lunes, 20 de agosto de 2018

COLOQUIO CON EL MAESTRO MIGUEL MORGADO MÚSICO SAXOFONISTA Y TIPÓGRAFO


COLOQUIO CON EL MAESTRO MIGUEL MORGADO MÚSICO SAXOFONISTA

Por Oscar Carrasquel

Ya no está en este plano terrenal donde vivió un buen rato la alegría  nuestro gran amigo Miguel Morgado, un hombre integro.  Al final tuvo tiempo para contarnos sus propias vivencias, hijo del poeta J. M. Morgado. Se marchó con su porte de músico, una manera de vivir una vida de sueños y librar batallas, y de su rol de tipógrafo de los de antes. Nos dejó como recuerdo una conversa sostenida en 2018. Nos vino a la mente porque a veces, con el avance del tiempo, se van secando los recueros y nos sentimos como olvidados.


Por Oscar Carrasquel  




A Miguel Morgado lo conocemos desde que era un niño; nuestra mayor satisfacción es llamarlo amigo  de toda la vidal. Desde pequeño dio muestras de amor por los estudios, ha transcurrido el tiempo y hoy es un aprovechado estudiante de la Misión Sucre en La Aldea Bolivariana de “El Toquito” en Villa de Cura, cursando la mitad de carrera, aspirando a obtener en poco tiempo el título de Técnico Superior en Informática. En el ritmo de su vida actual desempeña dos quehaceres a la vez, como músico de orquesta y tipógrafo, lo que él ama como si fuera un solo núcleo

Aprendió el arte y la técnica gráfica librando batallas al lado de su padre y actualmente es el patrón de la “Tipografía Morgado”, fundada por el poeta José Manuel Morgado, un hombre emblemático en Villa de Cura, considerado cronista del pueblo. Fundador de un periódico  humorístico, escritor y recopilador de personajes y lugares. En esta pequeña imprenta imprimía el poeta sus periódicos “El Unitario”  “El Cotejo Mocho”, talonarios, tarjetas, volantes. Recordamos que en sus espacios se reunía una cantidad de sus amigos a compartir. Frecuentado por poetas juglares y por gente ligada al periodismo de  la capital Maracay..

Para aquel que desee o le interese visitar este taller de tipografía seguro que no necesita mapa, basta ubicarlo en un pequeño local situado en el  sector "El Zamuro", en la calle Juan Bolívar Coronado de Villa de Cura, a tan solo pocos pasos del lindero del barrio Aragüita, con la amabilidad que Miguel dispensa a los visitantes..
 
En este pequeño taller tipográfico todavía se respira  aroma del pasado. El local es tan estrecho que el inventario se puede hacer desde un avión. La tertulia se desarrolló frente a una prensa de pedal marca Chandler, clavada en el piso dando la hora como un viejo reloj. Lo otro es una guillotina, dos chibaletes de madera y una perforadora manual, en donde realiza encargos de impresión de tarjetas y talonarios y cualquier otro trabajo tipográfico que se le encomiende.

Hay un lazo indestructible entre sus dos ocupaciones. Lo de tipógrafo le llegó  junto al gusto por el arre de la música. Desde chaval comenzó a familiarizarse con la música. Me cuenta que su profesor de primeras lecciones fue el maestro Pedro Roberto Franco, saxofonista de la orquesta Siboney. Y también recibió clases de Armonía del profesor tachirense José Gregorio Maldonado, un talento musical de su época.
 
Miguel Raúl Morgado es su nombre completo. Los estudios musicales los terminó de realizar en Conservatorio de Música del Estado Aragua, instituto creado en Maracay el año 1967,  en donde se especializa en la ejecución de la Flauta Traversa, además de cursar solfeo, teoría y dictado musical.

Cuando completó la edad de 18 años, Miguel fue a parar a la Banda Marcial del estado Guárico, contando con la oportuna recomendación de su director y talentoso trompetista Germán Cordero Padrón, con quien progresa bastante. En la banda fue bien recibido y perfecciona su formación como músico ejecutante por espacio de 34 años ininterrumpidos.
Refiriéndose a esa oportunidad nos manifiesta gustosamente lo siguiente:

--“No quiero despreciar esta oportunidad sin reconocer y expresar mi agradecimiento a la memoria de ese gigante del pentagrama de gran valor histórico como fue ek  profesor Germán Cordero Padrón a quien considero fue mi padre espiritual y uno de mis grandes maestros”.

