miércoles, 3 de mayo de 2023

  LAS LAVANDERAS DE LA PARROQUIA LAS MERCEDES


Por Oscar Carrasquel

De aquella pequeña urbe que era Villa  de Cura en la cuarta década del siglo xx cuando no había llegado el servicio de acueducto de agua por tubería, la dedicación de lavar y planchar para la casa y también servían ajeno, fue una extenuante labor femenina muy utilizada en la época. Esto nos hace remontar y recordar a las lavanderas en el otrora primoroso río Tucutunemo. Hay que hacer notar que los usuarios del casco urbano, en ese entonces, se surtían de las llamadas pilas públicas para el agua potable y demás servicios de la casa. .

El río Las Minas, El Paredón de La Represa, la quebrada Curita, el río Guárico y pequeños arroyos de aguas primorosas y limpias que emergía del cerro El Vigía por el lado del cementerio, fueron testigos. Pero más famosas fueron las llamadas lavanderas de Las Mercedes procedentes de los rincones más humildes. Yo no lo viví en esa época,  lo conocí más adelante en los años de adolescente, sin embargo la historia se encuentra en la memoria de personas bien conocidas en la Parroquia, y uno miraba con compasión a la gente que por necesidad elemental realizaban este noble trabajo. 

Las mujeres bajaban en romería con sus petacas sobre la cabeza llenas de ropa sucia,o bien bajaban por las barrancas del rió Tucutunemo, bien de mañanita; muchas veces tenían que utilizar la fuerza  del hombre de la casa para que ayudara con la pesada carga, pasaban dos días de la semana en la ribera del río muy cerca del puente y aguas abajo. Había un nacimiento de aguas en la falda del cerro que todavía se llama “Quebrada de las Lavanderas”, convertido hoy en caserío.

Con un liviano mazo de madera en una mano se golpea la ropa ahogada en jabón azul para sacar el sucio Y la estregaban con una pajuela de costilla de res. En la sofocación de mediodía cocinaban y los arboles les obsequiaban sus frutos, mientras los rayos de sol secaban la ropa, las prendas de vestir finalmente eran tendidas sobre los pajonales, y más aún sobre las piedras azules que se asoman en la corriente y en las orillas del río, hasta que secaran.

Se dice que en aquella época las lavanderas compartían  saberes populares, establecían una especie de  familiaridad, abordaban vivencias,;criticaban, dejaban caer refranes; chistes picantes; se valían de la chispa criolla para acompañar la tertulia en el trabajo. Se escuchaban cosas jocosas como esta : "a fulana se la llevó el novio anoche". 

Al terminar en horas tempranas de la tarde, después de degustar de un suculento hervido de corronchos, regresaban todas en fila india para sus respectivos domicilios  a completar los oficios hogareños. Con el paso del tiempo por allá por la década de los 50, el Concejo Municipal de Zamora privilegió, en primer lugar, a las lavanderas de Las Mercedes, le acondicionó unos cubículos bajo techo en un sitio céntrico para que desarrollaran su actividad, dotados de bateas de cemento, y por supuesto agua por grifo, ubicado estos lavanderos al final de la calle Jaime Bosch con la calle Montenegro. 

No había llegado el modernismo del detergente en polvo al menos en los 60s. Aquello se parecía una samplabera. Comentarios por aquí y por allá. Las lavanderas se volverían a juntar pero en un ambiente diferente.. Aunque a decir verdad la mayoría siguieron lavando por el curso del río, quizá para oír el canto de las aves y el chillido de la corriente. El comentario es que no soportaban el olor del cloro que venía por la tubería y de  los desinfectantes, preferían pisar sobre la tierra mojada, para ellas era vital andar por las playas del río Tucutunemo en las frescas mañanas de Las Mercedes..Dos veces a la semana se oía el canto de trabajo de una fila de damas equipadas con tobos y canastos repletos de ropa sobre la cabeza, Entre las laboriosas mujeres que mantuvieron esta tradición y que desparecieron por completo conocemos los nombres de María de Jesús Rincones, Dominga Farfán, Aleja Almeida, Isidora Morgado, Ecolástica Flores. Teófila Bello y una morena que mentaban Joaquina, que levantaron sus hogares en la Parroquia Las Mercedes..

Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis, octubre 2022


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Deja tu huella en este blog con tu comentario.