Por Oscar Carrasquel
Mi cuarto es pequeño.
Mi cuarto es mio y ajeno
(No es como el de mi infancia)
rico en amor materno.
Yo a veces me le quedo mirando,
abro las rendijas de mis ojos
y se elevan los grandes detalles
que todo aquello me brinda::
Una cama bohemia
que sueña con la noche
Ella…Soledad, mi amiga,
libre como el viento
Un Cristo enflaquecido
como venido de los cielos
Un par de diplomas guindados
en un tabique.
La madre Marìa Coromoto
llamando a la oración,
incrustada en una gruta multicolor
Y un portar-retrato
reposando en silencio puro,
y diez mosqueteros en su interior.
La luz de una lámpara
de blancas huellas
iluminando en la alta noche
al "libro de los libros” abierto.
Sobre la mesita de noche
un poema de amor,
Y un libro de pálida portada
marcado una de sus pàginas
con el disecado pétalo de una flor.
Me acompañan:
mis muertos debajo de la almohada,
reposando en silencio sepulcral
Son ellos,
los del eslabón familiar,
y mis amigos,
prendidos de silencios
y de olvido.
Navidad 2015
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