sábado, 14 de agosto de 2021

TUMBADA DE ROZA Y CAYAPA !QUÉ ÉPOCA!

 TUMBADA DE ROZA" Y  CAYAPA !QUÉ  ÉPOCA!

                                           Por Oscar Carrasquel  

“Tumbar una roza” fue el término usado en el campo para designar lo que es limpiar un área de terreno destinado a la fundación de un conuco. Y la cayapa también forma parte de. la misma semántica,  lo cual consiste en agrupar a los vecinos honestos y laboriosos  para realizar una faena  agrícola de ayuda mutua, como era la quema de maleza y tala de arbustos inservibles, ejecutada a campo abierto o en una región montañosa... Está costumbre es antiquísima en la historia de la Venezuela rural que data de la época prehispánica, y se transmitía de padres a hijos, de los abuelos, y hasta de bisabuelos.

En la mañana antes  que  levantara el sol, en la vida campestre que yo conocí y viví un tiempo, el café que se tomaba provenía de dos matas silvestres, una se le llama “Brusca” y la otra “Quimbombó”.  La tarea en comento comúnmente se realizaba los dos últimos días de la semana y finalizaba a las 11 am, antes que hiciera su aparición el rompedero de sol en el espaldar.  

Después de una jornada agotadora de unas cuantas horas, los cooperativistas se entregaban a disfrutar de un suculento almuerzo con hervido de gallina pica tierra, nunca infaltable después de esta jornada.  De repente aparecía una botella de amargo gorro de tusa. Luego regresaba  cada cual a  su rancho, a pie, y otros a lomo de asno y a caballo. En la semana siguiente tocaba efectuar una labor similar a otro de los productores que habían asistido allí al convite comunitario.

Tal procedimiento se sucedía en la quema veranera, en la siembra, en el riego por acequia de los sembradíos, para un desyerbo del pedazo de tierra, y en los tiempos de recolección de maíz o cualquier otro rubro, era que más se acumulaba toda aquella fuerza humana de hombres y mujeres y de los hijos zagaletones.  No era menester abonar la tierra con fertilizantes químicos, el suelo se nutría con abono orgánico y con la ceniza de la quema..

Estaba pronosticado que de repente se iban a tropezar en los cultivos con el asedio de una serpiente venenosa, de esas que paran los pelos; para esos casos tenían preparado una pella de chimó negro y una punta de machete bien amolada, se sabía que los gritos que pegaba aquella gente eran para alegrar el ánimo.

En los primeros de mayo en entrada de aguas, por espacio de tres  días y noches continuos,  mujeres y  hombres del campo entonaban rezos, petitorios y cantos a la Santa Cruz de Mayo, rogándole y esperando pacientes un buen invierno y una abundante cosecha.

Lo cierto es que con el paso del tiempo, en la etapa pos gomecista se comenzó a dar pasos importantes para  tecnificar el campo, a  regular el latifundio de manera de evitar el impacto a la biodiversidad producto de la roza, tumba y quema indiscriminada. Ciertamente con el procedimiento ancestral no faltaban en el mercado abundantemente los productos de primera necesidad venidos del campo,.tales como maíz, queso blanco, caraota, frijol, plátano, yuca, a precio accesible. Hablando en término coloquial sobre el tema con un viejo campesino que fundó conuco en Santa Rosa del Sur, me dijo, haciendo presente un antiguo refrán que, "Parece que la mula se nos vino pa´atrás con todo y carreta"- 

Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, agosto 2021

Publicación a cargo de Ramón Alfredo Corniel


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