Medio de difusión del quehacer literario de Oscar Carrasquel. Miembro de la Sociedad de Autores y Compositores de Venezuela (SACVEN) Carnet No.13186
viernes, 19 de mayo de 2017
ANÍBAL
Por Oscar Carrasquel
Sin camisa y tostados los zapatos,
de pantalones anchos
amarrados por un cordón.
Carita de turpial cansado,
mimado por la brisa,
entre tranco y tranco
doblaba las canillas
como alcaraván en la orilla
Recorría el pueblo en cualquier
dirección
De risita en risita, la calle Comercio,
era su ruta de ida y venida
Quería decir mil cosas,
se hacía sentir a veces
por medio del vuelo fugaz
de una ligera sonrisa
Ocasionalmente sentía
que la vida era una melodía.
Extendía el brazo como una lanza
sobre su pecho,
y temblando consigo mismo
ponía a bailar su esquelética silueta.
Aníbal, era la atracción
en una procesión de Santo
y en un velorio de Cruz de Mayo
En las tardes penosas de redoble
de campanas
cuando sentía entrar un difunto al Templo
para el responsorio,
le brotaban lágrimas verdaderas,
sin saber a quién lloraba.
Afligido de dolor al cortejo acompañaba
por el habitual camino.
Cansado por el largo trecho
enjuagaba sus ojos piadosos con lágrimas
Solo así podía demostrar
aquel inocente muchacho,
que era un ser generoso y humano
No podía tocar a los muchachos
que atinaba a ver por las calles,
sin embargo se les arrimaba,
como un sonámbulo arrendajo.
Entre mis sienes aún duerme
su angelical nombre:
¡Aníbal!
como aquel general fenicio
Un día le tocó cruzar la senda
que no tiene tornada,
cuando sin piedad la muerte
le vino a tender una celada.
La Villa de San Luis, mayo de 2017
Foto: Revista Expresión No.28. Cortesía del coleccionista Elio Martinez.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Deja tu huella en este blog con tu comentario.