sábado, 7 de agosto de 2021

VENIMOS A RECORDAR A DON RODOLFO VALDIVIA ENCABEZABA LA PROCESIÓN EL SEÑOR DE LOS MILAGROS.

 




Por Oscar Carrasquel

Se llamaba Ángel Rodolfo Valdivia Martínez, así era su nombre inscrito en el Registro Civil, cuya vida estuvo llena de fe,  trabajo y de bondad.. Siempre lo veíamos inalterable  en medio de la multitud que se aglomeraba alrededor del Santo Sepulcro. En la línea de los fieles que esperaban a los peregrinos que bajaban de todas direcciones para hacer ofrendas a la Virgen de Lourdes. Preparando a los devotos en la procesión de "El Señor de los Milagros";  pulcro, bien vestido con el uniforme de cada Cofradía. Con un atuendo violeta simbolizando al Nazareno de San Pablo en cada Semana Santa. Irradiaba espíritu de colaboración en la Pereginación  a la Virgen de Lourdes. Lo veíamos cuando llegaba con rapidez al Templo Parroquial San Luis Rey de Villa de Cura, buscando colocación para la celebración de la Eucaristía,  saludando con el puño de la mano  derecha  a los fieles como el mejor de los humanos.

Allí,  ocupando su lugar nos tropezábamos siempre con la sencillez de don Rodolfo Valdivia. De tal manera que no había que hacer ningún esfuerzo para conocerlo y entablar una buena conversa.  Todos los domingos en la tarde charlábamos con él en el altozano de la iglesia, sin falta. La verdad es que era un hombre de simpatía carismática. Muchas veces eufórico. Sin saber más de la cuenta era un hombre sabio, a veces era ángel de generosa bondad..

Tenía por cierto un aire en su rostro de haber nacido bajo cielo aragüeño, de ser villacurano de sangre y corazón, en efecto era nacido en esta Villa de San Luis, su madre era venezolana y su padre nacido en Lima República del Perú.  A don Rodolfo Valdivia le nacieron tres hijos en La Villa, dos varones y una hembra. Todo el mundo sabía que formaba parte del equipo de aseo y limpieza de la Alcaldía de Villa de Cura municipio Zamora, estado Aragua. Su trabajo lo realizaba desde hace varios años en las diferentes etapas y administración que ha vivido el municipio. Tal vez no ganaba  mucho pero ayudaba a sacar adelante a una familia. Fungía como recolector de basura en la calles, su rutina era  de lunes a viernes desde tempranas horas hasta el atardecer.

Por donde quiera aparecía Valdivia en su labor transitando las calles Bolívar y arterias adyacentes, la plaza Miranda y su alrededor esa era su ruta; empujando una carretilla con un tobo grande, un palo de escoba, y un cepillo de barrer que eran sus compañeros,  buscando apasionadamente que las calles de La Villa se vieran bonitas, las que con tanto amor cuidaba. Uno a uno acopiaba los papeles y bagazos que la insensibilidad de alguna gente se encarga de tirar a la calle.Ya uno sabía que era él que iba pasando, por el golpe seco el "chis chas" de la rueda de la carretilla sobre el pavimento.

La gente siempre estaba a la expect

ativa en la puerta o en la ventana, principalmente los comerciantes que esperaban cotidianamente por sus servicios  Los menos tacaños no tardaban en ofrecerle un café, fruta, dulce o un jugo. Ël andaba siempre con el corazón y el rostro vestidos de alegría.  En lo que se ocultaba el sol terminaba su labor  aligeraba los pasos y se iba derechito a la Iglesia San Luís a participar en la Eucaristía..

Comenzaba a languidecer la tarde del viernes 06 de agosto, la tierra  estaba mojada por la lluvia, el agua resbalando a borbotones por el ático del frente de la casa, cuando de pronto las redes comenzaron a anunciar repitiendo su deceso.

¡Qué broma don Rodolfo! Aquí estamos sorprendidos por la inesperada noticia de su partida. Parecía que todo era mentira. que todo era insólito. Siempre dedicado a su trabajo. En lo particular seguramente algunos sueños se dieron, otros no.  Así es la vida. Lo venimos a evocar en estas pequeñas pinceladas que es lo único que conocemos de su humilde transitar en la vida. 

Don Rodolfo Valdivia,  fue un personaje querido de preeminencia por la religión católica romana, su nombre quedó grabado en la conciencia popular, siempre será recordado como un buen caballero y amigo incondicional.  Paz a su alma.


Oscar Carrasquel. La Villa de San Luis, 07 de agosto 2021

 

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