Más tarde Miguel Raúl figura como uno de los cursantes de la escuela Niños Cantores de Villa de Cura, posteriormente le tocó dar clases de música en esta institución. Por sus manos pasaron  muchos jóvenes con deseos de aprender y que hoy la gran mayoría son músicos y directores de orquesta.. 
Lo demás fue entregarse a enseñar a sus discípulos la ejecución de la Flauta Traversa, en este sentido fue docente en la Escuela de Música Ángel Briceño que funciona en la calle Comercio en La Villa.

Otra de sus cosas sobresalientes es que por iniciativa propia aprende a dominar otros instrumentos y ya se encuentra cultivado en la ejecución del teclado, pero siempre ha sido un músico con sobrado conocimiento y veteranía tocando el Saxofón.

Con el tiempo Miguel Morgado progresa notablemente su música transcendió en varias partes de Venezuela, dotado de una clara inteligencia y superación. Después de uniformarse con la banda marcial y de tantas andanzas con orquestas de bailes populares en Villa de Cura, el joven con visión de futuro se va a Caracas en procura de buscar nuevos caminos. Su calidad de músico saxofonista le permitió ser contratado por la famosa orquesta  Los Melódicos, dirigida por el maestro Renato Capriles, al recién llegado le tocó ejecutar el saxofón tenor. Eran tiempos que la orquesta capitalina debía hacer muchas giras de pueblo en pueblo.

Hubiera llegado muy lejos en esta banda pero la realidad es que pasaba gran parte del tiempo fuera del hogar, en andanzas y estancias con esta banda por toda la geografía de Venezuela, aunado a que se juzgaba mal remunerado; este panorama lo obliga a renunciar.  Sus compañeros músicos no lo pidieron parar.. Al cabo de un tiempo decidió tomar todas sus cosas y regresar a Villa de Cura donde se entrega a su doble pasión, pero sobre todo a tratar de balancear su vida económica y familiar.

Miguel Morgado casó con María Rocío Rodríguez, de origen colombiano, de cuya unión han procreado una pareja de nombre: María de los Ángeles y José Miguel. También de una unión anterior nació el primogénito que lleva por nombre Miguel Raúl.

En otros detalles sobre su vida musical, actualmente participa en conjunto con otros músicos en las tocatas solemnes de la procesión del Santo Sepulcro de su pueblo nativo, que se realiza todos los años en Semana Santa. La mayor solemnidad religiosa del centro del país. 

Miguel Raúl Morgado siguiendo la grandeza de su padre, en la actualidad escribe poesía, ya posee escrito una cantidad de trabajos inéditos. Ha compuesto música de canto y se ha desempeñado como arreglista de orquestas de baile, en lo que se ve claro su predilección por la música de conjunto. 
Ha sido músico de saxofón y contribuido a formar y dirigir orquestas  de baile en Villa de Cura.. Fue fundador, director y músico desde 1987 hasta 1995 de la  agrupación de música popular villacurana conocida como ÉNFASIS.

Sin embargo, como la otra pasión de su vida ha sido su trabajo tipográfico, a su regreso a Villa de Cura se coloca al frente de la “Tipografía Morgado”, pero sin apartarse jamás de la actividad musical. Hoy día se encuentra como miembro fundador y director y músico (saxofón Alto y saxofón Tenor) de una nueva banda bautizada en Villa de Cura con el nombre de “BILLOS”; cuyo exitoso debut tuvo lugar el “Día de las madres” de 2018, en las instalaciones del Bar Restaurant La Mulata, la cual fue objeto de elogiosos comentarios por tener un repertorio de cumbias, mosaicos, merengues y pasodobles, en cierto modo al mismo estilo de la antigua Billo's Caracas Boys, fundada por Billo Frómeta. Y es porque una parte  está formada por músicos salidos de la famosa orquesta caraqueña.

De hecho ya la nueva orquesta “BILLOS”, que avanza extraordinariamente, a pesar de la grave situación económica del país, ya la orquesta tiene firmado contrato para amenizar una fiesta en la ciudad de San Juan de los Morros y otras dos localidades del estado Guárico. Y probablemente se pueda admirar el ritmo de este nuevo grupo en las festividades patronales de San Luis en Villa de Cura.

Dueño de una humildad digna es este hijo de Villa de Cura, un eterno enamorado de su pueblo siempre pensando y procurando que se mantengan y mejoren los espacios educativos musicales que ya existen, apostando a que los jóvenes muestren interés en el mundo de la música, todo en el marco de la cultura, para contar con una ciudad bonita y de progreso humano, que estimule tanto al propio como al visitante. A Miguel aun le queda fe en el corazón y mucho camino por recorrer.


Oscar Carrasquel, La Villa de San Luis, agosto de 2018



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