Por Oscar Carrasquel
¿Quién de los que fueron niños, adolescentes, y mayores de edad en la quinta y sexta década del siglo xx no conoció en Villa de Cura a don Gregorio García “El Chichero”?. Gregorio fue uno de esos personajes que dejaron huellas en la memoria colectiva.. Llegó desde Lara a deleitar a varias generaciones de villacuranos, dueño de una chicha con una característica muy especial..De pie siempre frente a su carrito. Con la chicha de don Gregorio soñábamos todos. Una ración servido en un vaso grande de cartón valía medio (0.25). Refrescaba, energizaba y daba valor todo un día al estomago y al espíritu, entre otras de sus bondades.. El sueño de cada niño en esos días era cómo conseguir "medio". Había clientes que le compraban por litro, servido en los envases vacíos de leche pasterizada "Silsa".
Gregorio García no solo ofrecía en la calle la típica bebida refrescante, sino que fue el inventor del proceso para elaborar una chicha artesanal con una textura y sabor espectacular..Mucho se dijo de su calidad maravillosa y que era igualita a la de Félix Pacheco en Maracay, la cual se convirtió en una especie de leyenda. Capítulo aparte tenemos de otro famoso chichero en La Villa que se llamó don Tomás García.
La elaboración de la "Chicha de Gregorio" abarcaba muchos detalles, fue cocinada en leña lo que le daba sabor casero. El arroz y los aderezos era cosa primordial, y lo otro, era la leche pasteurizada envasada en cartón. Era normal ver sobre el carrito la muestra de los envases de leche "Táchira" y "Silsa" para que el público no dudara. Me contaron que la señora Carmen Rodríguez, su compañera de vida y una excelente cocinera le colaboraba en la preparación de la mezcla.
Gregorio El Chichero solía salir bien temprano de su casa pedaleando un triciclo que parecía un montacarga con un cajón en la parte delantera.. En su interior llevaba dos latas donde venía la manteca "Los Tres Cochinitos" y una cantara de aluminio llena del producto. Se estacionaba y esperaba a los muchachos a la salida del colegio Arístides Rojas. Transitaba con su carro las principales calles de La Villa, pero su parada exclusiva era frente a la plaza Miranda, por allí cerca de la llamada ARC o terminal de autobuses de la Línea Demócrata. Su carrito poseía en la parte frontal un letrerito donde se leía: “CHICHA HELADA SIEMPRE IGUAL”…Bien pulcro al vestir. La espesa mezcla la batía con un pesado cucharón de aluminio, mucho antes de servirla con hielo pulverizado..Gregorio jamás utlizó la mezcla de ajonjolí ni otras especies. Su chicha era pura crema de arroz..
Para quien no lo sabe o no lo recuerda, don Gregorio García era nativo de la bella población de Duaca, municipio Crespo del Estado Lara. Se trasladó en la mocedad a Villa de Cura en la tercera década del siglo pasado y jamás regresó a su lugar de origen. En esa época circulaban pocos automóviles en la población, no había buhoneros ni troneras en las vías principales y era una hazaña encontrar una motocicleta por sus calles. La Villa contaba con su emblemática y hermosa sabana donde se practicaba béisbol. Allá en los desafíos de pelota béisbol llegaba los domingos la chicha de don Gregorio. En este terruño aragüeño .formó y levantó a dos familias, toda su vida fue trabajar como un buey..
Gregorio García, nuestro tradicional y recordado chichero fue un hombre lleno de coraje, una cátedra de fino humor, conversador, refranero, mamador de gallo, aficionado a la pesca, pero al mismo tiempo de carácter recio. Lo más importante es que fue un hombre carismático, se granjeó el cariño y afecto de muchas familias villacuranas.
Cuánto diéramos hoy en día por volver a saborear esta chicha y escuchar su grito guerrero en las horas de reposo meridiano? Era una fija a la hora cuando todas las familias estaban disfrutando del "Show de las 12", por Radio Caracas TV con Víctor Saume como presentador. La gente dejaba los que estaba haciendo y salía de sus casas en carrera en busca del chichero que rompía el silencio de mediodía con el siguiente pregón.
