Por Oscar Carrasquel
A Carelis y Luis Alberto
Primera vez que noto
un helecho
brotar del ras de la tierra
Primera vez que conozco
a una gran mujer
que vence tantos dolores
Hoy, para Judith Buitrago,
desde la quieta calma
de mi oratorio,
va este recuerdo filial
Su fe al Creador le sirve de acicate
porque al destino debe enfrentar
Lo demás, con infinita confianza,
lo deja entre bragas verdes
y batas blancas
Empatía, día y noche,
Jesús concede a sus hijos
para que el sufrimiento apacigüen
Ella sale airosa de tan gigantesca
experiencia,
Ya siente que el dolor a veces
es sordo
La osada mujer al fin,
alcanzó a coronar
tan empinada cuesta
Gracias a Dios bendito,
y a la cadena de oraciones
que abren el camino opuesto.
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