A tu hija María Elena Carrasquel, in memoriam, dedico.
Por Oscar Carrasquel
Todavía te veo llegar,
cada Pascua y Año Nuevo.
A veces
metido dentro de un estuche de regalo,
subido en los vientos de un papagayo,
o montado en una zaranda de luminoso vuelo.
.
Cabalgando sobre un caballito de madera,.
Quizá en el viento de un velero errante.
En un cohetón
como aquellos conque buscabas alcanzar
el monte azul de las estrellas,
dibujando margaritas de fuego en los cielos.
Aún se sienten tus pasos
tocando corneta en la antigua puerta.
En la casa grande,
donde el arbolito, el vino,
la cena de Noche Buena,
la alegría del niño Jesús y los abrazos
se nos metían entre las venas
Todos en casa celebrábamos tu llegada,
parecías un San Nicolás hecho de nieve.
La cesta del trineo repleta
para el intercambio de regalos,
reunidos la noche del veinticuatro. .
No se había enmudecido lo bueno,
en la calle no había desasosiego.
Hoy ya no estás,
pero a pesar de la lección severa
la Navidad nos hace sonreír de nuevo.
.
La Villa de San Luis, Navidad 2015
COMENTARIOS:
De: Anónimo
25 de noviembre de 2015, 12:22 a. m.
Gracias Tio padrino, en cada palabra se percibe tu amor bueno. Te amo. Poecarrasquel
Gracias Tio padrino, en cada palabra se percibe tu amor bueno. Te amo. Poecarrasquel
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