¡Chicha Helada…Chicherooo! Tómate tu chicha, corazón
Cuando le conocimos era un hombre que apenas frisaba los 40 años de edad. Siempre calzaba zapatos negros tipo mocasín, muy bien arreglado al vestir, con una bata blanca pulcra con tachón atrás y unos grandes bolsillos. Muchas veces lo vimos en camisa manga corta. Jamás usaba cristina para la cabeza como todos los vendedores de chicha, siempre cargaba un fino sombrero marca Borsalino de ala ancha, de esos que utiliza el llanero. Las calles de Villa de Cura fueron testigos muchos años de su optimismo y la gran pasión por su trabajo.
En torno al personaje surgieron en aquellos días muchas peripecias y anécdotas. Una de las cosas que mas atormentaba a este hombre es que lo llamaran “chichero". Había que decirle simplemente Gregorio. Y es que don Gregorio García gozaba defendiendo la dignidad de su humilde trabajo..Nunca salía sin una pulida vera encabuyada. "Porsi acaso" como dicen en El Tocuyo.
Yo creo que existe mucha gente de nuestra generación que sería capaz de pagar la cantidad que sea por volver a saborear una deliciosa chicha de antes..Todavía nos acordamos de la legendaria Chicha de Gregorio, la cual no se ha perdido del todo del gusto popular, aun permanece en la memoria del villacurano de antaño.
Gregorio García enfermó, se nos fue yendo lentamente. Solo la muerte pudo interrumpir su alegre transitar por la vida. El 13 de enero de 2001, a la la edad de 86 años, dejó de latir el corazón de este gran larense de ojos pardos y achinados en su casa de habitación en el callejón 3 del barrio El Rincón, al norte de la ciudad; entre un montón de refranes escritos en las paredes, y de aves disecadas que coleccionaba, además unas cuantas jaulas con pájaros en cautiverio que silenciaron su canto. Su osamenta descansa en el viejo cementerio municipal de la calle Comercio de Villa de Cura. Paz a su alma.
Oscar Carrasquel. La Villa de San Luís, marzo 2015
La foto es cortesía de su hijo Félix García “El Chino Félix”.
Con la mejor intencion,creo que la fecha de su muerte no pudo ser 1966,ya que lo recuerdo en años posteriores,1974-76 .Pero igualmente lo recuerdo con mucho cariño,cuando pasaba frente a mi casa,le comprabamos una jarra de su deliciosa chicha
ResponderBorrarVivencias que llenaron nuestra niñez y adolescencia de detalles que se entretejieron para acercarnos a nuestra esencia y consolidaron nuestro sentido de pertenencia
ResponderBorrarBuenos días, si fue un gran personaje de la historia de Villa de cura pero quiero acotar que la sabrosa chicha era preparada por su esposa Carmen Rodríguez. Saludos
ResponderBorrarQUE RECUERDOS...BASTANTE CHICHA LE COMPRE A GREGORIO, DELICICIOSA, INIGUALABLE...EL OTRO CHICHERO A QUE HACEN REFERENCIA ERA GARCÍA, NO RECUERDO SU NOMBRE,SE PARABA FRENTE A LA PLAZA MIRANDA, FRENTE A LA PLACITA EL AGUILA, (C/ CARABAÑO, RESIDIA EN LA AVE, LISANDRO HERNANDEZ, CON EL TIEMPO DEJO DE VENDER SU CHICHA ALLI EN LA MIRANDA Y YO, QUE ERA CLIENTE FIJO, SE LA COMPRABA EN SU RESIDENCIA, ALLI PONIA SU CARRITO, GRACIAS OSCAR POR TAN LINDOS RECUERDOS
ResponderBorrarPersonas así hacen historia y pertenecen a la idiosincracia de los pueblos
ResponderBorrarRecuerdo mucho al Señor Gregorio, mi padre, Ángel Matias Rodríguez siempre nos compraba chicha...aún recuerdo lo sabrosa que era...descanse en paz!
ResponderBorrarCarrasquel, impecable este grato recuerdo . Gregorio forma parte del acervo histórico de la Villa y de nuestros mundos de vida . Recuerdo la broma de los muchachos del liceo.
ResponderBorrarComo me.gustaria que alguien .hiciese una semblanza de aquel sr.llamado Pacheco.quien también era chichero en el centro de Maracay..iba de punta en blanco.decente al máximo..lo esperábamos en la.esquina del colegio república de Méjico.mientras.estabamos en recreo..lo quisimos mucho..
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