jueves, 16 de febrero de 2017

EL PAVO FRANK HERNÁNDEZ UN VILLACURANO ATRAPADO EN LA HISTORIA MUSICAL VENEZOLANA



Francisco Antonio Hernández Valarino o El pavo Frank Hernández. Foto de Acosalsa


Por Oscar Carrasquel


En una hondonada  rodeada de una arboleda de samanes, a la orilla de una quebrada llamada “Curita”, a un lado de nuestro pueblo Villa de Cura, en una pequeña vaquera donde criaba bestias de potrero su padre Francisco Hernández Monroe, ·"cacharro", discurrieron los primeros años de vida de Francisco Antonio  Hernández  Valaríno.  El mismo que después de haber transitado muchos caminos fue conocido en el universo musical venezolano y extranjero, con el nombre de El Pavo Frank Hernández. La historia que voy acontar de este villacurano tiene vatios créditos.
Vino al mundo el 26 de septiembre de 1934. Hubo de ser el alumbramiento, según dato que nos fueron aportados, en una modesta casa situada en el cruce de la calle doctor Rangel con Miranda, frente a la casona de la familia Carvallo en Villa de Cura, la cual habitó siempre el grupo familiar. Fue su madre la señora  Alec Valarino de Hernández, persona de buena educación, natural de Caracas, de apellido español de remota antigüedad.
Como suele suceder  muchas veces, en la intimidad familiar, en su casa se le redujo el nombre completo para llamarlo con uno más corto: Frank Hernández... Catire, el pelo abundante, bien cuidada su  estampa, muy activo. No era un muchacho de esos revoltosos; lo que si me cuenta el músico jubilado Rafael Almeida “Petit”, es que ya a los ocho años, por el portón de su casa, lo podía observar dándole cachetadas a una perola lechera, apretadas en las piernas como si fuera un bongó..
Como es sabido, con el transcurrir de las décadas perteneció este villacurano a la historiografía musical venezolana salsera de la segunda mitad del siglo xx. Fue músico reconocido en Venezuela, en Norteamérica, algunos países hispanoamericanos y en Europa, como uno de los reyes ejecutando la batería y los timbales.Cuando todavía  era un niño, su padre que era un hombre de oficina se traslada a Caracas empleado por la firma “El Almacén Americano”, ubicado en la esquina de Sociedad, empresa distribuidora de automóviles nuevos, fundada por el empresario estadounidense William Henry Phelps. En la misma firma estaba trabajando otro villacurano que  hizo historia como pionero de la radio y el cine llamado Edgar J. Anzola.
  En una Caracas de mejores oportunidades  es donde don Francisco Hernández se granjea su modo  de vida, fija su residencia familiar de Bucare a Carmen número 168, urbanización  Quinta Crespo, parroquia Santa Teresa. Ninguno en su casa jamás  se imaginó donde irían a parar las cosas con su hijo Frank. Atrás quedó el recuerdo de aquel pueblo  villacurano sano, apacible  de sus correrías infantiles..
Muy aprovechado el joven, muy dado y apegado a sus estudios de Dibujo Técnico y Topografía que comenzaba a cursar en Caracas. Empezó a recorrer y conocer la gran ciudad, pero la verdad es que otra era la historia que le aguardaba el  destino. La música es una cosa que  atrae y queda atrapada en  el alma.
En Caracas fue prácticamente su formación musical, no podía sacarse aquello de la cabeza; el joven con apenas 12 años de edad inicia  sus estudios de percusión con el maestro  Germán Suárez, quien lo ayudó mucho en sus inicios. Se decide por la batería y el género jazz que ya comenzaba a expandirse en la ciudad capital.
Cuando no estaba en la Academia Técnica de Topografía, esperaba que comenzaran a trasmitir música en vivo las emisoras de radio de la capital y se  lanzaba  a Radio Caracas 750 AM en El Paraíso, donde se presentaba todas las tardes la orquesta de Luis Alfonzo Larraín. El muchacho empezaba a dar vueltas y vueltas entre los músicos como una lombriz de seda hasta que se hizo conocer en aquel ambiente.
De esta manera se hace amigo y consentido de los músicos de la orquesta de Luís Alfonzo, a quienes le formulaba miles de preguntas.  Aprovechaba para agarrar los timbales y los cueros mientras descansaba el baterista oficial. Pasado el tiempo le toca materializar sus sueños, fue músico apreciado en esta  banda caraqueña de renombre.
Cuando contaba  17 años fue la orquesta del saxofonista Manuel Ramos  que se interesa y le da   oportunidad y donde estuvo varios años.  En 1953 aquel muchacho es convencido y contratado por el maestro Aldemaro Romero que se lo lleva a trabajar en su agrupación hasta que el pianista, arreglista y director decide abolir la orquesta.
Luego de aquella ruptura irrumpe con pasos seguros  y consigue tocar  en la orquesta  del pianista y compositor  Jesús “Chucho” Sanoja, que tuvo entres sus  cantantes a Nelson Pinedo, Víctor Piñero, Víctor Pérez, Alci Sánchez, Paula Bellini y Kiko Mendive, entre otros.
Lo del sobrenombre de “Pavo”,  de cuyo apelativo  no pudo desprenderse nunca, se lo contó a través de una de sus tantas anécdotas a la periodista Lil Rodríguez, en una entrevista consignada en las páginas del  diario Últimas Noticias el año 2002.

