolanos. Mi papá trabajo unos cuantos años en Caracas en la Sala de Corrector de Pruebas y columnista en el diario  AHORA, con ese roble del periodismo y la poesía que se llamó Luis Barrios Cruz. 

Me leía, además, poesía por lo bien que se la oía declamar en las veladas culturales al profesor y poeta villacurano Aníbal Gutiérrez. Yo disfrutaba porque en casa había unos cuantos discos de acetato, con las voces del  declamador Luis Edgardo Ramírez, el poeta Andrés Eloy Blanco, el locutor y declamador Oscar Martínez; la poesía de estos actores me las aprendía de memoria, pero nunca recitaba en público, sino entre amigos.

Mi modesta poesía escrita nace por la relación y cercanía con mi padre. A partir del año 1982 es que tomo empeño en escribir mi primer poema, dedicado a la gran tragedia o accidente ocurrido en Tacoa, en la Termoeléctrica “Ricardo Zuloaga”, acontecida ese mismo año. 

Tengo que convenir que me agrada la crónica y la prosa. Poco a poco me fui relacionando con el inquieto editor José Seijas, que mantuvo con mucho esfuerzo el quincenario “El Vigía” durante muchos años en Villa de Cura, en cuyas ediciones publiqué más de un centenar de crónicas parroquiales, que es lo que más me agrada, por ser como la historia del pasado reciente del pueblo que me vio nacer y los pueblos que he visitado.

En la revista villacurana tan hermosamente ilustrada “Expresión”, un sueño cumplido bajo la iniciativa y edición de Inocencio Adames Aponte Chencho, hoy lamentablemente cerrada por diversas dificultades, fue campo de mis escarceo y afición por la escritura, por la generosidad de su editor y empeño de su director el historiador profesor Oldman Botello.

He sido lector de las obras escritas por autores que han ostentado la designación de Cronistas de nuestro municipio Zamora, para conocer a fondo la historia local. Son profesores de historia el doctor. Luis Acosta Rodríguez, profesor Oldman Botello, profesor Jhonny Hernández Calvo y el actual Cronista Oficial de municipio Zamora profesor Antonio Cabanillas Yepez, y hay otros más.

Explico al entrevistador que, la disposición de trabajo en la compañía me absorbía muchas horas al día, sin embargo, aprovechaba para escribir en mis ratos y días libres. Mis columnas también tuvieron cabida en la edición del diario “Ultima Hora” de Acarigua, el Primer diario de Portuguesa que está celebrando su 50 aniversario, en un encarte dominical HOY EN FAMILIA. La  entrada de mis colaboraciones se lo debo a la experiencia de mi amigo, el destacado periodista Eligio Elogiar Cesar, que fue su director y Jefe de  Redacción. Y también pude publicar mis escritos -en ocasionales ediciones- para el semanario “Horizonte” de Villa Bruzual, estado Portuguesa, dirigido por un veterano periodista ya  llamado Ramón Molina, que realizaba su labor periodística desplazándose sobre una silla de ruedas

Nuestro trabajo, de cronista popular oficioso  no está publicado en libros. Tengo en proyecto un libro, en preparación y esperando patrocinio. En los tiempos que corren me he dedicado a escribir y publicar crónicas y poesía en una página Web, www.másletrasdeoscarcarrasquel.blogspot.com, Tengo todo el trabajo  publicado en Facebook, entrelazada con otras plataformas de las redes sociales,

Siempre cuento con la ayuda y el asesoramiento de la poetisa y profesora musical María Teresa Fuenmayor, que además practica la escritura y la  literaria y el arte de la fotografía.

Hace cinco años fue admitido como socio de SACVEN (Sociedad de Autores y Compositores de Venezuela) poseo el carnet número 13168. De esta Sociedad se deriva el Circulo de Autores y Compositores Zamora CAUZA PC que me designó el carnet No 06. Además fui participante en un grupo denominado “Steemit Expresiones”,. He ocupado  el primero y segundo lugar en concursos promovidos por esta comunidad..

Desde que salí de la  edad juvenil, me mantengo fuera de los linderos de la política.. Me gusta aclarar que no soy periodista, lo practico por inquietudes en mi condición de autodidacta. Agradezco a mi amigo ingeniero y profesor Miguel Ortiz por darme acceso a su canal Zamora Televisión, en la sección de Reporteras y Reporteros de calle.  Como reportero de oficio, no me canso de preguntar, el por qué, a la  "Casa del Santo Sepulcro" en Villa de Cura, le seccionaron la mitad, sin tomar en cuenta el patrimonio histórico que representa.

Tengo que agregar que, tenemos excelentes amigos, doctores, trabajado de radiores de la economía informal, músicos, poetas, escritores, directivos y locutores, para darnos el tradicional abrazo de Año Nuevo. Todavía conservamos la costumbre de intercambiar con el vecino de la cuadra, el suculento  plato navideño y  menú, y la delicia de torta, carato y  dulces criollos. 

Un buen patrón como era mi papá,  me arengaba diciéndome que un poema, una cuartilla, utilizando el lenguaje correcto, es tan bonito como un corazón femenino. Le pedimos a Dios que nos mantenga aptos, alegres y contentos, para seguir cobrando vida..

Casi siempre uno recibe reconocimientos por la labor desplegada a favor de la cultura, en tal sentido le informo que me han entregado la Orden San Luis Rey, Única Clase; Premio Zamora de Oro; placa de "Organización Civil Punto de Encuentro"; pergamino de  UEPC Josefina Rojas Lovera, diploma de la Sociedad de Cargadores del Santo Sepulcro de Villa de Cura; reconocimiento del Comité de Ferias y Fiestas de la Calle Sucre.

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, Tricentenaria