Por Oscar Carrasquel
viaja encima de una hojita seca
valiéndose de los vientos de marzo
Se recuesta del único cerro
sin vestigio de pinos,
ni monte reverdecido.
Mira a un riachuelo
con un chorrillo que marcha,
busca por entre las nubes grises
la semejanza de vuestra figura
Solo divisa un caminito de polvo
con huellas que andan
Una mariposa extenuada
le guía el rumbo
En secreto, dos iguanas verdes
se entregan abajo,
valiéndose de la espesura
de una hojarasca.
Atiende el trinar de dos paraulatas
arriba de una rama gacha;
¡Allá, en la breve colina
por fin está su hospitalaria casa!
Y desde un fogón de leña
al cielo va la humada
Retorna con el ocaso en alto
bajo las alas de una avecilla
que en la luz del astro se fía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Deja tu huella en este blog con tu comentario.