Por: Oscar Carrasquel
Este espuelérico ejemplar
lo conocí en las costas de Falcón
No tengo dudas que es un gallo de hábitos naturales
Su canto despierta el crepúsculo matutino
El pollo más cotizado
por la población de gallináceas
criollas y de razas
Cubre a todas sin ninguna dificultad
flacas, gordas, coloradas y jabadas
No existe pretexto para reconocer esta realidad.
A una de las pirocas
le reclutaron una nidada
Simulando una aureola de piedras preciosas
y la echaron en el establo
Lo curioso del gallo
es su labor en dos frentes
Su papel de buen padre y de madre
corren parejos.
Que la piroca abandone el ponedero
por supuesto que lógico no lo considero
El meollo de la cuestión es que el gallo
pasa varias semanas echado
sin levantarse del nidal
Y mire que yo he transitado tantos patios
Y nunca había visto algo igual
A mí no me gusta especular
pero me parece un gallo muy raro.
A la hora de pararse
se esponja y tiembla como un borracho
cansado de estar
tanto tiempo calentando nido
Pasado el tiempo de empollamiento
los polluelos salen en carrera
detrás del tierno animal
tal como si fuera su mamà
Como a este macho
seguramente su sábado le llegará
y como yo no entiendo bien esta embrolla.
A los dueños les pido de palabra
Que mejor cuando llegue esa hora
lo mío -por favor- me lo dejen en la olla.
COMENTARIOS:
De: Raquel from J.C.
2 de febrero de 2016, 16:58
Què bonito escribe usted!
Que bonito escribe usted!
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