Por Oscar Carrasquel
ANHELO
llegada la hora postrera
de la fija mirada
al manto oscuro de la noche.
Para este árbol
ya caído en el seco cauce,
yo le pediría:
Que este madero
de rostro marchito,
nunca vaya a reposar
en una mansión de oscura tierra
de silencio y de olvido.
Que se convierta en humo
su encrespada hojarasca
y en polvo gris su dura raíz.
Que le brinde
a su quebrantado corazón,
la última súplica
que perennice su alegría.
Que los polvillos
de un solo soplo
sean esparcidos
por la brisa vespertina
para que regresen
en agua de mar convertidos.
Y como una gran masa,
sean llevados por el torrente
de arenas cristalinas
y se vayan esparcidos por la playa.
La Villa de San Luis, Verano, 2016
Sitio web de la imagen:http://www.planetacurioso.com/2008/05/02/por-que-el-mar-es-salado/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Deja tu huella en este blog con tu comentario.