-- La cosa es que como yo  era el más joven de la camada los músicos me decían… mira pavito…ven acá pavito… otros me pedían…toca tal cosa pavito. Con el pasar del tiempo el pavito se convirtió en "pavo" y así me quedé para siempre.

El Pavo Frank, aun cuando no había cumplido la mayoría de edad, consigue permiso de su padre para trasladarse a Santo Domingo en compañía de los hermanos Héctor y Sócrates De León, músicos que había conocido con Aldemaro Romero, allá en la capital dominicana el grupo monta la música de baile.
Un año después  regresa a Caracas  firmando contrato con la orquesta cubana del maestro Armando Orefiche, cuya agrupación musical fue contratada para la rumbosa inauguración y la elección de la reina del Hotel Tamanaco en época de Pérez Jiménez.
En el año 1958  viene a ser tiempo propicio para buscar moldear su futuro. Decide trasladarse a Estados Unidos con la finalidad de perfeccionar y especializarse en  el dominio con la batería.
“El Pavo” Frank en New York  conoce y posteriormente logra tocar con la orquesta de Tito Puente “El rey del timbal”. Ya contando con una sólida formación en esta banda  va a compartir escenario con Dámaso Pérez Prado, “El rey del Mambo”; con  la orquesta del cantante y compositor  Machito Ponce; con la orquesta de Armando “Chick” Corea, mejor conocido como el tecladista del jazz fusión; también con el salsero  Natividad Martínez “Naty”, el rey de la flauta mágica.
Todo este recorrido le valió entonces la contratación  con la famosa orquesta del cubano Ramón “Mongo” Santamaría, quien fue una de las primeras figuras del jazz latino. En Puerto Rico trabaja con la famosa banda salsera de Cesar Concepción. Ya alcanzado ese superior rango va a participar como timbalero de la orquesta cubana de Mario y sus Diamantes
Ciertamente ya estaba cansado de estar fuera de su terruño, fue en 1964 cuando decide atender  un nuevo llamado que le hizo desde Caracas el maestro Aldemaro Romero, quien lo coloca, mientras tanto, como músico de planta en el recién inaugurado canal 8 de televisión.
Posteriormente en 1968  pasa a integrar la nueva orquesta de Aldemaro Romero, quien recién había creado el nuevo género musical llamado "Onda Nueva", una combinación de Jazz y Bosanova instrumental. Además de las presentaciones en Venezuela,  viaja a Francia, Suecia, Holanda y  luego realiza una gira por varios países del Caribe. Dicen las cronistas de la farándula que Aldemaro Romero sentía una admiración muy especial por el Pavo Frank, por su desempeño maravilloso en la especialidad de Jazz..
En los años 70, después de regresar de Estados Unidos, el famoso timbalero villacurano de gorrita blanca que lo hacía más simpático, se independiza, y bajo contrato con un sello nacional,  graba cinco CD dirigiendo su propia agrupación musical  que se llamó “Frank Hernández el Pavo y su Orquesta”.
.Luego en lo que podría llamarse tiempos de retiro va a ingresar a la famosa “Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas”, donde entra por la puerta grande, toca con este grupo en conciertos sinfónicos en escenarios cerrados y plazas públicas de la capital..
Y ya para concluir su larga y exitosa carrera, en 1977 fue a parar a una orquesta muy  popular en Caracas llamada “Trabuco Venezolano”, que fue una banda de salsa y jazz latino creada por su amigo, el arreglista y compositor venezolano Alberto Naranjo, la cual reunía a los más destacados músicos de la ciudad de Caracas de aquel tiempo. También participa en la orquesta de concierto "Gran Mariscal de Ayacucho".
Dicen las crónicas caraqueñas de aquella época que la ancianidad y el acorralamiento por las enfermedades nunca le apagaron el ánimo. Su entusiasmo hasta lo último fue titánico y sus presentaciones en TV nunca desmejoraron. Enferma y fallece Francisco Antonio Hernández Valarino, mejor conocido como el Pavo  Frank Hernández  a los 75 años de edad, en  la Caracas que fue su definitiva querencia el 16 de junio de 2009.
Así de esta manera  termina la trayectoria y la vida de este paisano villacurano, tan llena de realizaciones en el mundo de la música popular  de una generación.

Oscar Carrasquel. La Villa de San  Luis, enero 2019

Fuentes consultadas:
Lil Rodríguez (periodista)
José Seijas (editor de El Vigía)
Asocosalsa (Asociación de Coleccionistas de la Salsa)
Pedro Revette (coleccionista)
Rafael Almeida “Petit” (músico villacurano de su generación)
Don Félix Hernández Castillo (referencia oral)
Don Roger Barreto Álvarez (oral)



No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Deja tu huella en este blog con tu comentario.